El líder de Podemos, Pablo Iglesias, está dispuesto a presentarse como candidato a las próximas elecciones generales de 2015 "para ganar", según anunció en el programa Salvados de La Sexta. Asimismo, el líder de Podemos afirmó que si no gana los próximos comicios de 2015 "igual me voy", dijo en su conversación con Jordi Évole, con quien viajó hasta Ecuador.
"En lo que respecta a Dios supongo que soy ateo. Respeto mucho a las personas que sí creen, y cuando escucho al Papa no me lo puedo creer, porque estoy de acuerdo con él en muchas cosas. Que un jesuíta se esté ateviendo a decir lo que dice es algo importante, que tiene su significado", comienza afirmando.
"El Ejército es fundamental. Una sociedad democrática necesita un ejército y una policía. Yo hablo mucho con militares, y hacen falta militares valientes", continúa, agregando que "si es necesario para asegurar la independencia del país, los derechos sociales y civiles, aumentaría el presupuesto en defensa, pero creo que no es necesario". "No hice la mili. Fui objetor, pero pasé a un excedente de cupo y se olvidaron de mí", repasa.
"Llevaba un piercing hasta hace nada, pero el equipo de campaña me dijo que tenía que quitármelo. Es verdad que la estética es una manera de transmitir un mensaje, y si me dicen que modere unas cosas, porque a algunas personas puede molestarles, tengo que ser cuidadoso", añade. "Ya bastante hablan de la coleta, pero eso es marca de la casa", incide.
"Nos falta por visitar Venezuela, pero también Argentina, Nicaragua o Brasil. Nos hace daño la asociación que se nos hace con Venezuela. Se ha construido en España una imagen de allí como si fuera una dictadura. Es una obviedad que si lo visitamos nos tratan de atacar por ello y nos caen hostias como panes. En política hay que intentar siempre que no te marquen la agenda", agrega, confesando que "la política es un conjunto de técnicas que hay que utilizar".
"En Latinoamérica parten de una situación económica muy diferente, pero parten de un espíritu interesante. Les decían que no se podía hacer las cosas, pero han mejorado los salarios, las condiciones de vida...", explica, asegurando que "de Correa admiro la medida de los bancos, acabar las comisiones en los cajeros automáticos" porque "es decir a los banqueros que no se van a reír del país ni de los ciudadanos". "Y con la deuda lo hizo tan bien que los acreedores entendieron que no se podían pasar de listos y el país tuvo muchos más recursos para abrir hospitales y escuelos", añade.
"Con la deuda de España haría una auditoría. Los que hayan llegado a acuerdos fraudulentos con el Gobierno anterior, nosotros vamos a investigar. Lo que esté limpio, se va a cobrar. Pero si usted ha tratado de robar a los españoles, usted nos debe tener miedo", comenta.
"El salario mínimo universal de 645 euros en 14 pagas hay que subirlo. Si el SMI es alto, la gente consume. Pero si son de miseria, la gente no consume. Es imposible salir de una crisis hacer a la gente pobre. Hay que hacer políticas expansivas", añade.
"No se puede eliminar la economía de mercado, ya me gustaría a mí, somos muy pequeños para cargarnos el capitalismo nosotros solos. Pero si tiene que haber mercado, puede que haber sociedades de mercado y sociedades con mercado. Hay que buscar esta última, para adaptarlo a la democracia", apunta.
"Hay tantos economistas que nos están diciendo que por favor ganemos para hacer las cosas bien. Los funcionarios de la administración pública están hartos. Incluso los militares, inspectores de Hacienda, técnicos de trabajo, gente que está muy cerca del poder, que nos están diciendo que les echemos de una vez. Es que ya está bien. La gente quiere echarles. El sentimiento de la gente es que se vayan, que se vayan todos", comenta.
"A los ricos hay que tratarles como los niños pequeños: con cariño y con dulzura, pero hay que ponerles límites. A veces hay que decirles lo que pueden y no pueden hacer", añade, argumentando su idea del salario máximo.
"Espero en cuatro años poder bajar la edad de jubilación a los 60 años. Ojalá que se pueda hacer. Pero no puedo prometer algo que no estoy seguro de que se pueda", expone.
Sobre las expropiaciones, Iglesias apunta que "pensamos en todas las fórmulas para que el interés privado esté subordinado al interés social", si bien agrega que "no tenemos voluntad de expropiar grandes empresas, sino de que asuman voluntad social".
"Hemos salido en televisión porque éramos rentables económicamente, porque dábamos audiencia. Si está Pablo Iglesias sube el share. Que los programas me llamaban por la libertad de expresión no se lo cree nadie. Si yo fuera presidente no tendría programa de televisión en TVE, pero tengo mis dudas de si tendría programa. Ahora en el parlamento europeo tengo la sensación de que los parlamentos no sirven para nada y que lo que de verdad sirve son las tertulias. Un político debe saber que hay cientos de miles de personas escuchándole. Molaría ser presidente y dar la cara y tener mi programa de 'hoy el presidente responde'", apunta.
"Es verdad que el programa que tuvimos en las europeas se hizo de una manera que no se puede hacer el de ahora. Lo hicimos muy rápido. Es realizable, pero para completarlo vamos a tener que trabajar mucho. Lo leo y me veo dirigiendo un consejo de ministros y pensar que esto va a tener que ser más largo", expresa, antes de afirmar que "no me da miedo ganar, pero se me endurece el gesto, porque es una enorme responsabilidad".
"Yo tengo un iPhone, aunque Apple no pague sus impuestos en España. Ser coherente implicaría llevar un manual de instrucciones, pero sí, es posible que debiera dejar de tenerlo y tener otro teléfono.
"Rajoy no me ha llamado, ni sus segundos. Tampoco en el PSOE. A Pedro Sánchez le mandé un WhatsApp, pero no me contestó. Pasó una bola del desierto. Eso quiere decir que nos ven como una cosa distinta a ellos. No nos soportan porque somos diferentes.
"Me llegó un WhatsApp de un periodista diciendo que la Reina Letizia estaría interesada en conocerme. Yo encantado", asegura, antes de decir que "por qué no" va a haber una rueda de prensa conjunta suya con la mujer del Rey de España, ya que "en este país hay cosas que están cambiando".
"He tenido que renunciar a cosas que me gustan como salir a tomar una cerveza con amigos o a cenar a un restaurante. Por lo menos hasta las próximas elecciones generales tengo que estar ahí si quieren que esté. A lo mejor no tiene sentido presentarse si no es para ganar. Podría ser que me presente y diga que si no gano me voy. No estoy aquí para hacer una larga trayectoria política. No puedo consentir que me vean como uno más. Estamos para cambiar el país y sabemos que hay una oportunidad Tenemos que demostrar que no somos como ellos. Es ahora y vamos a por todas", apunta.
"Nos enfrentamos a gente muy poderosa que está jugando muy sucio con nosotros, y si piensan que vamos a ser idiotas, se equivocan. Nos diferenciamos de los caraduras que han mandado en este país durante mucho tiempo. Si llego a gobernar y veo que lo que he prometido no lo puedo hacer, tendré que dimitir", explica.
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