Rosa de España aconsejó a Roberto Leal que se "sacara el palito cuanto antes" para que todo fuese bien. La ganadora de OT1 se refería a que soltase la tensión lógica del estreno y disfrutara del mítico programa que este martes regresó a La 1, 16 años y un día después de que la joven cantante de Armilla (Granada) pisara por primera vez un plató de televisión. [Las fotos de todos los concursantes de OT]
El presentador del nuevo Operación Triunfo tuvo sus momentos de nervios, acelerones y empacho de frases hechas que recordaban a galas de otro tiempo, pero posiblemente fue lo mejor de la noche. A Leal -Ideal según los responsables del programa- se le vio incluso disfrutón para ser su primera vez en un gran directo de prime time sin cortes de publicidad (más de tres horas seguidas).
También estuvo engrasado el jurado. Más allá de sus decisiones, los tres funcionan bien, juntos y por separado. De Monica Maranjo ya se sabía, pero tanto Manuel Martos como (sobre todo) Joe Pérez-Orive hicieron un buen y prometedor trabajo. A este último ya se le ha comparado con Risto Mejide, y puede ser, pero demostró tener una personalidad propia a pesar de que algunos tics recordasen al publicista.

Quienes peor lo pasaron, y no por la presión de ser elegidos para la academia, fueron los concursantes. La de anoche fue una de las galas más desastrosas que se recuerdan sobre el escenario. El "m'equivocao" de Rosa es una amable anécdota -otros vendrán que bueno té harán-comparado con el "gallinero" -así lo llamaron los profesores en el Chat posterior- que desfiló por el programa.
Aún no se sabe si los concursantes cantan bien o mal. Los clamorosos fallos de sonido que trufaron la primera gala hicieron imposible que los aspirantes demostrasen por qué estaban allí. Que si no se escuchaban, que si la música entraba tarde, que si cantaban en un tono que no era el suyo... los espectadores dieron fe de todo eso desde casa. De momento, y como dice el jurado, "quedan en duda".