En su visita a Sálvame, Mark Hamilton estableció una sesión de coaching para gestionar la dura situación por la que está pasando su matrimonio, con la ayuda de Cristina Soria, que ha dejado claro que era un hombre "muy racional".
Pero Mark ha terminado derrumbándose al no aguantar las lágrimas por su todavía mujer, María Lapiedra, que sigue enamorada de Gustavo.
Carlota Corredera ha decidido contactar con la sala en directo, sin que Mark lo supiera, para que todos pudieran ver el estado en que se encontraba.
A pesar de afirmar ser un hombre muy frío y después de muchos días aguantando la presión, Mark se ha desbordado, afirmando que está pasando por un situación muy dura. Ante esto, su coach le ha aconsejado que no debía sentirse culpable por el fracaso de su matrimonio, y lo mejor sería dejar marchar a María, para poder tener un buen trato en el futuro. "Me siento perdido", reconocía posteriormente.