"Para que te atraiga la política, tiene que haber algo mal en ti. Creo que es una condición patológica propia que no tengo". Con estas palabras define Paul Giamatti la repulsión que siente por los entresijos del poder en las altas esferas. Una opinión muy diferente a la de Chuck Rhoades Jr. el despiadado fiscal que interpreta en Billions.
Así pues, con esta misma franqueza, el actor reconoce que la serie de Showtime (que emite en España Movistar+) ha sido un cierto reflejo de lo que se se ha vivido en Estados Unidos durante la última legislatura.
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"Para mí, los tipos financieros son los más chalados y los más poderosos porque no hay ningún regulación para ellos. Esto ha pasado bajo el mandato de Trump. No sabría por dónde empezar a hacer un balance sobre él... es una locura. Loco es la palabra perfecta para definirlo", critica en palabras a ECOTEUVE.ES.
Giamatti hace balance de las cuatro temporadas de la ficción, desvela cómo es su relación con Damian Lewis (Homeland) e intenta vaticinar los derroteros por los que irá la ficción en el futuro. Además, hace una sorprendente confesión: "Muchos nos comparan con Juego de Tronos, pero nunca he visto esa serie".
¿Qué valoración hace de la evolución que ha tenido la serie a lo largo de estas cuatro temporadas?
La serie se ha ido construyendo, evolucionando y pienso que no ha habido ninguna temporada de bajón. Al contrario, la ficción es cada vez más extrema. Además, hay más humor, un poco más estrambótico, pero que me gusta. Entonces en ese sentido sí ha cambiado un poco.
¿Qué espera que le ocurra a su personaje en la quinta temporada?
No sé. No tengo ni idea y en cierto modo eso me gusta. Los guionistas son muy buenos y saben reinventarse y llevarnos en sentidos distintos. Sé que después de la última temporada se han tomado más tiempo para hacer la siguiente y eso hace que tenga más ganas de ver qué han hecho y qué va pasar. Nos lo van a decir cuando vaya a empezar el rodaje de la próxima tanda. Me da la sensación de que están pensando en un ángulo nuevo y no sé cuál va a ser. Pero estoy contento, iré a donde ellos quieran.
¿Qué le ha permitido explorar su personaje en Billions que no lo hubiera podido hacer antes?
Es diferente. Hay una cosa que no hacía desde hace mucho tiempo, cuando hacía teatro y es interpretar a personajes con poder efectivo. No había hecho eso en mucho tiempo. Y, aunque sea un ser humano horrible, tiene ese poder efectivo.
¿Cree que la serie tiene cuerda para rato o habría que darle un final digno antes de que sea demasiado tarde?
No lo sé. No veo mucha televisión, pero sí tengo la idea de que las series a veces se prolongan más de lo que es su vida natural. No sé cuál puede ser el recorrido de esta. Creo que tiene una gama muy amplia que nos puede llevar hacia sitios diferentes y que la cosa dé para mucho tiempo. A mí me gustaría que no se sobrepasaran los límites, pero seguro que los guionistas sabrán cuándo debe ser su final.
¿Cómo es su relación con Damian Lewis (Homeland) después de compartir proyecto durante tanto tiempo?
Está bien compartir un proyecto con las mismas personas durante un tiempo. Al menos, esa es mi experiencia. Me imagino que podría ser horrible si coincides con gente con la que no congenias. Lewis es una persona muy interesante, pero durante las tres primeras temporadas apenas le veía. No teníamos secuencias juntos y ahora tenemos más, lo que está bien porque es un buen tipo y un magnífico actor.
¿Cómo es vuestra conexión ante las cámaras?
Es muy divertido cada vez que tenemos una secuencia juntos. Todo el mundo se emociona mucho, porque notan esas dos grandes presencias de la ficción enfrentándose la una a la otra. Ha sido divertido rebajar ese tono esta temporada y construir una relación pragmática y divertida. Es bonito poder mostrar todo ese trasfondo y poder compartir todo esto con él, porque es un tipo muy divertido. Al final, al pasar tanto tiempo juntos, la relación se profundiza y nos conocemos mejor.
¿Podría continuar la serie sin uno de los dos protagonistas?
Es cierto que el núcleo son ellos dos, pero creo que eso es algo que ha empezado a cambiar. En la cuarta temporada, la introducción del personaje de Taylor ha forzado ese cambio. Ahora hay distintos frentes abiertos y ya no son los únicos. Su relación empieza a ser más emblemática para el show, pero también creo que estos dos tipos van a poder reinventar algo para seguir ahí. Aún así, la serie puede funcionar sin nosotros. Quizá pueden pensar en una salida.

Wall Street ha tenido mucha presencia en el cine pero no tanta en la televisión. ¿Por qué cree que esta temática no había funcionado en una serie hasta la llegada de Billions?
Habían intentado hacer otras cosas sobre el mundo del dinero, pero si hay un motivo por el que Billions sí ha tenido éxito es porque la serie es un melodrama del crimen muy atractivo. Los detalles de lo que ocurre en el mundo financiero son muy creíbles incluso para la gente de ese sector. Cuando descubrí el proyecto, me pareció una cosa casi de espionaje. Hay géneros mezclados en la ficción y hay muchas más cosas que la hacen atractiva. Hay cambios, giros de guion, traición, conspiración... Mucha gente nos compara con Juego de Tronos, pero nunca he visto esa serie.
¿Ha aprendido algo de economía gracias a Billions?
Solo ha hecho que me aterrorice más y darme cuenta de todo lo que no sé realmente. Tengo una idea genérica, aunque no lo sigo del todo de cerca. Por suerte, no tengo que hablar mucho de eso en la serie, son ellos quienes lo hacen.
Como le ocurre a su personaje en la ficción, ¿se ha planteado alguna vez dar el salto a la política?
No. Para que te atraiga la política, tiene que haber algo mal en ti. Creo que es una condición patológica propia que no tengo.
¿Hasta qué punto refleja Billions la situación que está viviendo Estados Unidos en la era Trump? ¿Qué opina de la gestión que ha hecho el presidente?
Bueno... (Ríe). La serie empezó dos años antes de que Trump llegase a ser presidente. No habla tácitamente de su gobierno, pero esto ha pasado bajo su mandato y la serie ha reflejado eso. Para mí, los tipos financieros son los más chalados y los más poderosos porque no hay ningún regulación para ellos. Esto ha pasado bajo el mandato de Trump. No sabría por dónde empezar a hacer un balance sobre él... es una locura. Loco es la palabra perfecta para definirlo.
¿Qué le diría a aquellos que no han visto la serie por miedo a no comprenderla al hablar de economía?
Es mucho más que una serie sobre finanzas. Eso es lo atractivo de la serie. Yo mismo no estoy al tanto de todo de lo que hablamos y creo que hay gente que la ve y tampoco controla todo lo que ocurre. Pero sí que te das cuenta de que pasa algo y que alguien está detrás. Es una gran partida de ajedrez. ¿Qué diría a la gente para que lo viese? Les diría esencialmente eso, que es una serie sobre el crimen mental interesante, refleja bien todo el maquiavelismo que existe en ese universo.
¿Cómo lleva eso de interpretar tanto tiempo a un personaje que no tiene nada que ver con usted?
Mucho está en el guion, en su calidad. Es difícil hacer de alguien que es tan malo. Si lo es en una película, imagínate en una serie, que el personaje va haciendo una y otra vez cosas extrañas. Es horrendo y hay veces en las que hace cosas tan malas que pienso: '¿Cómo puede ser tan estúpido?' Y soy yo el que tiene que interpretar eso. Lo tengo que hacer porque es necesario para el personaje y para la trama, pero ha sido más complicado de lo que pensaba. Había interpretado a personas horribles antes, pero no durante tanto tiempo. Es un personaje muy muy oscuro.
Su carrera cinematográfica es muy extensa. ¿En alguna ocasión ha rechazado un papel y luego se ha arrepentido?
No lo creo. No suele arrepentirme, no suelo pensarlo. Sí que ha habido muchos personajes a los que he dicho a priori "no, esto no lo voy a hacer". Pero no me arrepiento de nada.
Se hizo famoso con películas independientes. ¿Echa de menos hacer ese tipo de cine?
No realmente. Sigo teniendo oportunidades para hacer cosas buenas. El año pasado hice una película Private life. Me gusta la variedad. No quiero hacer siempre el mismo género. Estos papeles oscuros salieron así de la nada y eso que yo pensaba que solo iba a hacer comedia. Voy donde me lleve la corriente, que es muy interesante.