El periodista Jordi Évole ha invitado a Oriol Junqueras a un viaje a Sevilla, donde ha podido charlar sobre la independencia catalana con viandantes y una familia sevillana.
"Aquí no me siento extranjero, me siento muy bien", contesta Oriol Junqueras a Évole nada más encontrarse en el aeropuerto de Sevilla.
Enseguida, comienza a explicar a otras personas presentes en el aeropuerto los motivos de la independencia. Algunos sevillanos no lo ven claro: "Es como un vecino que no nos quiere".
"Oriol Junqueras no me da buena espina por lo de la independencia", le comenta una joven sevillana.
Sobremesa independentista
Tras la primera impresión, Oriol Junqueras es conducido por el periodista a la casa familiar de los Parejo, con los que charlará sobre sus puntos de vista.
Preguntado por el modelo económico de país independiente que propone ERC, Junqueras explica que tienen una idea socialdemócrata como la que se practica en Austria. "Creemos que sí tenemos los recursos necesarios. Nuestros tipos impositivos son muy altos, pero recaudamos poco por el fraude", argumenta.
Medios tendenciosos
"Estoy en desacuerdo de que TV3 tenga una posición tendenciosa", asegura Junqueras, preguntado sobre el tema por Évole. "Los únicos cortes que nos sacan los medios son sobre la independencia, y no sobre hospitales, por ejemplo", se queja.
La desobediencia
"Creo que es injusto que no me dejen votar, y por eso viene la desobediencia, hay que luchar por lo que se cree", explica el líder de ERC. Évole le comenta que hay otras injusticias en el mundo para las que no son "tan desobedientes".
La familia Parejo continúa preguntando a Junqueras algunos pormenores de la independencia. Le sacan los colores cuando se refieren a argumentos que han leído en su tesis doctoral.
Inversiones insuficientes
El líder de ERC juzga que nunca ha habido una época de inversiones importantes del Gobierno español en Cataluña. La familia Parejo le recuerda los Juegos Olímpicos de 1992: "Incluso en el caso de las Olimpiadas de Barcelona, las inversiones en Cataluña estuvieron por debajo de la representación de ciudadanos catalanes en España".
"Los gobiernos españoles nos han engañado muchas veces, es normal que no queramos que nos engañen", continúa.