
Final de una etapa en el mundo de la televisión. Juego de tronos, la serie más global de los últimos años y auténtico fenómeno de masas, ha cerrado su andadura con la emisión de su último capítulo (8X06) en la madrugada de este lunes. Lo ha hecho después de ocho temporadas y un total de 73 episodios.
Los seguidores de Juego de tronos contenían la respiración después del penúltimo capítulo de la serie en el que se vivió un giro radical de Daenerys, una de las principales protagonistas, que desconcertó a los espectadores y frustró a todos los que habían elegido a la Madre de Dragones como referente moral.
Para el último capítulo quedaban muchas dudas sobre el desenlace de las tramas y, sobre todo, faltaba por saber quién se sentaría en el Trono, la pregunta que llevábamos haciéndonos años.
Cuidado, a partir de aquí, la noticia contiene SPOILERS
El último capítulo de Juego de tronos comienza justo donde acabó el anterior, sobre las cenizas de Desembarco del Rey, una montaña de escombros arrasada por Daenerys y su dragón con miles de muertos inocentes en sus calles. El paseo de Tyrion entre las ruinas de Desembarco acaba con el hallazgo de su hermano Jaime Lannister y su hermana Cersei, muertos abrazados bajo las piedras de la fortaleza roja. No está de más arrancar así el capítulo y certificar el fallecimiento de la pareja para no dar opción a las teorías que sospechaban de su verdadero destino.
La masacre de Desembarco del Rey tiene enfadados y desconcertados a Tyrion y Jon Nieve, que no esperaban que Daenerys arrasase una ciudad llena de inocentes cuando todos se habían rendido. La Reina controla su ejército y vuelve a arengar a sus soldados. De hecho, da plenos poderes a Gusano Gris, a quien convierte en comandante de todas sus tropas.

Tyrion renuncia a ser mano de la Reina, no está de acuerdo con lo que hizo en Desembarco y, además, sabe que está sentenciado a muerte después de haber sumado una traición más a su mochila (ya lo había hecho propagando el secreto de Jon Nieve, es decir, su verdadera condición de heredero de los Siete Reinos). Daenerys sabe que Tyrion liberó a su hermano Jaime y manda encarcelarlo.

"Es terrible lo que te estoy pidiendo, pero es lo justo"
Y es aquí cuando comienza lo importante del capítulo final de Juego de Tronos. Jon Nieve se encuentra en una encrucijada entre el amor y el honor. Por un lado, parece que intenta justificar a Daenerys, pero Arya le recuerda que ahora él es la auténtica amenaza para la Madre de Dragones porque se ha convertido en el único que le puede arrebatar el Trono. En la misma línea se pronuncia Tyrion en una conversación que tiene con él en su celda. "La naturaleza de la Reina es fuego y sangre", le dice el enano, el único Lannister vivo. "El amor es la muerte del deber", comenta luego Jon. "Hay veces que el deber es la muerte del amor", le contesta Tyrion. "Es terrible lo que te estoy pidiendo, pero es lo justo".
Jon Nieve parece estar hecho un lío, sigue diciendo que Daenerys es su reina y solo reacciona cuando Tyrion menciona a las hermanas Stark. "Ellas no pueden elegir, pero tú sí".
En la siguiente escena, Daenerys ve, por fin, de cerca el Trono de Hierro rodeado de ruinas y cenizas que ella misma ha provocado. Lo acaricia. No se sienta. Jon Nieve entra en el salón y hablan, por fin, de lo ocurrido. Él pide clemencia y ella sigue en sus trece. Se cree en la posesión de la verdad y quiere seguir liberando pueblos (a su modo). "¿Y todos los que no saben que esto es lo bueno?", pregunta Jon. "No tienen opción. Rompamos la rueda juntos".
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Parece que Jon Nieve está rendido a ella -desespera ver que no reacciona- y se dan un apasionado beso ante el Trono. "Eres mi reina, ahora y siempre", se declara Jon mientras da una puñalada a su chica/tía/reina cuando menos se lo espera. Cae al suelo y muere sin decir palabra.
En ese momento, el único dragón que quedaba a Daenerys entra en el salón y llora la muerte de su madre en una escena de tensa y emotiva. Inmediatamente después, lanza su lengua de fuego más voraz, pero no hacia Jon, sino hacia el maldito Trono de Hierro, que queda fundido. Acto seguido, coge a su madre y sale volando.
'Juego de Tronos': Bran, elegido nuevo Rey de los 'seis' Reinos
El asesinato de Daenerys no sale gratis. Los Inmaculados encarcelan a Jon. Mientras, Tyrion compadece ante un tribunal formado por Sansa, Arya, Bran, Sam, Yara Greyjoy, Davos, Brienne y Gendry, entre otros.
Tyrion propone elegir a un nuevo rey que sea el que decida, entre otras cosas, qué hacer con él. Lo tienen que decidir ellos, por ser los hombres más poderosos, aunque Sam no deja pasar la oportunidad para proponer unas ¿elecciones generales? en las que vote todo el pueblo.

Las risas del grupo dan paso a la propuesta de Tyrion, que ofrece el Trono a Bran. "Lo que más une a un pueblo es una buena historia. Bran es el guardián de nuestra historia y el que nos guiará al mejor futuro", dice. "Desde hoy los reyes no nacerán, serán elegidos". Todos aceptan y Solo Sansa pone un 'pero'. "El Norte será independiente". Y ella acaba siendo la Reina allí.
Bran elige como Mano del Rey a Tyrion y nombra consejeros a Bronn (consejero de la Moneda, que quiere reabrir los burdeles), Davos y Brienne. Sam se queda como Gran Maestre y entrega a Tyrion el libro Canción de hielo y fuego [tútulo de las novelas de R.R.Martin]. Arya, por su parte, decide que su destino está al Oeste de Poniente, "donde acaban los mapas". La pequeña Stark zarpa hacia allí (como si fuese Cristóbal Colón).

Con Bran 'El Tullido' reinando, solo queda saber qué pasa con Jon. Los Stark consiguen que no sea asesinado, como pedían los Inmaculados, pero aceptan una pena de cadena perpetua: tendrá que volver a la Guardia de la Noche. Es el destino del hombre que estaba llamado a heredar los Siete Reinos y quien hizo el trabajo sucio de deshacerse de la (ahora tirana) Daenerys.
¿Y el dragón? "Cuanto más lejos, mejor".