
Nico Abad interrumpió este miércoles su espacio sobre el Mundial en BeMad para conectar con su compañera María Gómez, quien pidió la palabra al presentador para lanzar una denuncia contra una situación que se viene repitiendo casi cada día desde que arrancó el torneo en Rusia.
Durante las últimas semanas, son muchas las periodistas que se encuentran cubriendo el campeonato y que sufren el acoso machista de hombres que las increpan mientras realizan su trabajo. "En el otro lado, está lo que os está pasando a muchas reporteras en este Mundial. Me lo has comentado y he dicho: Esto hay que hacerlo público, hay que decirlo y pedirle calma a la gente", empezó diciendo Abad dando paso a su compañera.
"La indignación es cada día más potente. Cada vez, nos llegan más noticias de reporteras, entre las que me incluyo e incluyo a nuestra compañera Cristina, que mientras estamos trabajando en la calle, sufrimos el acoso de maleducados. No voy a decir listos porque son todo lo contrario", empezó diciendo María Gómez.
"Son gente con copas de más, incluso ni eso, que se abalanzan sobre nosotras, nos intentan dar un beso, nos molestan mientras trabajamos o directamente sufrimos una avalancha de aficionados y tienes miedo de caerte o de que ocurra cualquier cosa", dijo describiendo una situación que lamentablemente suele ser habitual en las conexiones de eventos deportivos.
María Gómez explicó que ella ha sufrido una situación similar, motivo por el cual decidieron dejar de hacer conexiones desde la calle: "Un listo se nos tiró encima a hacernos lo que le ha pasado a una compañera colombiana, a otra alemana y a otra brasileña, que han denunciado que un listo se les lanzaba para darles un beso", dijo antes de ver unas imágenes en las que una de ellas pedía al espontáneo que no le volviera a hacer eso, ni a ella "ni a ninguna otra mujer".
"Me parece surrealista que lo tengamos que pedir. Basta ya de este tipo de actitudes y de hombres. Somos trabajadoras, no floreros y no estamos esperando besos que no pedimos. No somos muñequitas que estamos en la calle. Somos profesionales y solo pedimos respeto. Entendemos la euforia y la alegría, pero paremos ya con este tipo de situaciones que parecen del pleistoceno", sentenció enfadada la periodista que se encuentra en Rusia cubriendo el Mundial para Mediaset.