Las telefonistas han vuelto con el lanzamiento en Netflix de la cuarta temporada de Las chicas del cable. Los personajes de Blanca Suárez y Ángela Cremonte, Lidia y Elisa, están más unidos que nunca después de los últimos acontecimientos. En el caso de la primera, tendrá que lidiar con un "maltrecho" Francisco (Yon González).
Por su parte, Cremonte afirma que Elisa "quiere estar de una parte concreta de la familia. Ella toma partido e intenta participar en la empresa familiar de la que considera que es suya. Pero es muy difícil que su gente le dé credibilidad. Se la tiene que ganar".
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Coincidiendo con la trama política de Carlota (Ana Fernández), ECOTEUVE.ES pregunta a las actrices si se animarían a dar el paso: "Creo que para ser político y tener un éxito considerable hay que pasar por encima de bastantes cosas y sacrificar muchas otras", contesta Blanca, a lo que Ángela dice que es más partidaria de hacer "micropolítica con pequeñas acciones".
Por último, las protagonistas tienen "muy claro" qué serie de la plataforma se pedirían: "¡The Hauting of Hill House!", dice al unísono. "Es maravillosa e increíble. Me quedaba pegada al sofá", dice Blanca. Ángela apostilla: "Hay algo de las series sajonas que me gusta particularmente".
Sinopsis de la cuarta temporada de 'Las chicas del cable'
La cuarta temporada de Las chicas del cable comienza en septiembre de 1931, un año después de la explosión en la Compañía. Un periodo histórico marcado por el fin de la monarquía y un nuevo régimen político: La República.
En la calle, la lucha por la igualdad, los derechos y las libertades de la mujer es un hecho. El acceso a la formación, a cargos públicos y el derecho al voto marcarán un antes y un después. Las chicas serán abanderadas de estos nuevos éxitos, pero nuevos obstáculos surgirán en su camino hacia la libertad.