"Para criticar tienes que conocer". Bajo esta premisa, Frank Cuesta, antitaurino confeso, se ha metido de lleno en el mundo de los toros en un especial de cuatro entregas en los que vivirá una corrida en Las Ventas de Madrid y compartirá impresiones con asociaciones animalistas. ECOTEUVE.ES ha asistido a la presentación de Wild Frank Toros, que llega este domingo (21.30) a DMAX. [El "cheque gordo" que Frank rechazó]
"He aprendido a respetar a la gente del mundo del toro porque me ha abierto los ojos para bien", dice en referencia a un vídeo que publicó hace unos años en YouTube, en el que explicaba que a los toros se les hacía numerosas calamidades antes de saltar al ruedo. "Hay gente que no lo va a entender, pero he conocido a gente muy buena en este mundo y que ven el sufrimiento del animal de otra manera", declara.
Tras opinar que el mundo taurino tiene tanto "cultura" como "tortura", Frank Cuesta afirma que a las corridas taurinas les queda "diez años como máximo" y aboga por un "plan de reestructuración" porque "hay mucha gente, antitaurina también, que trabaja de esto y tiene que dar de comer a sus hijos".Y es que el impacto económico de la tauromaquia en España es de 1.600 millones de euros al año, según ha apuntado la cadena. La corrida es la "parte ínfima" de la vida del toro, ya que detrás hay "ganaderos, transportistas, veterinarios, gente que trabaja en el campo, mataderos, las tiendas...".

"Hay muchos animalistas desde casa"
Para el herpetólogo ha rebajado su discurso antitaurino. "Eso es una dictadura", dice. Aquí es donde entran en juego los animalistas: "No se puede cambiar algo saltando a una plaza y diciendo 'yo salvo al toro' porque ya se sabe que tú estás en contra. Si lo quieres luchar, hazlo en el juzgado, con leyes...". "No se puede llamar 'asesinos' a los toreros porque el matadero lo es, el pescador es asesino y el que se pone unos zapatos también", señala.
Frank Cuesta pone en tela de juicio el concepto de animalismo que existe en España y afirma que solo el 20% son los que "se juegan el tipo y sacrifican su vida". Por el contrario, el 80% restante son "animalistas desde casa, que nunca han ido al campo ni saben de dónde vienen los huevos e insultan al torero cuando tiene una cogida". "Hay una parte del animalismo que hace tanto daño que refuerza el mundo del toro", concluye. [El cabreo de Frank Cuesta con sus haters: "¡No valéis ni la mierda que cagáis]
