Diecisiete años lleva Chenoa metida en la casa de los espectadores desde que saltara a la fama en la primera edición de OT. En este tiempo ha desarrollado una "carrera de fondo" en la música que ahora ha comenzado a "diversificar" con trabajos en televisión. Compagina su vida sobre los escenarios con Zapeando y Tu cara me suena, cuya séptima edición llega esta noche a Antena 3. "Se llama evolución", dice a ECOTEUVE.ES.
¿Vas a mantener el papel 'nueva'?
A mí me flipa hacerme la rubia. Desde ahí trabajo mejor, tengo licencia para despistarme. Las carreras son de cinco años, pues ya llevo tres, estoy diplomada, es como si me hubiera hecho un módulo, pero hasta que no lleve los cinco años no me darán la Licenciatura. Me tengo que ganar el sitio todavía.
¿Qué concursante cree que va a sorprender más?
Tengo curiosidad por ver a mi Brays Efe -¡Por favor, cómo es!- haciendo papeles que me puedan sorprender, sobre todo porque tiene una libertad interna que me alucina. Cuando lo vi haciendo de Paloma San Basilio, dije: '¡Es Paloma, ha agarrado su espíritu!'. A mí eso me apasiona porque yo no sé imitar. Me da rabia intentar hacer la voz de alguien y que me salga la de Manolo García.
¿Por quién más siente curiosidad?
A María Villalón no la tengo tan pillada pero me han dicho que va a sorprender bastante. Y Anabel Alonso va a dar mucho juego. Y lo de Corbacho es tremendo. Ya lo demostró cuando vino a hacer de Mario Vaquerizo…
¿No te da pudor tener que valorar a artistas veteranos como Soraya o Carlos Baute?
No, porque vienen a divertirse y cada uno tiene, dentro de su profesionalidad, un papel asignado. Además, trabajo desde el cariño, no soy nada ofensiva, al contrario. Diana Navarro un día sí se enfadó bastante, pero luego nos tomamos algo… ¡Yo es que soy más facilona que la tabla del uno! Puedo tener más o menos carácter, pero no trabajo con la maldad.
Pero un comentario técnico igual molesta más que otro tipo de valoración...
Pues quien se pica, ajos come. A mí tampoco me gustan a veces las críticas que pueda leer por ahí y pienso: 'O te bloqueo o te hago caso'.
¿Cómo te sientes trabajando en Zapeando?
Para mí ha sido una de las escuelas más importantes de la tele porque trabajamos como una coral en la que tenemos que darnos todos pie, y eso no lo había hecho nunca. Al principio estaba muy tensa y he tenido que ir aprendiendo. Introducirme era difícil, pero lo intento.
¿Qué es lo que más te costó?
Ser la nueva otra vez, pero no me molesta, me gusta salir de la zona de confort. ¡Es que si no, no avanzas! La música la tengo y estoy parida en la tele, así que nado bien ahí.
Tienes un contrato de exclusividad con Antena 3. ¿Te gustaría presentar algún programa?
¿Por qué no? Yo no digo que no a nada, igual que si me ofrecen una serie. En Estados Unidos es diferente, en España parece que si eres cantante no puedes hacer otra cosa, está costando más, pero ya nos permiten más flexibilidad. No es que haga tele porque no me funcione la música, no. Puedo ser polifacética, es una opción de vida. Pero entiendo que a veces suene extraño.
Presentar, sí, pero sé que tengo mucha personalidad y a veces se me notaría encorsetada si me manejas mucho, porque yo no sé mentir.
¿Qué formato te gustaría presentar?
De todo, menos deporte, que se me da fatal.
¿Y en qué tipo de series te verías actuando?
En alguna Almodovariana, seguro. Me han ofrecido alguna, pero estaba con música y no lo pude coger.
¿Hace años imaginabas que te podrías diversificar profesionalmente?
Yo empecé con 16 pero siempre he querido saber algo más además de cantar. Se llama evolución. En España parecía hasta hace unos años que si hacías una cosa, como cantar, no podías hacer nada más. Pues no, señores. Por suerte han llegado formatos que han contribuido a que puedas hacer más cosas y no se ve extraño.
Donde se te echa de menos es en OT.
Lo sé, pero claro… Imagínate, es que no puedo con todo a la vez. Me preguntaron si lo veía y dije que no, que tenía que dormir. Dije algo humano y se tomó fatal, es que no podía verla porque me tenía que levantar a las seis de la mañana a hacer otras cosas. Pero vaya, yo soy de OT1, ¡Cómo voy a menospreciar un programa que me ha parido! Jamás haría eso, nunca, en mi vida. Sería morder la mano que te da de comer. De hecho, a día de hoy sigo en contacto con Ángel Llàcer, Noemí Galera, Poty y mucha gente más.