Paz Padilla regaló a Calleja sus momentos más íntimos en su viaje por África, lo que también se tradujo en datos de audiencia, con récord histórico en Cuatro. El aventurero leonés llevó a la presentadora de Sálvame al Tempo de las pitones, un lugar en Benín en el que se realizan rituales de vudú.
Allí, conoció a un sacerdote que le llevó hasta un árbol de más de 600 años y que sirve para rezar y pedir todo lo que se quiera. "Se piden muchas cosas: un buen matrimonio, hijos, trabajo, cualquier cosa", explicaba él. "Yo si quiero quedarme embarazada, ¿podría? preguntó Padilla. Con todo, la humorista se acercó al tronco, puso su mano izquierda y empezó a decir: "Quiero ser madre. Soy un poco mayor, pero podría ser madre, ¿verdad? Todavía tengo óvulos. La naturaleza nunca se sabe". La también actriz de La que se avecina tiene 48 años y tiene una hija de 21 años.
Más tarde, ya con Calleja, Padilla no podía ocultar su debilidad con los más pequeños: "¡Ay qué monos! Muero con ellos. ¡Ay, por favor qué bonitos!". "La pena mía es no haber tenido más porque creo que tengo mucho amor para dar. Qué pena. Me hubiera gustado cinco, seis, siete...", dijo emocionada para después poner su particular toque de humor: "¿Te imaginas que me quedo embarazada con el vudú?. Llamo al 'Cuarto Milenio'".
Su llamada a Sardá por 'Sálvame'
Paz Padilla también desveló en Planeta Calleja cómo llegó a Sálvame y a quién pidió consejo: "A mí me cogen porque voy a hacer una entrevista a Sálvame Deluxe y estaban buscando un sustituto para Jorge [Javier Vázquez] y como yo soy tan payaso, y me lo ofrecieron". Aunque al ser un programa del corazón tuvo que reflexionar después para tomar una decisión. "Era un momento de crisis y hay que trabajar. Llamé a Xavier Sardá para contárselo y me dijo 'tú puedes hacerlo perfectamente. Haz tu propio Sálvame".
A continuación, el leonés le preguntó con qué colaborador del programa de Telecinco se iría de vacaciones. "Depende qué tipo de vacaciones. A Lydia le gusta mucho las tumbonas; a Mila le gusta más conocer y saber y Kiko Hernández sería súperdiscreto e iría donde nadie le pudiera ver". Por último, habló del final de Sálvame: "Algún día acabará porque en la tele acaba todo. La gente se cansa. No me preocupa pero no quiero que se acabe. Nos tenemos que reinventar".