El misterio de Cuarto Milenio se vuelve a trasladar a la calle con la nueva exposición Una historia de miedo -hasta el 7 de julio en el espacio Fandome de Madrid-, aunque la verdadera experiencia es escuchar a Iker Jiménez y descubrir los "temores" del piloto de la nave misterio: "Ver el informativo, que yo a veces tengo que apagar", dice a ECOTEUVE.ES. "Estamos constantemente machados con imágenes muy negativas".
Lo que es un verdadero enigma es que Cuarto Milenio sea el único programa de Cuatro que resista a los enésimos cambios de estrategia de Mediaset. Jiménez tiene claro cuál es la clave del éxito de estos 15 años en antena: "Hemos sobrevivido a todo por la gente".
Sin embargo, y aunque resulte extraño, no todo funciona igual de bien en el programa. "No puedo poner un fantasma o un exorcismo al principio porque parte de los espectadores huyen", dice. Entonces, ¿qué es lo que mejor funciona? "Asuntos de geopolítica, criminología, historias de genios españoles olvidados...".
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¿Cuál es su mayor miedo?
Que hagan daño a alguien que quiero. Y el temor de ver el informativo, que yo a veces tengo que apagar. Hay que contar las cosas pero llega un momento que tú estas comiendo y dices 'joder, me han metido en la mente 28 imágenes terribles, de falta de empatía, de gente que se quema y le graban en lugar de ayudarle... y luego la siguiente noticia es un asesino de niños, una mujer descuartizada...' Es una pena porque tenemos más medios que nunca para ser felices, pero estamos constantemente machados con imágenes muy negativas.
¿Esto siempre ha sido así?
Yo me lo pregunto todos los días. Cuando te metían en la cámara de gas o en el Medievo te cortaban la cabeza era desagradable también y lo concebimos. A lo mejor, el ser humano siempre ha sido igual de mezquino y cruel. Ahora tienes imágenes de todo porque un móvil es una agencia de noticias: nunca hubieras visto a un hombre tragado por las escaleras mecánicas. Ahora, sí.
¿Cómo valora el tratamiento de los medios en caso tan mediáticos como el rescate de Julen?
A mí me tocó en Milenio Live transmitir desde mi casa lo que estaba pasando. Yo intenté hacerlo con objetividad máxima. Se critica mucho a los compañeros por cómo tratan. No lo sé y no me quiero meter porque soy periodista de sucesos. Hay de todo: he visto cosas desagradables y otras que son menos criticadas que me parecen mucho más tremendas.
¿Por ejemplo?
Mucha gente que hace mofa del físico por la gracieta y el humor, luego los ves diciendo 'stop bullying'. A veces, hay gente que con el aparataje del humor se está metiendo con la gente porque es alto, bajo, gordo... Yo no entiendo esa incoherencia. Estamos en un mundo en el que nos dicen que hay que estar con las causas más nobles, pero al mismo tiempo estamos calificando a la gente perfectamente si no es perfecta. No solo es el crimen, al final estamos en una sociedad un poco tremenda.
Muchos famosos le cuentan sus experiencias paranormales. ¿Le ha sorprenden sus historias?
No te lo puedes imaginar. Da igual el partido político, el cargo militar, la solvencia como empresario o lo icono que seas de la moda. Si pudiera hacer esas charlas tendría un éxito increíble. Me lo cuentan a mí pero yo no tengo una varita mágica, yo soy periodista. Las máximas autoridades sociales han vivido cosas a nivel de Cuarto Milenio.
¿En esa élite predomina la superstición o son más asépticos?
No sé qué decir porque me he encontrado de todo. Incluso gente con más preparación, que son los que más te chirrían y a veces pasa que el que no cree nada, y que además se ha reído de esto, es el que ve.
¿Qué temas suben y bajan la audiencia en Cuarto Milenio?
Sube la audiencia todos los temas que a priori no los identificarías con el programa como la geopolítica cuando acude Pedro Baños, la criminología, experimentos con el cerebro... Funciona muy bien las historias de científicos o genios españoles olvidados, cosas que puede hacer Cuarto Milenio o La 2. Sin embargo, el miedo baja la audiencia: metes un fantasma o un exorcismo y es muy probable que yo no lo pueda llevar al principio del programa porque parece que ahuyenta a una parte de los espectadores.
¿Lastra el horario del programa?
Mucho, pero también la competencia y la publicidad, pero es la televisión comercial y nosotros vivimos de eso. Es verdad que es como si en nuestra exposición te estuvieran deteniendo constantemente. Son gajes del oficio.
Mediaset ha reformulado la cadena en numerosas ocasiones pero Cuarto Milenio resiste.
Sí. La primera vez que se presentó era noviembre de 2005. El mundo era completamente diferente y hemos sobrevivido a todo por la gente. Si valoráramos lo que es mantenerse quince años en televisión semanalmente, creo que no hay muchos más ejemplos.
¿Han cambiado muchos los temas desde entonces?
Todos los temas que tienen que ver con la conspiración es porque la gente se fía mucho menos que antes con las autoridades: tóxicos en el aire o en las tetinas de los biberones... La gente siente que le han engañado mucho tiempo y ahora accede a las redes sociales y cree que tiene una información más auténtica. Por eso, desconfía del poderoso y del periodista.
Twitter es una vía para las fake news. ¿Le han matado alguna vez?
Creo que matarme no. Ten en cuenta que después de 30 años en la profesión y quince en la tele, he vivido todas las campañas en contra que se puedan tener, todas las risitas o miradas por encima del hombro, la sensación de que tú eres menos periodista o de que todo está guionizado. Me encantaría decir a la gente joven que si tienen entusiasmo siempre va a haber un entorno muy cercano que te van a decir que tú no vales y que el otro lo hace mejor. Vivimos en el mundo del vampirismo psíquico.