Millones de espectadores de todo el mundo encienden el televisor para ver series turcas. El último país en sumarse a este fenómeno televisivo es España. Primero con Fatmagül y ahora con Sila, Sühan, Kara Sevda, Ezel, Amor de contrabando o Stiletto Vendetta. Atresmedia y Mediaset están en constante pulso para llevarse la mejor telenovela para nutrir sus canales femeninos (Nova y Divinity), que no paran de crecer desde que emiten estas ficciones.
Los países del Este, Rusia, Oriente Medio y América Latina fueron los primeros en descubrir al mundo las series turcas. "En los años 80 y 90 las telenovelas latinoamericanas tenían mucho éxito en Turquía y ahora empezamos a tenerlo nosotros", afirma Erzel Özdemir, Consultor de la Embajada Turca en Madrid.
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En concreto, 156 países han adquirido los derechos de las telenovelas turcas demostrando que, poco a poco, han conseguido un estatus dentro del panorama telenovelesco. En 2008, "el beneficio que daban las telenovelas era alrededor de 10 millones de dólares y ahora estamos hablando cerca de los 400 millones de dólares", apuntan fuentes de la Embajada en Madrid.
El beneficio también llega por la vía turística, ya que las visitas al país han crecido gracias a los fans de las series que quieren ver de cerca los escenarios reales donde se han grabado las tramas. El turismo de series es ya un fenómeno en Turquía.
"Es una forma muy bonita de conocer el país. Las series han creado ganas de ver el sitio real donde se han rodado", aseguran desde la Conserjería de Información de Turismo de Turquía. Y así lo sostiene Ersel Özdemir: "Nos alegra mucho el éxito que tienen las telenovelas turcas, pero no solo desde el punto de vista económico. Nos ayudan en la promoción del país y eso indirectamente nos facilita el trabajo en la Embajada", detalla Özdemir.
De la televisión a la realidad
La producción de series turcas tiene peculiaridades. Es frecuente que la duración de un capítulo de una telenovela sea de 45 minutos, sin embargo, los capítulos turcos pueden durar entre 60 y 90 minutos, algo más parecido a lo que ocurre en España.
"Suelen grabarse en espacios abiertos, no son escenas cerradas, hay muchos planos exteriores y esto crea sensación de realidad para el espectador. Cuando apagas la televisión sientes que todavía hay una ciudad viva e interactiva", explica Özdemir. Y esta es la principal diferencia con los seriales latinos, que casi siempre transcurren en decorados de cartón piedra. Además, hay una tendencia que caracteriza a las series turcas y es el choque entre lo tradicional y lo moderno con un único protagonista que siempre está de fondo: Turquía.

Con una series que ejercen de escaparate de los paisajes turcos no es de extrañar que los espectadores quieran conocer cómo es el restaurante donde han cenado las protagonistas de Stiletto Vendetta, ver el casón de la mansión de Sila o visitar los pueblos pesqueros donde se rodó Fatmagül.
A raíz del éxito de las series en Latinoamérica, poco a poco comenzaron a surgir grupos turísticos organizados. "Van con un guía que les cuenta la historia de la serie y pasean por los sitios donde se ha rodado. En Sudamérica la gente quería cenar con algún actor, ir a los platós o incluso ver el vestuario. Los paquetes turísticos son a petición del consumidor", aseguran desde la Conserjería de Información de Turismo de Turquía.
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Uno de los casos más curiosos es el de Sila (Nova). Esta telenovela se rodó en la localidad de Mardin, situada en el sudeste de Turquía. La casona de la mansión ha sido visitada por miles de turistas que han querido conocer un poco más la historia que se esconde en esta localidad que se caracteriza por su distintiva arquitectura en piedra.
La primera serie turca que se emitió en España fue Fatmagül, rodada en la zona del Egeo, en concreto en Ildir, un pueblo costero donde las casas con ventanas azules de madera y las cortinas de ganchillo son un elemento distintivo de la localidad.

Lo mismo pasa con Sühan, que se filmó en Estambul, la antigua capital turca, que ha experimentado un aumento del turismo, en parte gracias a las series.
"Ya no solo se visitan las zonas culturales habituales como Sultanahmet, Santa Sofía o la Mezquita Azul", afirman desde la Conserjería.

"Nos encantaría traer a algún actor de la serie del momento al próximo Fitur"
El turista, por lo tanto, ya no solo busca conocer la historia y la cultura turca, sino revivir los momentos donde se han filmado las series. "Dentro de poco empezaremos a ver en los escaparates de las agencias de viajes un póster de alguna serie", comentan desde la Conserjería de Información de Turismo de Turquía.
"La gente nos ha llamado para preguntar dónde podían ver a los actores en Estambul". Y van más allá: "Nos encantaría traer a algún actor de la serie del momento al próximo Fitur" porque recuerdan que en la Feria Internacional de Turismo en Argentina llevaron a los protagonistas de Las mil y una noches y fue un gran acierto.
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