La vida de Sandra Blázquez ha cambiado por completo. La actriz, a la que los espectadores la han podido ver en series como Al salir de clase, Vive cantando o Acacias 38, se hizo popular por Alma, el personaje que interpretaba en Física o Química.
La actriz cuenta que lleva en paro desde febrero y que trabaja en el bar de sus padres poniendo cañas. Mientras, estudia marketing digital y es monitora de niños. Sin embargo, su "mente" está en África. En 2014 emprendió el proyecto la ONG Aldea Libre que tiene como objetivo levantar una escuela para los niños de Kenia.
La idea surgió mientras rodaba Vive cantando en 2013. Sandra junto a su amiga María, una educadora social, viajron hasta un orfanato marroquí en Errachidia para ayudar. Allí sus vidas cambiaron para siempre. "A la vuelta pensábamos que habíamos abandonados a aquellos niños, y nos planteamos que habría que hacer algo que perdurara", explica a Papel.
Así las cosas, las dos lanzaron la ONG que, en la actualidad, cuenta con aportaciones voluntarias de 203 socios. Idea libre tiene su acción en Chumvi, "un poblado seco con 400 personas donde las mujeres se prostituyen desde los 12 años y hay problemas tribales". Empezaron con 80 alumnos y dos profesoras y, ahora, tienen a 100 críos, cuatro salas, cuatro docentes y una cocinera.
"Muchas veces pienso que es imcompatible ser actriz con la cooperación: eso de estar siempre bien vestida, guapísima, ir de photocall en photocall, mostrarse en redes... Porque, en esta profesión, si no haces todo eso, eres un bicho raro", lamenta Sandra.