Kiko Hernández ha reaparecido en Sálvame completamente hundido por la muerte de Begoña Sierra, dueña del Bingo Las Vegas, con quien tenía una estrecha amistad. "Llevo un año que no puedo más. Se me junta un duelo con otro, y revientas", ha dicho en el programa de Telecinco.
"Falleció una tía mí, luego Mila [Ximénez] y ahora Begoña. Nunca se me ha muerto nadie y, de repente, se me ha muerto mucha gente de golpe", ha dicho Kiko. "El lunes me tomé no sé cuántos Lexatines porque no sabía ni dónde estaba", ha contado el colaborador, al borde de las lágrimas.
"Ha sido horroroso", ha proseguido Hernández, que ha anunciado que se tomará un tiempo apartado de Sálvame. "Quiero descansar. Begoña me decía que no me fuese nunca de Sálvame, pero por mi salud mental necesito parar", ha dicho. "Ayer tenía ideas raras en mi cabeza y necesito parar una semana o quince días. No he hecho ese proceso con Mila ni con mi tía", ha contado. "Y tengo dos personas que sacar adelante".
Kiko Hernández ha insistido sobre esta idea. "Ayer pedí el día a mis directores, pero quiero decir públicamente que me dejen descansar unos días para reflexionar", ha solicitado el colaborador. Mientras, Jorge Javier le ha recomendado que se ponga en manos de un "profesional". "También", ha admitido Hernández, pero "es que quiero desaparecer". "Antes de que falleciese Begoña, tuve una conversación contigo [Jorge Javier] y te dije que me quería ir, que necesitaba descansar, y ahora ha pasado todo esto... Es que hay días que no tienes ganas ni de levantarte de la cama, y yo no me puedo permitir eso", ha añadido Kiko. Acto seguido, ha abandonado el plató de Sálvame completamente abatido.