
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas fue el protagonista este domingo del programa 'El Objetivo' de LaSexta, donde fue entrevistado por la periodista Ana Pastor al respecto de la consulta catalana recientemente aprobada.
"Me critican por haber escuchado a la gente en la calle y querer llevar su voz a las urnas. Lo que he hecho no es declarar la independencia, sino querer saber lo que opinan los catalanes. Todo lo que he hecho lo he hecho legalmente. Pero me pregunto si la Constitución no nos deja a los catalanes consultar nuestra opinión", comenzó afirmando.
"Desde el Gobierno siempre me han dicho que no, ni siquiera se han sentado a negociar. A cada propuesta es un no, y la gente en Cataluña va diciendo que no le escuchan, que no puede ni siquiera sentarse a negociar y piensa que será que molestamos", añade.
"Yo no estoy calentando a la gente, pero negar el voto a la gente es absurdo", expresa, por lo que, asegura, "el 9N es lo mejor para todos".
"No estamos en un proceso de desobediencia civil, sino en un proceso mayoritario, cívico, democrático y encima legal, pero nadie quiere encararlo. Estamos en España, y el Estado español tiene obligación de tomar alguna iniciativa", apunta.
"En los últimos 30 años apoyamos a todos los Gobiernos que lo necesitaron y nunca hemos fallado cuando nos han necesitado en un tema de Estado. Ahora que nosotros reclamamos algo, ni se nos escucha", añade.
"En el parlamento catalán tenemos más mayoría que en el escocés para hacer la consulta, y allí la han podido hacer. Cataluña tiene viabilidad para pagar si es un país independiente, y entre otras cosas se ve por lo que transferimos todos los años al Gobierno español", expresa.
"Entre 10-15.000 millones se van a España cada año y sólo hemos hecho recortes por 4.000", indica para justificar la viabilidad económica de Cataluña. "La garantía total no la daré nunca, pero la negativa tampoco".
"No descarto ningún escenario posible para hacer finalmente la consulta. Sé cuál es el mejor escenario, y ya lo hemos perdido: a la británica, pactando con el Estado. Lo segundo mejor es lo que estamos haciendo ahora, el 9-N. Pero no es la última forma posible", considera.
"Yo he hablado con el señor Pujol de tú a tú estas últimas semanas, también le he hecho preguntas, y he tenido que tomar decisiones muy duras con él. Y lo he hecho porque sé que la transparencia es muy importante. Pero ahora lo que él me dice yo me lo creo, porque él no se mueve por el dinero", comenta, aunque matiza que "no puedo poner la mano en el fuego por nadie, excepto por mí".
"Él me dijo que nunca ha tenido cuentas sin declarar en el extranjero. Sí puedo asegurar que las mías y mi mujer están y han estado siempre en entidades catalanas", explica.
"Yo a mis 58 años no sé si he cometido alguna irregularidad administrativa, pero si por corrupción entendemos beneficiarse, nunca lo he hecho. Como hoy en día por corrupción se entiende cualquier pequeña falta, no sé si en algún momento la he cometido", comenta.