Series

Michelle Calvó: "Estoy desencantada con los políticos, nos tienen a su merced como marionetas"

  • ECOTEUVE.ES entrevista a la actriz, que entra en La Moncloa con Secretos de Estado (Telecinco)
  • Interpreta a la jefa de Prensa del presidente del Gobierno en la nueva ficción de la cadena
  • "He aprendido muchísimo de la fuerza y la seguridad de mi personaje", asegura

Secretos de Estado es una de las series que Telecinco guarda en cartera. Tras finalizar hace unas semanas el rodaje de su primera y posible única temporada, la ficción espera ser estrenada en la cadena la próxima temporada. Mediaset entra así en política escenificando la vida de un apuesto presidente del Gobierno (Emmanuel Esparza) y su esposa Ana Chantalle (Miryam Gallego).

Su impecable imagen pública comenzará a resquebrajarse cuando, a raíz de un intento de magnicidio, comienzan a salir a la luz datos muy comprometedores sobre su vida privada y su relación con su jefa de Prensa, Paula Campillo, a la que da vida Michelle Calvó.

La actriz, con la que ha podido hablar ECOTEUVE.ES durante una visita a la grabación de sus episodios, considera "un regalo" el personaje que le ha tocado interpretar: "He aprendido mucho de Paula, en la seguridad y fuerza, para que nadie me haga dudar de mí misma", dice combativa la tinerfeña, que se moja sobre el machismo en su profesión y en la política, un mundo que ha podido conocer un poco más de cerca y con el que, como ciudadana, se muestra decepcionada. 

"Estoy muy desencantada con la política. Me encantaría que no fuera así, pero nos tienen a su merced como marionetas", dice Calvó, que anima al "pueblo" a reivindicar lo que les pertenece. "No hay grandes cambios, sino personas haciendo pequeñas acciones", sentencia.  

¿Cómo será esa jefa de prensa del presidente del Gobierno?

Es maravillosa. A mí me gusta comparar mis personajes con animales y para mí, este es una pantera. Una mujer fuerte, con carácter, que se entrega mucho en su trabajo. Tanto, que se olvida de su vida personal y llega un momento en el que se da cuenta de que no tiene amigos. Es una mujer muy segura de sí misma, tiene clara sus metas y le da igual el resto. No da puntada sin hilos.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de Paula?

Hay una cosa que me parece muy interesante, y es que siempre tiene una defensa preparada. Como mujer, estamos acostumbradas a que siempre se suela dudar nosotras de primeras y, por eso tenemos que demostrar en exceso todo lo que valemos cuando no debería ser así. Ella también y por eso está siempre con la idea de que alguien le va a atacar. Esto es algo que está muy arraigado en la sociedad y, sobre todo, en la política.

¿Qué significa para ti interpretar un personaje femenino tan fuerte en momentos como el que estamos viviendo?

Es un regalo. Me encanta poder dar vida a una mujer que existe y que es una realidad. Hay cosas de Paula que yo no comparto, porque sobrepasa límites que yo no sobrepasaría tan a la torera. Pero este es un proyecto en el que se desarrolla la realidad de muchísimas mujeres y me parece importante y un regalo poder contarlo. Me encanta poder entrar en la sociedad a través de la ficción y ayudar a concienciar que es algo súper necesario. Yo misma he aprendido mucho de Paula en la seguridad y fuerza para que nadie me haga dudar de mí misma. 

Y con esa premisa, ¿qué papel jugara Paula en ese triángulo amoroso en el que se ve envuelta? ¿Será una víctima? 

Yo he luchado mucho contra esto, porque en los guiones yo veía que al final iban desarrollando este rol de víctima y dije: 'No, no es víctima'. ¿Sufre? Sí, como toda persona. Pero ella decidió libremente meterse en esto. En cualquier caso, ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Y habrá veces que creas que Paula es una víbora y otros en los que pensarás que qué maravilla de mujer. Pero en ningún caso será una víctima. De hecho, en un momento de la serie, le dirán que lidere un movimiento feminista y se lo presentan de una manera en la que le piden que se presente como una víctima del machismo. Ella aceptará serlo, pero desde el orgullo, nunca desde el victimismo. 

Ahora que interpreta a una periodista, ¿entiende más el trabajo de la prensa?

Ahora os admiro muchísimo más (Ríe). Yo soy de las que creo que estamos en el mismo barco y que unos sin los otros no seríamos nadie. Sí que es cierto que ahora me hago muchísimas preguntas. Por ejemplo: ¿Qué información real llega a vuestras manos? Porque mi personaje manipula tanta información, que me pregunto si os llega toda la información real o qué pasa. Creo que para vosotros debe ser difícil dar con una verdad. Me imagino que os marearán muchísimo y tendréis muchísimas fuentes. Admiro mucho vuestro trabajo, porque tenéis que estar 24 horas conectados a la actualidad y hacer un esfuerzo importante por encontrar la verdad. Hasta como ciudadana, creo que vivimos un momento muy difícil para encontrarla, así que os aplaudo.

¿Ha logrado empatizar también con los políticos?

No. (Ríe) Es distinto. No quiero meter a todo el mundo en el saco. No pertenezco a la política y no pertenecería nunca. Estoy desencantada con la política, como el resto de la población. La política se basa en cosas que no comparto. Debería basarse en la verdad y el respeto y esto es algo que se ha perdido. De repente, aparecen personas que sueltan discursos distintos y que me convencen, pero enseguida pasa algo que lo cambia todo. Estoy muy desencantada con la política. Me encantaría que no fuera así, pero nos tienen a su merced como marionetas. Aunque, ojo, tenemos mucho que hacer como pueblo. 

¿Se considera una actriz reivindicativa?

No quiero sonar así, ni meterme en polémicas. Pero tengo 26 años y me considero una persona joven. La gente de mi edad debe tomar consciencia de que tenemos mucho que hacer. Tenemos que cambiar muchas cosas desde aquí, no tanto desde el poder. Ellos trabajan para nosotros y no podemos olvidarnos de esto. 

¿Y Cómo afronta ser una actriz combativa sabiendo que hay muchas cosas dentro de la industria que se le pueden venir en su contra? 

Aunque hay mucho trabajo por hacer, me considero una persona afortunada, porque he llegado en un momento en el que ya mi bisabuela, mi abuela y mi madre hicieron muchísimo trabajo. Queda mucho, pero nos han puesto el camino bastante tranquilo. Falta igualdad salarial, respeto... pero estamos en ello. Y todo son pequeñas acciones. El otro día, comprando unas barras para colgar unas cortinas, me dijo el dependiente: 'Búscate un novio para que te las ponga'. ¿Cómo combato esto? No riéndome ante este tipo de chistes. Le dije: 'Prefiero aprender a ponerlas yo, que basar mi relación en que me pongan unas cortinas. Gracias'. Ese comentario creo que a él ya le generó algo y quizá se quedó pensando que esto no debería ser así. 

¿Cree que es buena idea apostar por una serie política ahora que la gente está tan desilusionada? 

Buena pregunta. ¿Por qué apostar? Yo creo que es cuando más se necesita, porque la serie te lleva a hacerte bastantes preguntas. A mí, como actriz, me salían. ¿Esto sucede? ¿Esto es así? Desde esa duda, podemos llegar a muchas respuestas que conlleven a un cambio. Yo apoyo esto que se dice de que no hay grandes cambios, sino personas haciendo pequeñas acciones. Esta serie nos puede llevar a ello. 

¿Qué referentes reales ha tomado para prepararse este personaje?

He estado mirando a muchas de vuestras compañeras para ver cómo comunicaban y el aplomo y seguridad que mostraban al expresarse. Me fijé en concreto en una periodista muy importante de la que no hay mucha información y cuyo nombre ahora no recuerdo. Esto dice mucho de su trabajo: tener poder y tener ese factor sorpresa de que no la tengan muy bien ubicada. Y en cuanto a energía y expresión corporal me he fijado en el personaje de Jéssica Chastain en El Caso Sloane. Me fascinó la interpretación y la fuerza de su papel e intentado trasladarlo aquí.

La cadena ha apostado por usted también para la segunda temporada de Los Nuestros. ¿Cómo lo está afrontando? 

Yo estoy súper feliz y súper agradecida. En Los Nuestrosme emocioné desde los ensayos porque son cosas que suceden. Muchas veces por miedo, o porque creemos que no nos toca, nos tapamos los ojos y hay un mundo al que debemos prestar atención porque lo tenemos a las puertas de nuestras casas. A mi personaje, Elena, la capta una célula yihadista porque hay un vacío personal y ellos le dan un calor. Debemos preocuparnos porque esto no suceda. Vivimos un momento en el que nos entregamos a Instagram, al Candy Crash, a las redes... pero hay que nutrirse de otra manera. Si enviamos nuestra energía ahí, nos queda un vacío muy grande en el que pueden entrar. 

¿Ha notado que el machismo está más extendido en su profesión que en el mundo de la política? ¿O es igual?  

El machismo está tan generalizado que nos toca a todas en todas las profesiones de igual manera. Recientemente vi un gesto que no me gustó, un comentario supermachista de Mariano Rajoy. Y ninguna de las mujeres de su partido se atrevieron a pronunciarse sobre ello en defensa de la mujer. No me parece bien. Entiendo que lo hacen porque es su trabajo y no van a morder la mano que les da de comer, pero estamos en un momento en el que de alguna manera se podría hacer algo para demostrar que esto no puede ser así. Entre nosotras, debemos apoyarnos y cuidarnos mucho.

comentariosicon-menu1WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedinBeloudBeloud
FacebookTwitterlinkedin
arrow-comments

Comentarios 1

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

RománM
A Favor
En Contra

No sé quien eres monada, pero de acuerdo con tu aseveración, tu currículo avala la validez de tu opinión: https://www.instagram.com/p/BI4jHdTA5Pp/?taken-by=michellec_p

Puntuación 2
#1