Si hay una palabra para definir el espíritu de Miguel Cobo esa es 'ambición'. Desde que pusiera punto y final a su andadura en Top Chef, donde logró una bien preciada tercera plaza, su carrera como cocinero no ha hecho más que crecer. Tanto es así, que a los dos años de concursar en el talent culinario de Antena 3 abrió en Burgos su propio restaurante. En menos de un año, ya había logrado su primera estrella Michelín.
Sin embargo, aunque reconoce que sin el programa no habría llegado hasta donde está, ha definido el concurso como "un arma de doble filo" que le hizo "perder los pies de la tierra". "Al principio me confundí, porque pensaba que el camino se andaba solo. Y no, el camino se anda trabajando. Y yo he trabajado duro para estar donde estoy", dice Cobo en palabras a ECOTEUVE.ES.
Además, el cántabro se moja y da el motivo por el que cree que Masterchef funciona mejor que su programa 'rival' en televisión: "Top Chef es un formato brillante y con unos jueces brillantes, pero en Masterchef no son profesionales y se acerca más al público general. Quizá logran empatizar más con los concursantes", considera.
Ahora, Miguel emprende una nueva senda al debutar como presentador en La cuenta, por favor, nuevo concurso culinario que llega esta noche, a las 22.00, a Telemadrid. Según el chef, el programa, en el que tres restaurantes competirán por ser el mejor dentro de su temática, "mastica verdad": "El elemento diferenciador es la veracidad", dice al tiempo que reconoce que no ha pedido ayuda a Alberto Chicote. "No le he pedido consejo porque cada uno tiene su identidad", declara.
¿Cómo le llegó la oportunidad de presentar este programa?
Tras salir de Top Chef y entrar de lleno en el universo de la gastronomía, estuve más activo en las redes sociales. La oportunidad llegó a mi agencia de comunicación, supongo que porque buscaban un perfil un pelín conocido, de esos 'famosillos' que hemos salido ya una temporada en televisión. Vieron que había un trabajo detrás y me mandaron un mensaje. Y a diferencia de cuando entré en Top Chef, no pensé en: 'Hostia, voy a ser famoso, me van a reconocer...'. Yo tuve esa época. Ahora no, ahora solo pienso en mi negocio, en que me reconozcan por mi trabajo y en que vean en mí un chaval normal con ganas de crecer.
¿Cuál cree que es el atractivo de La cuenta, por favor?
El elemento diferenciador es la realidad, la veracidad. Vamos a ver a gente con cero experiencia televisiva, que cuando llega quiere agradar pero luego se le ve su parte competitiva, y yo creo que esa esencia se mastica en todo el programa. Hay mucha verdad.

Ha dicho que pasar por Top Chef le supuso llevar una etiqueta. ¿No ha sido tomado en serio por participar en el concurso?
Por una parte, al pasar por el programa me sentí, y me siento, muy querido por el público. Veía que la gente se reía y se lo pasaba bien conmigo. ¿Por qué? Porque desde el principio soy un tío muy claro y muy transparente. Quizá muchas veces me equivoque, pero yo intenté ser tal y como era en Top Chef. Lo que pasa es que cuando sales, esa imagen de malote, de chulo, o de chaval majo y sentimental hacía que se difuminara la parte de la cocina, que es a lo que me dedico desde hace 14 años.
Entonces fue cuando quise demostrar que también soy un buen cocinero. Primero a mi familia, que quizá era los que más falta de confianza tenían por cómo era yo antes; después a mí mismo, y después al resto de mis compañeros. Existe un ego en el mundo de la cocina de: Yo estoy aquí y para sentirte respetado tienes que hacer una serie de cosas. Pero yo tengo mi película, es lo que yo interpreto y es así como lo siento.
¿Las críticas le llegaban entonces desde profesionales del sector?
Las críticas eran de: 'Mira el sudoroso ese', 'Ese en el Vallés no hizo nada'... cosas que quizá duelen un poco. Esos no saben cómo lo pasé cuando estuve en el Vallés: el invierno es muy duro, había un momento de crisis muy acentuada... Yo llegué a Cobo Vintage, y de una cocina tradicional de puchero hemos desarrollado una cocina que nos ha valido una estrella Michelín. Pero todo esto fue más antes, ahora todo lo que hago lo hago por mí y la gente que me quiere. Pero sobre todo por mí.
¿Cómo has vivido ese salto de concursante a presentador?
Preparación no he tenido, a mí me han dicho que me aprendiera los guiones y a eso me he lanzado. Soy una persona a la que le cuesta mucho atender a la gente, tengo muy poca concentración y me costó entender que algo guionizado lo tuviera que llevar a mi forma de ser. Pero intenté hacerlo de la mejor forma que he podido.
¿Le pediste consejo a Chicote?
No le pedí consejo porque cada uno tiene su identidad. Se lo pedí a todo el equipo que me rodeaba y al final escuchando a los que saben de esto, porque yo soy cocinero, lo he intentado hacer de la mejor forma posible.
¿Pero ha tenido contacto con él después del programa?
He coincidido con él algunas veces porque nos lleva la misma empresa de managers. También me llamó cuando me dieron la estrella Michelín y nos hemos visto en algún evento. Todo bien.
¿Qué aprendió de Chicote?
El amor por el oficio. Mucha gente me pregunta: ¿Pero él acaso sabe cocinar? Y Chicote sabe cocinar y mucho. La nueva cocina en España entró por mediación de El País Vasco, pero en la nueva cocina madrileña Chicote tuvo un papel fundamental. En esa fusión de cocina japonesa con la española. Todos los cocineros que están arriba en Madrid saben el papel que tuvo Chicote en esa época. Que luego se haya especializado más en la comunicación, en la televisión, el reality ... pues sí, pero es un amante de la profesión y la seriedad con la cocina que ponía cuando estábamos grabando se palpaba.
Una pregunta que muchos se hacen. ¿Por qué no ha conseguido Chicote nunca una estrella Michelín?
En la época en la que Chicote estaba cocinando a tope las cosas no eran como ahora y la Guía Michelín no estaba tan abierta como ahora. No digo que ahora las regalen, pero había un clasicismo en el servicio y el local que se valoraba. Ahora creo que se valora mucho más el producto, la comida, y el trato a ese producto. Las siguientes estrellas ya van llegando según vayas creciendo en el resto de los aspectos. Chicote no ha conseguido ese reconocimiento, pero es un cocinero que todos conocíamos antes de que saliera en televisión. Yo he leído y visto mucho sobre él y cuando yo comencé él era un auténtico pionero.

¿Cree que habría conseguido todo lo que ha logrado sin haber pasado por Top Chef?
Yo creo que no. Top Chef me dio la oportunidad. El programa es un arma de doble filo: el que se expone en televisión puede quedar bien o puede quedar mal. A mí me abrió un camino. Al principio me confundí, porque pensaba que ese camino se andaba solo. Y no, ese camino se anda trabajando. Y yo trabajé duro y ahora estoy donde estoy.
Pero siempre cuando masticas algo que has conseguido te parece poco. El éxito es ir disfrutando de lo que va llegando. Y en La cuenta, por favor lo que he hecho es lo que no hice en Top Chef, que es masticar y disfrutar de cada parte del programa. Y sobre todo, algo muy importante, compartir todo lo que me pasa con mi mujer, que me acompaña en todo y lo disfrutamos juntos.
¿Es ella la que le hace mantener los pies en la tierra?
Cuando salí de Top Chef perdí los pies de la tierra. Tus amigos son más amigos, todo el mundo te quiere y te dan y te dan. Un día me di cuenta de que era un error, volví a casa, mi chica, a la que había dejado me disculpó. Por eso te mantiene la gente que te rodea en el día a día y ser consciente de que eres igual que el resto, que solo destacas por ciertas cosas. El día que pienses que estás arriba... la hostia va a ser grande.
¿Sigue teniendo relación con sus compañeros del programa?
Realmente tenemos un grupo en el que alguna vez nos hablamos. Relación relación tengo con Javi, con Bego y con Toño. Con ellos suelo hablar y ahora, de hecho, cocinaremos juntos en mi restaurante. Al final fue un mes muy intenso donde se viven muchas cosas y tengo un bonito recuerdo de todos ellos. No me sale una mala cara ni con Bárbara que tuve aquellas disputas
¿Por qué cree que Masterchef sigue triunfando en audiencias y Top Chef no termina de cuajar?
Creo que hay un público más infantil y joven que se ve reflejado en Masterchef. Top Chef es un formato brillante, con unos jueces brillantes, el equipo es maravilloso, pero en Masterchef no son profesionales y se acerca más al público general. Quizá logran empatizar más con los concursantes.
Si Antena 3 le propusiera participar en un All Stars de Top Chef con ex concursantes, ¿lo haría?
Sinceramente no me presentaría. No estoy en el momento de jugar a eso. Aparte del tiempo que conlleva la grabación, que yo ahora tengo un equipo y unas responsabilidades y no me lo permitirían. Aun así es algo que tendría que replantearme mucho. Yo ya viví Top Chefy ahora estoy viviendo La cuenta, por favor.