La undécima gala de Gran Hermano VIP no concedió a los espectadores una expulsión disputada. Desde el pasado domingo, uno de los nominados acumulaba un gran porcentaje de los votos sacando una gran diferencia con sus otros dos compañeros, una circunstancia que se ha mantenido hasta la gala de este jueves. Raquel Bollo fue finalmente, con un 51.6%, la concursante elegida para abandonar la casa.
La colaboradora de Sálvame conoció el veredicto de la audiencia minutos después de que el programa lograra sorprenderles con la visita de sus familiares. Bollo protagonizó uno de los momentos más emotivos de la noche al reencontrarse con su hijo Jesús Manuel, al que no tardaría mucho en volver a ver tras salir de la casa.
A su llegada a plató, Raquel Bollo repasó de la mano de Jordi González su paso por el concurso destacando el que para ella ha sido el gran escollo: Carlos Lozano. "Para mí lo peor ha sido Carlos, porque si me van buscando por un juego, eso me molesta. Prefiero pensar que ha manipulado y ha hecho juego sucio, que pensar que en realidad es así", declaró.
La expulsada aseguró que Lozano era capaz de llevar a las personas al límite con tal de ganar el concurso: "Es un cínico, chulo, prepotente y sinvergüenza. Es muy agresivo hablando. Él todavía no me ha pedido perdón por todo lo que me dijo".