Series

Jon Arias y sus dudas con 'Cuéntame': "Me costó aceptar el papel por el ruido que pudiera ocasionar"

  • ENTREVISTA ECOTEUVE | El actor ha grabado 'Instinto' para Movistar+ y aparece en la serie de TVE
  • "Siempre he visto arriesgado 'Derecho a soñar' porque tiene poco de sobremesa", dice
  • "Parece que los actores tenemos miedo a decir que estamos de vacaciones o no tenemos curro"

Pocos actores hablan tan claro como lo hace Jon Arias. El intérprete acaba de grabar Instinto, el thriller erótico capitaneado por Mario Casas y que Movistar+ estrenará en 2019. Reconoce que la ficción en la que dará vida a Diego, uno de los socios del personaje de Mario Casas, no deja de ser una "serie comercial", que sigue los patrones que pide la gente con actores guapos. Eso sí, afirma aquí se "ha arriesgado mucho" con escenas explícitas de sexo.

Pero este jueves, Jon se despide de Cuéntame después de cinco capítulos en los que ha interpretado a Chete, uno de los compañeros de Carlitos en la agencia de publicidad, que le ha llevado a su crisis existencial. El actor cuenta que, tras superar el cásting, tuvo que pensárselo dos veces para dar el sí por ser hijo de Imanol Arias y que la gente pudiera acusarle de enchufado:"Me costó aceptar el papel por el ruido que pudiera ocasionar".

Por otra parte, el actor habla sobre Derecho a soñar, la serie que terminó de grabar hace un año y que TVE iba a estrenar por la tarde. Quiere creer que la cadena pública está estudiando "la mejor estrategia" a seguir, aunque afirma que "siempre he visto arriesgado la diaria porque tiene poco de sobremesa" .

Empecemos con Instinto. ¿Ha grabado escenas de sexo?

Sí, pero no he ido al famoso club. El sexo que tiene mi personaje es más convencional, como el que podemos tener cualquiera de nosotros con el misionero, sin columpios ni máscaras. Sí que lo hemos grabado de forma explícita y sin tapujos. Yo he visto cosas del club y es heavy.

¿Cómo es Diego, el amigo de Marco Mur?

Me ha fascinado trabajarlo porque no tengo nada que ver en él. Al principio, me costaba no decir 'este tío es imbécil'. Al final, es divertido porque es un tipo charlatán, fanfarrón, quiere llamar la atención todo el rato. Mientras que Marco [Mario Casas] es el gran genio de la empresa pero que habla poco, Diego es el 'winner'. Su amistad es rara, pero les ha funcionado durante todos estos años.

¿Se ha inspirado en alguien?

Me he fijado en Elon Musk y en todos estos empresarios reales tecnológicos porque para mí era muy importante que nos creyéramos que estos tíos existen en España. Yo me obsesiono mucho en el vestuario y pido involucrarme con el equipo creativo, creamos trajes estampados, con deportivas, nunca con camisa... aunque no me dejaron poner el patinete eléctrico. Es un tipo de generación joven de éxito que estamos empezando a ver y mola contarlo porque siempre tendemos a relacionarlo al traje y a la corbata.

Se corre el riesgo que la gente le de morbo por lo de 'thriller erótico'...

Estamos en una serie comercial. Es muy guay, para mí tiene muchas cosas que no se han hecho antes, pero tenemos a Mario Casas, Silvia Alonso... Seguimos en esta cosa en que para que los personajes sean atractivos tienen que ser atractivos físicamente. Es decir, cumplimos unos requisitos que toda la industria lo hace, algo que estamos intentando tirar. Está Mario en una serie con mucho sexo, es un aliciente. Es muy difícil que una serie así no tuviera morbo. 

Yo detesto las etiquetas pese a que vivimos en su época. Erótico sí, porque el sexo tiene mucha presencia y thriller... no creo que sea thriller durante los ocho episodios, hay capítulos en sí que son auténticos thriller de comienzo al fin e, incluso cambia un poco el tono. Para mí sería una serie de psicologías, de instintos... 

¿Es oscura?

Sí. Creo que en la tele se tiene mucho miedo, por eso me atraía trabajar para una plataforma para salirme de los canales más convencionales donde se está más atado. Aquí, el personaje de Mario es muy oscuro y se ha tirado a la piscina con muchas cosas. Ha habido ciertas escenas en las que equipo ha estado bastante incómodo al rodarlas.

Me ha pasado con otras series en las que ves los guiones de los dos primeros capítulos dices '¡guau!', pero luego empieza a entrar el canguelo y a cerrar el culo. Si en el sexo nos hubiéramos quedado al 50%, hubiera sido una mierda. La audiencia no es tonta y está bien que desde las producciones dejemos de tratarles como básicos y que no les demos todo mascado. Y que funcionen series así es guay para la narrativa de las ficciones nacionales.

¿Qué significa para usted estar en una serie de Movistar?

Algo novedoso. Ellos lo tienen muy claro y piensan en algo global, no es la mujer de Cuenca. Es muy guay el poder hacer una cosa sabiendo que la estrategia que te plantean cuando empiezas el proyecto se va a seguir. No se escatima en nada y está todo a la altura.

Todo lo contrario ocurrió con Derecho a soñar, la diaria que terminó de grabar hace un año para TVE.

Sí, y aun no se ha estrenado. Hay cosas que a mí como actor se me escapan, como las renovaciones de las cadenas, sus no renovaciones, sus contratos con productoras para más de un proyecto...

¿Se les ha comunicado algo desde TVE?

No, nosotros seguimos esperando. Cuando terminamos estábamos más encima pero, ahora el ruido es distinto. Emitir se va a emitir porque es la televisión pública. Pienso que no tienen muy claro la estrategia con esa franja porque al principio dijeron que Centro Médico no iba a seguir, luego que sí, le dieron el cambio...En algún momento les encajará.

Me encantaría que se viera, pero siempre lo he visto arriesgado porque tiene poco de sobremesa. Es decir, hay poco culebrón, mucho juicio, escenas muy largas con jerga de abogados... No sé si encajaría con un público que busca cosas más extremas. 

Pero, ¿el elenco de la serie tiene el compromiso de volver en caso de renovación? 

Yo, ahora mismo, no tengo ninguna relación contractual con ellos. Da un poco de pena porque si Derecho a soñar se emitiese y funcionase, sería complicado volver a juntar a todo el grupo humano.

¿Usted volvería?

Por supuesto y no me importa volver a una diaria después de ser protagonista en Instinto. Si se trabaja a gusto, los guiones molan, el equipo es increíble, ¿qué más puedes pedir? A mí me gustaría, pero cuando más tiempo pase, más complicado es. Son muy pocos los actores que pueden escoger, lo primero es comer.

Los espectadores le están viendo también en Cuéntame. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Yo me preparé el cásting al máximo. Al principio, cuando me dieron el papel, la idea no me cuadraba mucho porque pensé que por el ruido que pueda acompañar que yo esté en Cuéntame se iba a sobreponer a valorar mi trabajo. Pero cuando leí la trama me pareció interesante y me gustó mucho y, además, yo soy muy amigo de Ricardo Gómez y era trabajar con él en sus últimas tramas. Con estos ingredientes dije 'mira, a tomar por culo todo, me apetece'.

Es un personaje muy diferente a mí, muy raro a lo que me suelen dar, con mucha comedia. Fue muy divertido, está todo muy bien hecho. Solo han sido cinco episodios y con el tiempo, individualmente de lo que me pueda ligar personalmente con la serie porque al final la he vivido cerca, tú miras el elenco de actores y pensar que el poder decir que yo he trabajado en Cuéntame es muy guay. Es una serie que, en unos años, se pondrá en los colegios y los institutos.

¿Tiene más proyectos?

Descansar. Yo siempre que termino un proyecto me gusta parar un tiempo, ver a los amigos, componer un poco de música... Los actores tenemos que intentar quitarnos el miedo a quejarnos por si no te vuelven a llamar aunque es una profesión muy jodida. Parece que nos da miedo decir que estamos de vacaciones o no tenemos curro, como la gran mayoría. Si no sale nada, es un buen momento para hacer un viaje largo o un curso.

comentariosicon-menu0WhatsAppWhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinlinkedin
FacebookTwitterlinkedin
arrow-comments