Mucha culpa de que Antena 3 haya conseguido empatar a Telecinco este mes lo tiene Lorena García. Su trabajo al frente de Espejo público se ha fructificado en datos de audiencias, y ha conseguido darle la vuelta a la franja, en la que habitualmente domina Telecinco con Ana Rosa. En agosto, el matinal promedia un 17,3% de share, casi un punto y medio más que el año pasado. La presentadora, que será madre por segunda vez, se muestra prudente, a la espera de la llegada de Susanna Griso el lunes, 6 de septiembre, "Hay que ser ambiciosa, como todo en la vida, pero con los pies en la tierra".
¿A qué se debe los buenos resultados de 'Espejo'?
Hay un trabajo brutal y mucho esfuerzo detrás. Al final, a veces las audiencias te acompañan a favor, como ahora, y otras, no. Estamos apostando por hacer un programa potente, pegado a la actualidad y que sea atractivo para la audiencia.
¿Estas semanas sirven, de alguna manera, de escaparate para que los espectadores se queden durante el curso?
Espejo Público está muy cuajado. Todo el mundo sabe lo que es, pero el objetivo es que quede claro que en verano no descansamos y estamos al pie del cañón. La idea es estar a tope los doce meses del año.
Hace tres años, se puso al frente por primera vez del formato. ¿En qué ha cambiado Lorena García?
Profesionalmente, la filosofía sigue siendo la misma y mi reto inmediato es el programa del día siguiente. No voy más allá. Quien conoce el mundo de la televisión sabe que es muy complicado y si desapareces, ya nadie se acuerda de ti. Hay que ser ambiciosa, como todo en la vida, pero con los pies en la tierra.
¿Qué ha aprendido de Susanna Griso?
Todo. Para mí, ella es una crack, que controla el periodismo y el medio como nadie y hay que poner en valor su capacidad para llevar un programa los 365 días del año. Es una persona que está implicada en el programa desde el minuto uno, es maravilloso.
En los últimos años ha ganado peso en el espacio. ¿En algún momento ha recibido presiones o censura de algún tipo?
No. Nosotros trabajamos con muchísima libertad. Las escaletas de Espejo Público no se hacen en los despachos, sino con criterios televisivos.
¿Dónde se siente más cómoda, en la parte política o en la de sucesos y crónica social?
Donde más cómoda estoy es en la parte más política porque estoy más implicada porque son temas que controlo muchísimo más, pero en la última parte me río un montón. Siempre digo que este tramo viene muy bien para mostrar esa faceta menos encorsetada de los presentadores y permite que los periodistas que vivimos pegados a la información nos riamos.
¿Cuál es su principal obsesión cuando se enciende el piloto de la cámara? ¿En qué piensa?
En no fallar y contar las cosas cómo están pasando, ser lo más rigurosa posible y tener la máxima cercanía a la noticia
¿El verano sirve para aparcar, de alguna manera, la vorágine política?
Desde hace mucho, el verano ha dejado de ser una época en la que se para en seco la actualidad. Ahora, todos los políticos se van de vacaciones en algún momento, pero siempre dejan a alguien de guardia. Hace muchos verano que lo de 'en agosto no pasa nada' pasó a la historia. La política no descansa tampoco.
Pablo Iglesias reapareció este viernes anunciando su fichaje como tertuliano de RAC1. ¿Se le echa de menos informativamente?
Yo creo que todavía no nos ha dado tiempo a echarle de menos porque se ha ido al final de un curso político con muchísimo movimiento y ha habido un montón de titulares al margen de su salida. Posiblemente, se vaya viendo su ausencia según vayan pasando los meses.
El 'tarifazo' de la luz marca la agenda de las últimas fechas. ¿Qué opinión tiene al respecto? ¿Ve alguna solución?
Ojalá te la pueda decir. Lo que espero es que se solucione porque estamos contando a diario gente que lo está pasando realmente mal. Quien tenga el poder y la competencia para cambiar esto que lo haga, porque no es normal es la dramática situación de muchas personas.
¿Ha tomado conciencia de las franjas horarias en SU casa?
Sí que intento ponerlo en práctica, como todo el mundo. Es un encaje de bolillos ver cómo puedes reducir al máximo la factura de la luz porque a todos nos afecta.
Uno de los momentos más tensos del verano fue el dúplex entre el hostelero y el sindicalista, que acabaron a insultos. ¿Cómo lo vivió?
Nunca son cómodos en plató. El límite es faltar el respeto a alguien, y cuando pasa esto, obviamente hay un problema y hay que pararlo. Por lo general, suelo pasar mal estos momentos. No me gustan.
Hace unos días se rompió por completo al escuchar el durísimo testimonio de un hombre afgano. ¿Cuesta mantener la compostura delante de las cámaras?
Sí. Es que son realidades, hablamos de personas cuyas vidas tienen que cambiar de un día para otro. Todos los que llegan aquí, dando las gracias, porque ellos sí saben quiénes son los talibanes y les han puesto cara, no como nosotros que no sabemos quiénes son, más allá de las barbaridades que son capaces de hacer. Hay millones de personas que se van a quedar allí, es complicado. Con que tengas un poco de corazón, te das cuenta de que esto es un verdadero drama.
En cuanto a la sección de crónica social, ¿le gustaría tener personajes como los que que tiene Telecinco? ¿Es difícil competir contra eso?
Ahora mismo, y no hay que olvidarlo, Antena 3 es líder de audiencia. Los informativos llevan siendo líderes mucho tiempo y no tenemos por qué mirar a otras cadenas, es verdad que a la competencia hay que tenerla muy presente, pero la clave es que tú hagas un buen producto y que tú te debes a tu audiencia.
Una última. ¿Usted también está enganchada a las series turcas?
(Risas) Es que es un fenómeno impresionante. A mí no me da la vida para más, pero mi madre está súper enganchada. Son el termómetro ideal.