Miembro de la tercera generación de una emblemática familia de actores, Luis Merlo se unirá al equipo artístico de la novena temporada de La que se avecina, actualmente en grabación, para ponerse en la piel de un músico profesional que, tras su ruptura matrimonial, acudirá asiduamente a la consulta de Judith como paciente.
Merlo dio vida al popular Mauri, uno de los personajes gays de Aquí no hay quien viva, la serie previa a La que se avecina que emitió Antena 3. Adriá Collado, que interpetó entonces al novio de Mauri, también pasó por La que se avecina hace varias temporadas.
La incorporación del aclamado actor madrileño se enmarca dentro de las principales novedades de la nueva entrega de capítulos de la comedia, entre las que también destaca la integración de Paz Padilla en la papel de Chusa; Ernesto Sevilla como Teodoro, el hermano de Amador; Víctor Palmero, dando vida a Alba, el hijo transexual de los Recio; e Isabel Ordaz como Araceli, la exmujer de Enrique Pastor.
Tras ocho temporadas de éxito en Telecinco, La que se avecina, ficción creada por Alberto y Laura Caballero y Daniel Dorador, se ha convertido en un fenómeno televisivo, tal y como demuestran los 4.007.000 espectadores (23,7% de share) que congregó en la pasada temporada y el extraordinario seguimiento del que es objeto en redes sociales, con más de 1,9 millones de seguidores en sus cuentas oficiales de Twitter y Facebook.
Un pianista recién divorciado
Incontables éxitos, numerosos reconocimientos y la armonía sentimental con su pareja han jalonado durante años la vida personal y profesional de Bruno Quiroga, un brillante concertista de piano que se enfrenta al mayor revés de su vida cuando su esposa decide poner fin a su matrimonio. Tras la separación, el consumado pianista, profundamente deprimido, acudirá a la consulta de la reputada psicóloga Judith Becker en busca de ayuda. Compartir con alguien sus principales inquietudes y encontrar las claves para retomar las riendas de su vida serán los principales motivos que llevarán al músico a recalar en Mirador de Montepinar.
Sumamente inseguro, neurótico e inestable, Bruno acudirá con frecuencia a terapia con Judith, hacia la que desarrollará un claro síndrome de dependencia. La enfermiza y persistente búsqueda de atención de su paciente creará un problema añadido a la terapeuta que, una vez más, se situará en el punto de mira de los comentarios de los habitantes del complejo residencial.
Hijo de Calos Larrañaga y Mª Luisa Melo
Nacido en el seno de una conocida saga de actores, Luis Merlo acompañaba a temprana edad a sus padres, los intérpretes Calos Larrañaga y Mª Luisa Melo, durante sus giras teatrales, hecho que contribuyó a que viera la interpretación como algo natural durante su infancia.
Tras estudiar Arte Dramático, debutó como actor en la versión de Salomé de la compañía de teatro de Nuria Espert. En 1986 se estrenó como actor cinematográfico en la película Hay que deshacer la casa, a la que siguieron La senyora y ¡Por fin solos!, entre otros títulos.
En televisión destaca su labor en ficciones como El Internado, Aquí no hay quien viva -interpretación que le valió el Premio de la ATV al Mejor Actor en 2003 y el Premio de la Unión de Actores al Mejor Actor Secundario de Televisión en 2004-, Hospital Central, 7 vidas, Abierto 24 horas, Una de dos, Señor alcalde, La casa de los líos, Canguros y Compuesta y sin novio, entre otras.
Sobre los escenarios teatrales ha intervenido en más de una veintena de espectáculos, entre los que destacan Los 80 son nuestros, Bajarse al moro, Don Juan Tenorio, Calígula, Gorda, Tócala otra vez, Sam -interpretación galardonada con el Fotogramas de Plata al Mejor Actor de Teatro en 2010-, Deseo o El crédito.