Alicia Cao ha estado dos meses y medio guardando en secreto que ella era la ganadora de Maestros de la costura, el talent de diseño que este lunes terminó en La 1. Se impuso en la final a Antonio y con su victoria se vengó del grupo de concursantes que durante toda la edición ha estado afeando su trabajo. Sospechaban que sabía coser mejor de lo que admitía y eso les reventaba, especialmente a Eduardo.
Alicia mantuvo la cabeza fría ante los comentarios de su compañero, convertido en rival, y consiguió llevarse el premio. Ahora prepara su colección cápsula que se venderá en El Corte Inglés y piensa montar su propio taller con los 50.000 euros del premio en metálico que consiguió. ECOTEUVE.ES habla con ella en el día después de su triunfo:
¿Estás satisfecha del diseño con el que ganaste?
Me vino a la cabeza hacer algo personal. Es un diseño que llevaba pensando desde hace tiempo, aunque haya quien pueda creer que es algo infantil o muy de princesa.
¿Creías que era posible poner de moda la costura en televisión?
Es maravilloso que gente que nunca se haya interesado por esto ahora vea el programa y piense que puede hacerse su propia ropa.
¿A quién te gustaría vestir?
A la reina Letizia estaría muy bien, por supuesto. Quien ha visto la colección que he preparado me ha dicho que le pega. Y me gustaría volver a diseñar para Eugenia Silva.
¿Algún miembro del jurado te ha hecho una oferta para llevarte de aprendiz a su taller?
Creo que los tres estarían encantados de recibirnos a todos, pero no ha habido una propuesta personal.
¿Por qué te odiaban tanto tus compañeros?
Ha habido alguna situación desagradable que en ningún momento quise provocar con mi actitud. Lo intenté llevar como pude y, quitando las faltas de respeto, ahora todo está bien y prefiero quedarme con lo bueno.
¿Cómo pudiste mantener la concentración y evadirte de una situación tan incómoda?
Siempre he pensado en lo que estaba haciendo allí y cuál era mi finalidad en el programa. Si fuera Supervivientes, igual me hubiera venido bien hacerme amigo de alguien, pero en este caso me daba igual. Me seguí comportando de forma educada con ellos y me dediqué a coser.
¿Cabeza fría y morderte mucho la lengua?
¡Sí, debo de tener unas llagas! No quise hacer una guerra de nada, porque no soy así. Quise mantener la compostura y la educación porque hay que estar por encima de los momentos de rabia, en los que sale más lo animal que lo humano. La templanza obedece a la paz interior, que era lo más importante en ese momento.
Eduardo, concretamente, te ha atacado directamente, incluso recientemente lo hizo a través de las redes sociales con algún comentario feo.
Eso raya en la mala educación. Es lo que más me molestaba. Una cosa es que no te caiga bien, pero yo le decía: 'Para lo poco que te importo, siempre me tienes en la boca'. Al final no sabía como hacerlo. Es una cosa muy desagradable, pero he demostrado estar por encima de eso y hay que hacer oídos sordos.
¿Lo has solucionado con él?
No, porque la solución viene cuando hay un problema común, pero creo que queda claro cuál es el problema y lo tendrá que solucionar él solo.
¿Era un programa de envidia? Siempre te tenías que excusar por hacerlo bien...
Es hasta ridículo, cuando lo pienso me da la risa. El programa ha sido como comprimir la sociedad en 12 personas. Cada uno éramos de nuestro padre y nuestra madre y nos tocaba estar con gente que nos puede caer mejor o peor.
¿Crees que se le tiene más manía a quien más destaca o quien mejor hace su trabajo?
Mi padre me decía algo maravilloso. Cuando ellos eran pequeños se fijaban en quien lo hacía bien, pero yo he nacido en otro momento. Desde pequeña me he dado cuenta de que quien sacaba buenas notas era el empollón en vez del jodido crack, pero bueno... En ningún momento he pensado que era por envidia porque eso me hubiera hecho caer en una bola de ego que me habría ido fatal.
¿A quién te llevas del programa como amigo?
Hablo muchísimo con Pa y Luisa, a quien me llevo en el corazón. Con los gemelos también, porque me han animado mucho, me envían ropa, me escriben... están muy felices por lo que me está pasando y cuando pasó todo esto me decían que, si ellos hubieran estado en el programa [fueron expulsados antes],hubieran dicho que eran mis amigos. Son muy buenas personas.
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