Bertín Osborne regreso a Mi casa es la tuya con Carlos Moya. El presentador de Telecinco acudió a la casa del tenista mallorquín en la isla donde recordaron sus inicios en el mundo del tenis, sus anécdotas con Rafa Nadal, su gusto por las bromas y gamberradas y su historia de amor con Carolina Cerezuela.

Uno de los aspectos más destacados de Carlos Moya es su gusto por las bromas y contó algunas de las que ha gastado a lo largo de su carrera llevándose su fisio, Pere Salas, la más dura de todas.

Moya contaba en Mi casa es la tuya que tenía un amigo que era policía en Barajas y estando en Croacia nos pusieron una avioneta a España y pensé una broma en una broma para él. "Yo llevaba su mochila y le puse en una bolsa transparente un kilo de azúcar, lo cerré y le dije a mi amigo que estuviera atento al aterrizar, que le he puesto a en la mochila roja esto...", contaba Carlos Moya.

Al llegar al aeropuerto, Moya cuenta como "se acerca un coche de policías y mi amigo dice es un control rutinario para ver que no lleváis nada". "El perro se queda oliendo, mi amigo el policía la abre y se ve la bolsa con el kilo de azúcar y el me dice Carlos esto no es mío" señala Carlos moya que señala que le preguntaba "de dónde lo has sacado, cómo haces esto".

"Casi se pone casi a llorar y mi amigo el policía, la lleva al coche, hace como que ve qué es vuelve y dice es cocaína..." señalaba el tenista entre las risas de Bertín Osborne.

Pere Salas, en un vídeo del programa, aseguraba que "las piernas me empiezan a temblar, la boca seca, y digo Carlos te juro por dios que no es mío. Fueron cuestión de segundos pero que para mí eran interminables porque se te pasa por la cabeza lo peor del mundo".

Nadal y su inglés de indios

Nadal también fue objeto de las bromas de Carlos Moya. "En EEUU cuando veíamos la Fórmula 1 juntos eran las seis de la mañana y en el hotel no se veía la carrera ni en el canal del ordenador, no había manera de verlo pero le dije a él que lo estaba viendo, yo lo seguía por los periódicos...", señala el balear.

"Le dije que lo estaba viendo en el canal 57 y me dice que no tiene ese canal así que le digo que tienes que llamar a recepción y pedir que te traigan el mando especial que tienen ellos", recuerda Moya. "El me pide que llame yo, que con su ingles... El tío llama, monta un pollo, con el inglés como los indios, hace subir a un tío pone el canal y que no... y me dice oye que no, que ha subido este tío y yo insisto y le digo que es un mando con canal amarillo, y vuelve a llamar", señala.

Después de no conseguir nada Nadal subió a su habitación "y cuando abre me ve con el ordenador, dice que cabrón eres" pero Moya asegura que "pasaron 40 minutos".

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