Zapeando está a muy pocos días de llegar a una cifra de programas que, en sus comienzos, muy pocos hubieran imaginado. El espacio vespertino de La Sexta alcanzará próximamente la simbólica suma de 1.000 tardes en emisión. Y, como no podía ser de otra manera, Frank Blanco y sus colaboradores se encuentran preparando ya un especial para celebrar cuatro años de estabilidad en la siempre complicada franja de la sobremesa.
En este tiempo, Zapeando se ha convertido en uno de los ejes de entretenimiento de La Sexta y ha frenado todos los intentos de su principal rival, Cuatro, por hacerle frente con formatos del mismo género televisivo.
La cadena de Atresmedia ha encontrado así un programa de anclaje en su parrilla de gran solidez y fiabilidad. Esto es algo que parecía muy complicado tras la desaparición de la parrilla del mítico Sé lo que hicisteis... al que, por cierto, van a superar en número de emisiones, ya que se despidió en 2011 después de 1.010 programas.
ECOTEUVE.ES se ha colado en los estudios de Globomedia, donde el equipo que hace posible el formato, con total predisposición, desvela cómo es un día normal en la trastienda del plató. Todo ello, desde que se escriben las primeras líneas del guión, hasta que el programa llega en directo a sus espectadores.
Quique Peinado es uno de los primeros en llegar cada día a la redacción, sobre las 9.30 de la mañana. Y es que, aunque muchos no lo sepan, además de colaborador y rostro visible de Zapeando, el periodista es uno de los guionistas del programa. "Somos los que trabajamos de verdad. Los que veis ahí están a la farándula y aquí está la gente que trabaja en serio y que debería cobrar más", bromea antes de presentar al resto de sus compañeros.

Muy cerca del departamento de guion, se encuentran los de producción, realización y "los que sostienen de verdad" este proyecto: el equipo de redacción. El primer turno entra a las 6.30 de la mañana y, desde esa hora, se dedican "a ver televisión non stop y a montar los vídeos que se ven en el programa". Quique Peinado desvela que, para ello, han desarrollado un sistema tecnológico que permite ver vídeos al doble o triple de velocidad.
El equipo de grafismos es, según el colaborador, "el que más talento tiene" y tras enseñar las paredes de la 'guarida' en la que día a día crean las cabeceras, rótulos e infografías de Zapeando, asegura que "queda demostrado que están como las mismísimas maracas de Machín".
Finalmente, Peinado desmitifica la idea que muchos pueden tener de la sala de reuniones, que cuenta con varios sofás y sillas que rodean a una gran mesa principal. Ésta sirve también como mesa de comedor, ya que es aquí donde algunos colaboradores almuerzan cada tarde mientras repasan los guiones, ven los vídeos que se van a emitir y hacen las últimas consideraciones. "En la tele trabaja mucha más gente de la que parece y si Zapeando lleva cuatro años en antena es por todos ellos", dice Quique Peinado antes de ceder el testigo a Frank Blanco.

El presentador es el encargado de mostrar la zona de camerinos, vestuario, y de "chapa y pintura", un lugar al que, "por seguridad", muy pocos pueden acceder porque "no resistiríais a ver cómo somos antes de Zapeando". ECOTEUVE.ES encuentra allí a Cristina Pedroche antes de entrar al plató dándose los últimos retoques de su peinado.
El catalán enseña que algunos de los colaboradores, como Ana Morgade, tienen identificado su camerino con algunas pegatinas. Acto seguido, emprende el trayecto que hacen todos los días hasta llegar al plató donde se graba el programa.
Todo ello, previo paso por la sala de realización, un lugar donde, durante el directo, "no cabe ni un alfiler" y en el que se viven los momentos más tensos de la jornada. "Es una locura de botones y gente gritándose. No quisiera estar yo ahí dentro mientras estamos en vivo", asegura Blanco poco antes de llegar al estudio. Allí le espera una pequeña sorpresa de la que ECOTEUVE ha sido testigo casual. ¡Estrena nueva silla! "Aquí me voy a pegar yo unas siestas mientras estos están a sus tonterías...", bromea el presentador dándole el aprobado al cambio.

Una vez se enciende el piloto rojo, tras los últimos retoques de vestuario y maquillaje, comienza la emisión y se pone en pie el trabajo realizado durante toda la mañana.
Y aunque la mayoría del tiempo los espectadores pueden ver lo que están haciendo el presentador y sus compañeros durante el programa, Miki Nadal ha explicado que, mientras se emiten algunos vídeos o en las publicidades, todos aprovechan para leer concentrados el guion de lo que queda de emisión. "Un programa muy divertido, muy dinámico, y al que estáis invitados todos los días toda la gente de ECOTEUVE. ¡Os esperamos!", asegura el colaborador.
