Belén Esteban no aguanta más. La colaboradora de Sálvame ya tiene un frente abierto: Olvido Hormigos, que le está "todo el día pinchando", según Belén. Pero ya no es solo Hormigos la enemiga de la Esteban, sino que también se ha sumado a la lista el recién llegado Kiko Rivera.
El hijo de Isabel Pantoja ha hablado con Belén para decirle que "está estresado por sus gritos". Kiko ha compartido su malestar con el resto de concursantes, especialmente con Víctor Sandoval.
El íntimo amigo de Belén en la casa ha confesado que él también siente que su amiga "le trata muy mal". Belén ha irrumpido la conversación de ambos y Kiko ha incitado a que Víctor le comentase a Belén lo que sentía: "¡Díselo, díselo a tu amiga!"
Víctor, convencido por Kiko, le dijo a Belén que "le gritaba mucho, pero que la quería y que no estallaba".
A Belén la situación le ha venido grande y se ha tomado muy mal estos comentarios. Su refugio fue el confesionario, donde lloró: "Ya sé que grito mucho pero es que tengo que sacar todo lo que llevo dentro. Si no, ¿qué hago? Me mato. No quiero que España me vea como una loca".
Belén, muy agobiada y superada por la situación se planteó abandonar el concurso: "Voy a coger la maleta y me voy a mi casa".