Desprenderse de un personaje al que llevas dando vida durante más de una década no debe ser fácil. Antonio Pagudo, que se despidió hace un año del 'huevón' Javier Maroto en La que se avecina, ahora se mete en la piel de Xabier Zurita en Benidorm, la nueva comedia de los creadores de Allí abajo que se estrena este domingo 7 en Atresplayer Premium. "No tengo que demostrar nada, ni cambiar nada. Solo hacer mi trabajo", dice a ECOTEUVE.ES.
Para ser este notario vasco al que le quedan solo tres meses de vida por un tumor, Pagudo ha tenido que engordar después de la petición de César Benítez: 'Necesitamos un tipo de 45 años y que está sentado todo el día'. Claro, no puede estar físicamente a tope y nada, durante un tiempo me dejé, me abandoné un poco", cuenta.
El actor dice estar "muy contento" con el resultado de los ocho capítulos que forman la primera temporada y asegura que la confianza de la cadena es total. Tanto es así que ya están escritos los guiones de cinco episodios más, que iban a grabarse también. Sin embargo, todo se paró por el coronavirus y, aunque no está decidido aun que retomen el rodaje en un futuro, todo apunta a que sí. Todo dependerá de cómo reciba la audiencia la serie.
Lea también: Antonio Pagudo, de su salida de 'LQSA': "La productora cambió las condiciones del contrato, pero no fue por dinero"
¿Dónde le pilló la cuarentena?
Yo arranqué desde el set de rodaje de Benidorm. Nos dijeron que teníamos que parar, que nos quedábamos en los ocho capítulos de la primera temporada y nada, directamente a casa. Imagínate, después de estar casi cuatro meses fuera, me apetecía mucho estar en casa aunque tampoco había que alargarlo tanto.
¿Y la ha aprovechado bien? ¿En qué ha invertido todo este tiempo?
Bien en el sentido de que yo tengo un par de críos, una niña de siete años y un niño de doce, y he aprovechado todo el tiempo que no estoy con ellos. Me ha sorprendido muchísimo que la cuarentena se me pasara tan rápido y que me diera tan poco tiempo para hacer cosas. Si hiciera un balance, he hecho muy poquito, no como toda esta gente que ha hecho webseries, ha escrito mogollón de libros... Algo he pintado, pero habitaciones, así de brocha fina.
Los actores no somos la referencia. El resto de la gente lo pasa mucho peor porque tiene que volver a trabajar y yo estoy obligado a estar parado. He tenido estas vacaciones obligadas. En el teatro, con Perfectos desconocidos, aun no sé cuándo nos vamos a incorporar porque la primera fecha que nos dieron fue julio y ya vamos por agosto.

Ha dicho que interrumpieron la grabación después de grabar la primera temporada. ¿Eso quiere decir que Benidorm tiene garantizada su continuidad?
Ya sabes que ahora las temporadas tienen ocho capítulos y nosotros empezamos a trabajar, y al muy poco tiempo, empezaron a escribir cinco más capítulos. Estaba gustando lo que estaba saliendo, estaban muy contentos y teníamos que aprovechar el tiempo que se puede grabar en Benidorm que, en cuanto arranca la temporada alta, es muy complicado por la cantidad de gente. Ojalá se puedan grabar.
Que la cadena tenga tanta confianza en un producto nuevo, reconforta al actor, ¿no?
Yo estoy muy contento porque todos hemos puesto muy cariño. Piensa que es un elenco maravilloso, que lleva mucho tiempo en esto y que sabe hacer las cosas. En cuanto notas que los productores y los directores están contentos, ves imágenes y ves que son muy bonitas...
Lo que estábamos viviendo entre nosotros era una especie de Gran Hermano porque no somos de Benidorm y tenemos que estar en un hotel, que eso implica vivir, casi a tiempo real, la experiencia del personaje. Y como dice Gorka, 'lo hemos hecho bonito'. Hemos hecho las secuencias como nos gustan a nosotros, sin tener en cuenta al espectador ni a nadie, solo lo que sentíamos que tenía que pasar en esa secuencia. La relación va creciendo y se va ahondando en las emociones.

¿Qué tal ha sido la experiencia de trabajar con María Almudéver, que en la ficción da vida a Candy?
Muy bien. He tenido mucha suerte de tener una compañera como ella. En cuanto supe que era María, con la que ya había coincidido en una película hace 14 años [El síndrome de Svensson], sabía que íbamos a hacer un producto con muchísimo trabajo detrás porque a mí me gusta meternos en harina, darle vueltas a las situaciones y sacarle partido.
Cuénteme cómo llegó a sus manos Benidorm. ¿Cuando fue la primera vez que le hablaron de la serie?
Fue una locura todo porque fue muy rápido. Yo estaba con los bolos de teatro, iba a celebrar el cumpleaños de mi hijo y, de repente, recibo una llamada de casting. Estoy hablando del 4 de octubre. Hice la prueba y el 11 me están diciendo que sí. Prácticamente no tengo tiempo de terminar la temporada de la gira y tienen que retrasar el arranque y el 25 ya estaba en Benidorm. Nunca me había sucedido algo así.
Después de 154 episodios dando vida a Javier Maroto en La que se avecina, me imagino que no será fácil crear a otro personaje desde cero. ¿Ha sido su mayor reto?
Yo no tengo que demostrar nada ni cambiar nada, solo hacer mi trabajo. Es que, muchas veces, por intentar desmarcarse de un personaje te metes en un berenjenal. Sencillamente, he hecho caso de lo que me marcaban mis directores y los creadores, que tenían a Xabier metido en sus cabezas. La cosa es que, en el proceso de casting, algo hice que les llevó a pensar que yo tenía que interpretar a ese personaje. A partir de ese momento, me dejé guiar por ellos, que fueran acotando y dando vida.
Lo que sí es evidente es su cambio físico...
Sí. Me lo pidió César Benítez: 'Necesitamos un tipo de 45 años y que está sentado todo el día'. Claro, no puede estar físicamente a tope y nada, durante un tiempo me dejé, me abandoné un poco (risas) para darle un poco más de peso. La verdad que conseguimos un personaje completamente diferente y a muchos compañeros que venían a ayudarnos en diferentes episodios les impactó.

¿Benidorm supone una el primer pasito de un largo camino en Atresmedia?
Yo estoy muy contento con la producción, con las formas que tienen de trabajar. Ya estaba en la plataforma con Terror y feria, y de alguna forma es como seguir ese camino. Me gusta el grupo, estoy muy contento. Me siento un artista muy libre y me muevo por el amor del proyecto, cuando no me gusta lo que sucede me voy intentando ser discreto.
Hablemos de LQSA. Cuando hace unos meses hablamos con Alberto Caballero, nos dijo que su salida fue precipitada e, incluso, la llegó a calificar como "putada": ¿Qué fue lo que ocurrió?
Fue precipitada en el sentido que cambiaron las condiciones del contrato que tenía actualmente, iniciamos un proceso de negociación, al que no llegamos a un acuerdo. No fue una propuesta que viniera de mi parte, ni siquiera tema de dinero ni artístico. Era una forma de hacer las cosas que, justo antes de arrancar la temporada, la productora nos sorprendió con esos cambios y, bueno, eso fue lo que sucedió.
Me colocaron en una situación en la que la gente, incluso los compañeros, me dijeron que si quería cambiar, que sí quería hacer otras cosas... No, yo no quería hacer otras cosas, termino haciendo estas cosas, pero no fue el motivo.

El primer capítulo de la temporada 12 se resuelve cómo apañaron su salida: Javi deja a Lola porque se ha enamorado de Martina. ¿Qué le parece que se haya resuelto así? ¿Le ha dado pena salir de la serie de esta forma?
A mí me hubiera encantado otro tipo de salida, pero no ha sido cosa mía. Nunca fue mi intención. Siempre que hablábamos yo quería acompañar a mi personaje hasta el final, darle un final de otra forma. También te digo que no es una cosa que dependiera de mí, yo no he motivado eso. Sí había oído por compañera que estaban pensando en esa opción porque lo de Martina es lo más sencillo.
Se habla de que la temporada 12 podría ser la última tal y como la conocemos y que el futuro de la comedia puede estar en una mudanza o un spin off. Como espectador, ¿por qué opción se decanta?
Francamente, esa situación de que LQSA se acababa la he vivido muchos años, sobre todo cuando arrancamos y gracias a FDF fue el repunte. Creo que ellos [hermanos Caballero] tienen ganas ya de hacer cosas diferentes, de hecho arrancaron con El pueblo, que les ha ido genial, y han cambiado de aire. Una serie que tiene doce años tiene mucho peso, y las repeticiones hacen que, de alguna forma, estemos en el hogar de la gente. Supongo que intentarán una buena forma de reinventarse para poder continuar con ella, por lo menos, seguir con el mismo estilo, la forma de contar.