A Cristina Castaño aún la siguen parando por la calle por Judith, la psicóloga de La que se avecina, dos años después de irse de la serie. "La gente piensa que aún sigo", dice. Tampoco ayuda que FDF repita una y otra vez sus episodios. Macarena, su personaje en Toy Boy, no tiene nada que ver, de hecho, impacta su cambio de look: su pelo moreno 'tapa' su melena pelirroja.
"Es un tiburón, un personaje que estaría destinado a un hombre, una persona muy poderosa", explica Castaño a ECOTEUVE.ES en el encuentro con los medios que tuvo lugar en Málaga. Además, cuenta con un contenido sexual muy potente.
Por otra parte, la intérprete reflexiona qué papel juega una cantidad grande de seguidores en redes sociales a la hora de que un director de casting elija o no a un actor: "Es un factor a tener en cuenta y es absolutamente comprensible, pero el número de followers no es garantía de éxito".
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¿Qué pensó cuando le llegó el papel de Macarena en Toy Boy?
Que era un verdadero regalo que venía buscando porque es un thriller. Mi personaje es de los más complejos porque tiene muchos frentes abiertos, y no solo por la relación que tiene con Hugo Beltrán, que es una relación sexual potente, sino también por su hijo.
¿Cómo la define entonces?
Es un tiburón. Es un personaje que estaría destinado a un hombre: dueña de una empresa de los tres hermanos; conduce Ferraris, Maseratis; tiene una mansión maravillosa en Estepona; es la que se liga al chico de 20 años y la que le paga todo....
¿Es malvada?
No lo es. A la gente le gusta definir a una mujer poderosa como alguien malvada. Como todas las personas poderosas tienen que ejercer el poder. Ella es una empresaria de Marbella y juega con las altas esferas de los políticos y ahí hay que utilizar todas las armas posibles y ella las juega bien.
Sorprende también su cambio de look...
Sí. Los productores apostaron por un cambio de imagen total para que no se me reconociese ni hiciera recordar a otros personajes que yo había interpretado. Y creo que lo han conseguido. Acostumbrada a ver mi melena pelirroja, me han puesto un pelo moreno, que me da mucha libertad de actuación.

¿Qué es lo que más le ha costado en este cambio de registro?
Yo vengo de interpretar a Constanza de Borgoña en El final de camino, una serie que no tuvo el éxito que esperábamos. Lo que más respeto me daba con Macarena era ser madre de un chico adolescente [Juanjo Almeida], sobre todo porque le suceden cosas muy dolorosas.
El reparto combina experiencia y juventud. ¿Ha ejercido de líder?
A veces es muy bonito encontrarte a gente que está ante su primera vez porque vienen con una ingenuidad y una naturalidad que ayuda ayuda al veterano. Es una comunicación muy limpia. Los primeros días de rodaje con Jesús [Mosquera] fueron especiales porque teníamos escenas sexuales y me decía '¿siempre es así?'. 'No, no. Estás empezando por lo más difícil'. Aunque yo sea una actriz veterana, soy una eterna aprendiz.
¿Cómo ha tratado con las escenas más tórridas?
Ya las había hecho en otras películas, lo que pasa es que Macarena tiene una sexualidad muy concreta. Me parece arriesgado e interesante que esta serie se adentre en este aspecto de los personajes. A veces esto queda eliminado y, al final, nosotros somos lo que somos de puertas para dentro de una habitación, se cuenta mucho de una persona con lo que es en su cama, en su intimidad. Me parece interesante como actriz y arriesgado por parte de la cadena.
Entonces, ¿cuánto de erotismo tiene Toy Boy?
Es un thriller erotico. La parte sexual está contada con mucha clase y mucha elegancia. Está hecho con muy buen gusto.

Vuelve a trabajar con Atresmedia después de Cuerpo de élite. ¿Qué significa estar bajo ese sello?
La verdad es que estoy muy contenta porque cuidan mucho a las series. Sonia Martínez [directora de ficción] es un encanto y te hace sentirte en casa.
Después se verá en Netflix...
Sí y creo que a a funcionar muy bien a nivel internacional porque tiene muchos ingredientes que hacen que la serie sea muy llamativa. Esperamos también que lo haga a nivel nacional.
Cristina, ¿prefiere explotar más su faceta dramática que la cómica?
No es que me interese más una cosa y la otra, sino que a la gente le cuesta verme fuera de la comedia después de siete años interpretando a Judith de La que se avecina y más aún, con las reposiciones de los episodios constantemente. La gente piensa que no me he ido y yo me fui hace dos años. Toy Boy me va a dar la oportunidad de que me vean como una actriz mucho más completa y estoy segura de que no me van a reconocer.
¿Se animaría a presentar un programa de humor?
Me han ofrecido muchas veces cosas y no lo he hecho porque no quería despistar. Estoy muy centrada en mi carrera de actriz. A mi la comunicación me gusta mucho, y de hecho, empecé a estudiar periodismo. He presentado galas, he participado en los Goya, he hecho monólogos... pero presentar un programa como Buenamente, Broncano o Eva Hache me parecen palabras mayores. No me cierro a nada igual que te digo que me gustaría hacer musicales. Todavía me quedan muchas cosas que lograr como actriz.
Al salir de clase fue una estupenda cantera. ¿Mantiene el contacto con los que fueron sus compañeros?
Sí, Sergio Peris Mencheta me está digiriendo en teatro y con otros hemos tenido varias reuniones. Fue una época maravillosa, tenía 20 años. Pasé a formar parte de la serie más importante de adolescentes. Lo que está viviendo María [Pedraza] con Élite lo viví con Al salir de clase en su momento.

¿El número de followers puede acabar siendo un punto a tener en cuenta por los directores de castings?
Existen muchos factores que son importantes a la hora de escoger a un actor y que no tienen que ver con el talento. A veces, los mejores de la escuela de interpretación no son los que están trabajando. Es posible que el número de followers sea un factor que influya y es absolutamente comprensible porque el productor pretenda llegar a mucho más público.
Si tú tienes una audiencia grande es posible que tu puedas servir como publicista del producto en el que estás trabajando. Pero no es una garantía de nada y eso lo hemos comprobado. En recientes ocasiones, hemos visto como personas con gran número de seguidores no han llevado a gente a las salas.
¿Ya no hace falta irse a Hollywood, no?
En realidad no y el ejemplo lo tenemos en La casa de papel. Si haces una buena serie y se unen todos los factores, se convierte en una ficción internacional. mira Juego de Tronos, sus protagonistas no eran conocidos antes.
¿Cómo ha cambiado la popularidad con las redes sociales?
Todo. Los actores generamos noticias a través de nuestro Instagram y, antes, a lo mejor ibas a un evento, pero si las revistas no te sacaban, pasaba desapercibido. Ahora da igual que lo hagan. Tú eres tu propio jefe de prensa.