El cambio físico de Dakota no ha defraudado a nadie. Una de las adolescentes más agresivas de Hermano mayor ha protagonizado el Cámbiame de este lunes y, pese a que se había encargado de pedir que no le tocara el pelo, ha ocurrido lo contrario. "El pelo no sé me toca porque no sé donde pueden acabar las tijeras", decía.
Así, la alicantina perdía los nervios en el taller del make over de Telecinco con Cristina Rodríguez, la encargada de su transformación. "Me habéis jodido la vida. Lo toco y está todo asqueroso. Ahora me sacáis ante toda España y que me vea lo que me has hecho en el pelo. Tú te lavas las manos", le gritaba a la estilista.
Sin embargo, minutos más tarde Dakota salía por la pasarela muy nerviosa y pendiente de ver su pelo. Mientras, los estilistas se encargaban de tranquilizarla. "Estoy nerviosa, por favor, pónmelo", pedía a Carlota Corredera. Pese al monumental cabreo, finalmente sí le gustó: "No está mal, ¿No? Bueno, si, está bien". Por su parte, Belén Esteban, que estaba detrás de las cámaras, ha puesto la anécdota de humor colándose en el plató: "Estás muy guapa".
Su cambio, un 'paseo de espinas'
La transformación de Dakota no ha sido un camino de rosas para Cristina Rodríguez. De hecho, la figurinista reconocía tener "un poco de miedo" al principio: "he visto tantas cosas tuyas que, por una parte me muero por hablar contigo y por otra, me da un poco de miedo". "He cambiado interiormente y ahora quiero cambiar físicamente y ponerme superguapa", explicaba Dakota.
A continuación, la estilista reflexionó con Dakota sobre ser madre en un futuro y su educación lejos de la violencia, aunque por un momento una expresión recordara sus peores tiempos: "Si se portan como yo les parto la boca en dos. Si me contestan como le respondía a mi madre, le rompo la boca". "La violencia nunca se soluciona con violencia. Hay que poner límites antes de que llegue", recomendaba Cristina pese a que ella no lo veía así.
Minutos después, Dakota rompía a llorar al recordar a su hermano fallecido cuando ella tenía 17 años, causa de su comportamiento. En el programa de Pedro García Aguado le resultaba imposible ir al cementerio: "Lo he superado, ahora puedo hablar de él Lo quería mucho". "Mis padres lo son todo. Les quiero", concluía entre lágrimas.
