Primero fue la comida en las residencias de ancianos. Luego el fraude del atún rojo. Y esta noche toca el turno a los catering ilegales. ¿Te lo vas a comer? es el último triunfo de La Sexta -líder en su estreno con un 14,6% contra OT- y, quizás, uno de los menos esperados aunque al frente tiene a una garantía de éxito: Alberto Chicote.
Con este programa de investigación el chef cambia de registro y trata de destapar clamorosas irregularidades que tienen que ver con la comida. "Son temas que me preocupan mucho", dice a ECOTEUVE.ES. "Y es un paso natural que ya han dado otros compañeros como [el cocinero británico] Jamie Oliver".
¿Cómo te has sentido en esta faceta de periodista?
No es periodismo, porque hay un equipo que hace esa labor. Es pensar que esto me interesa y que tienes la capacidad de sacarlo a la luz. No hace falta hacer cine para saber si una película te gusta.
Se me da bien contar cosas a la gente en televisión. Mucha gente me decía: ¿Cómo puede ser que hagas programa de alimentación cuanto a ti te sobran kilos? Pues es que igual lo cuento mejor que tú. En este caso son temas que me preocupan mucho y que tienen que ver con mi mundo y es un paso natural que otros compañeros míos de otros países ya han dado, como Jamie Oliver. Me apetecía hacer algo más que el mero concurso televisivo, con más compromiso e implicación. Hay gente que necesita que se le dé esa voz.
¿Has sufrido alguna agresión?
No. Estaría bonito. Amenazas, sí. Gente que te dice que va a ir a por mí, pero eso me importa poco.
¿Cuando se encuentran contigo saben previamente que vas o te presentas din avisar?
No. Muchas veces hemos ido a puerta fría.
¿Cómo se tomaron que llegues de repente y les pongas la cara colorada?
A nadie le gusta. Cada uno reacciona como puede o sabe. Sí es cierto que ser una cara conocida ha podido ayudar a tener un primer contacto, pero luego hay lo que hay. Tienes que ir muy asegurado con las pruebas por delante.
¿Cómo te has protegido de las emociones?
Hay cosas que si no te llegan es que no estás vivo. Uno de los casos más emocionantes fue un señor que todas las tardes visitaba a su mujer en una residencia y le llevaba un trozo de melón porque no estaba seguro de que le dieran fruta. Es implicación y siempre hay que hacerlo así, aunque algunas cosas no sean agradables. También me implico en Pesadilla en la cocina, cuando desde el primer momento pienso que el restaurante al que ayudo es el mío.
¿Has hecho alguna contención de carácter para no reaccionar como en 'Pesadilla'?
Son cosas diferentes. Cuando te enfrentas a alguien a quien no conoces de nada procuro que la relación sea lo más amable posible hasta cuando tratas cosas delicadas, como por ejemplo decirle que hay un problema y que no hace bien su trabajo. Son conversaciones únicas con gente a quien pides unas explicaciones en ese momento.
En Diario de, Mercedes Milá decía que todo el mundo le temía cuando le veía por la calle porque se pensaba que les iba a reclamar algo. ¿Crees que te puede pasar lo mismo?
Si alguien se tiene que preocupar al verme, él mismo se está respondiendo. Cuento con que serán más los que lo agradezcan.