El exfutbolista Michael Robinson, actual comentarista televisivo en Movistar+, fue uno de los invitados principales de Risto Mejide en la edición del 'Chester' emitida este domingo.
"Yo pensaba que Osasuna era un lugar hasta que estuve entrenando con ellos. Decía hola, adiós, gracias, cerveza y contaba hasta cinco. Llegué en enero para salvar a Osasuna que iba penúltimo, y eso no lo salvaba ni Spiderman", comenzó relatando, en una situación en la que al final el equipo se salvó.
"Me hicieron mucho daño porque yo estaba enamorado y yo llegué a querer ese escudo y ese club, sentía que estaba jugando para una causa, pero había un problema, yo estaba cojo. Un cirujano me estropeó la rodilla y me quedé cojo. Volví a jugar 19 minutos", lamentó.
"Cuando regresé con Canal+ a El Sadar pedí si mi hijo podía salir con el capitán, tuve respuesta muy positiva, y el delegado no dejó a mi hijo de siete años salir, y yo no sabía qué había hecho tan mal para que me tuvieran tanta manía. No he sido capaz de perdonar", prosiguió contando.
"La gente piensa que el acento es forzado. Lo intento, pero no sale. Me encantaría poder tener acento del Barrio de Salamanca", explicó posteriormente, antes de confesar que "en las redes sociales me ponen a parir: en Madrid soy culé, en Barcelona soy madridista y en Valencia depende de quien vaya primero".