Yon González se colocó hace unos días en el epicentro de la polémica después de que trascendieran unas declaraciones suyas sobre lo que opinaba sobre el feminismo. "Creo que ni el feminismo ni el machismo son necesarios", llegó a decir a Eslang en unas palabras que enseguida corrieron como la pólvora provocando numerosas críticas hacia el actor.
Durante la presentación de Las Chicas del Cable, serie de Netflix que protagoniza, Yon González y Martiño Rivas explicaron a ECOTEUVE.ES cómo el machismo se plasma en la serie a través de sus personajes. Si bien los dos coinciden en que el de Sergio Mur es el que lleva el peso de este problema, ambos reconocen que los jóvenes que interpretan también tienen detalles de un machismo que imperaba en los años 20, contexto en el que se ambienta la ficción.
"Casi todos los hombres eran machistas, entonces a nivel de matices sí que es interesante ver cómo la gente buena de la época también tenía ese punto de machismo", comenta Yon González. "Están enmarcados dentro de una época en la cual sí que había convenciones que a día de hoy, con la distancia del tiempo, creemos que no son moralmente aceptables", dice por su parte Rivas.
Las chicas del cable puede verse en más de 180 países. ¿Qué se siente ante un estreno de esta magnitud?
Yon González: Una alegría tremenda, porque es el mejor escaparate que podemos tener. Estamos muy contentos con nuestro trabajo en la serie y ojalá hagamos muchas más temporadas.
Martiño: Me genera curiosidad el hecho de que no descubres la trascendencia de algo que se exhibe en el extranjero hasta que no sales fuera. El año pasado fui a Cuba y en el aeropuerto nos pararon mucho tiempo, había una cola tremenda y vino una chica y nos dijo: Vosotros dos, venid. Y pensábamos que nos meterían en una habitación, que nos iban a cachear e interrogar y cuando estábamos en la puerta, me dice: ¿Tú eres el de El Internado? Pues ven por aquí para hacernos una foto. (Ríe) Es algo que cuando estás aquí no lo percibes. No creo que nos afecte hasta que no nos vayamos de vacaciones.
¿Se trabaja más tranquilo sin la presión de las audiencias?
Yon: Nunca he sentido presión por las audiencias. Como no hay nada en mi mano, bastante tengo con sacar el trabajo adelante. Si no funciona y nos vamos a la mierda, pues nos vamos todos a la mierda y ya saldrá otra cosa. Como nunca me ha preocupado ni lo he pensado siquiera.
Martiño: Las dinámicas de trabajo no han cambiado, lo que sí ha cambiado es la forma de exhibición y de cómo se consume la ficción. Pero eso tiene que ver más con el trabajo de los ejecutivos y de la gente de marketing, pero a nosotros dentro del set el trabajo es el mismo.
Yon: Bambú ha hecho siempre ficciones de este nivel y por eso Netflix ha contado con ellos. No es que tengan que subir la calidad porque es para Netflix, para nada.
¿Ha intervenido mucho Netflix en la parte creativa de Las chicas del cable?
Martiño: A mí eso no me consta.
Yon: Sí que ha habido muchos cambios de guion y, bueno, quiere decir que se preocupan mucho por el producto y están pendientes de hacerlo como realmente ellos quieren. Es muy inteligente por su parte, porque es diferente venderlo a nivel nacional, que de manera internacional donde entran en juego muchos países. Hay cosas muy potentes que han cambiado que a mí me molan.
La serie se presenta como "un canto feminista". ¿Qué papel jugaran los personajes masculinos?
Yon: La parte del machismo la juega un personaje, el de Sergio Mur, que lo hace muy bien y es el que tiene el peso de este problema.
Aquella generación vivía en un mundo machista. Casi todos los hombres lo eran. Por lo tanto, a nivel de matices sí es interesante ver cómo hasta la gente buena de la época tenía ese punto de machismo. Ni el feminismo, ni el machismo tienen que ser extremos, hay pequeños detalles y gestos que no molaban nada. Entonces en ese sentido sí que me gustaría remarcarlo, pero el grueso lo lleva Sergio Mur.
Martiño: Pero es que el personaje de Sergio Mur es un maltratador, trasciende ya la figura del machismo para ser una persona maltratadora...
Yon González: Sí, llevado un poco al extremo, bueno al extremo no, porque no llega a matarla. O sea, que hay más extremos todavía.
Martiño: Pero quiero decir, que es un maltratador. Yo no veo a los personajes inherentemente machistas, a los personajes masculinos. Sí creo que están enmarcados dentro de una época en la cual sí que había convenciones que a día de hoy, con la distancia del tiempo, creemos que no son moralmente aceptables. Ahora tenemos la capacidad de verlo como pautas de comportamiento machistas, o por lo menos donde no había igualdad de oportunidades... Pero es algo que tiene más que ver con ese marco temporal.
¿Cómo definiríais a cada una de Las chicas del cable?
Yon González: Es que son un poco el ying y el yang. Porque, por ejemplo, Nadia de Santiago hace el personaje de... ¿cómo se llama?
Martiño: Sí, Nadia hace de una chica de provincias.
Yon: Es como la ingenua, pero luego da la vuelta a las cosas y a la hora de tomar decisiones, y enfrentarse a cosas fuertes, es la más sensata. Y la que parece más dura al final es la más cobarde.
Martiño: Ellas tenían ese ejercicio con Carlos Sedes, uno de los directores. Les preguntaba cómo reaccionaría cada una de las cuatro ante un mismo conflicto para marcar pautas de comportamiento distintas. Yo la serie no la ha visto así que mi apuesta es tan válida como la tuya.