En Madres forzosas, continúan las aventuras que empezaron en 1987 los Padres forzosos. En esta entrega, la veterinaria D.J. Tanner-Fuller acaba de enviudar y vive en San Francisco. Su hermana y aspirante a música Stephanie Tanner, su mejor amiga, Kimmy Gibbler y su guerrera hija adolescente Ramona se mudarán con ella a la casa de su infancia para cuidar a sus tres hijos: el rebelde Jackson, de 12 años; el neurótico Max, de 7 años, y el bebé Tommy Jr.
No vale madres forzosas, es lo peor que ha hecho Netflix. Padres forzosos era ñoña, pero se podía digerir. Pero esto es una basura imposible para tragar será. Y se lo dice una.chica que ha visto muchas series.
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