Mamen Mendizábal deja Más vale tarde. Se fue el miércoles pasado pero seguirá en Atresmedia con un nuevo proyecto que se verá a partir de la próxima temporada. La periodista dice que la pandemia le ha permitido "conectar con lo efímero" y "lanzarse". "Si no vives en una rutina permanente, esperando a que te den en vez de buscar lo que quieres".
Mamen dice que "no esperaba" las muestras de afecto de toda la profesión desde que anunció su marcha. "Igual es que no voy de guay y he estado trabajando sin mirar a las estrellas, o a lo mejor es que soy una pringada", explica en El País.
Cuando le preguntan por su ego, Mendizábal apunta que lo tiene, "pero muy neutralizado. Soy muy pavita, me he llevado muchas hostias". Aunque no se refiere a los insultos de Twitter. "Me refiero a otras hostias. Los amigos te ponen en tu sitio, pero a veces tu entorno profesional también se encarga de decirte dónde estás en el escalafón", dice. "La tele no es solo brilli-brilli. Nunca todo es tan guay".
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Mendizábal reconoce que es "demasiado clara, transparente y ofensivamente directa. Se me ve todo, para bien y para mal. Eso me ha traído muchos problemas, pero también te quita de muchas conversaciones inútiles. Mejor ir de cara que los que la ponen buena y luego te apuñalan por detrás".
Mamen Mendizábal: "Mejor ir de cara que los que te apuñalan por detrás"
La periodista Luz Sánchez-Mellado le pregunta si le han partido la cara. "No, pero sospecho que hay ganas. Lo noto en el ambiente", comenta. Y también dice que se lleva algunas espinas clavadas. "Las justas, pero gordas, de las que joden".
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Sobre las "heridas de guerra", Mendizábal contesta: "Los padrastros levantados, alguna autolesión de clavarme las uñas, y unos vértigos de oído que espero recuperar este verano. Me cuesta mucho callarme, sí. Pero cuando trabajas en directo, no te permites las heridas. He ido a trabajar con fiebre, el otro día con la vacuna, por ejemplo. Jamás he cogido una baja, pero eso no me convierte en una heroína, sino en una pringada, ya te digo".
"No me quejo", dice sobre el dinero que se cobra en la televisión. "Igual, si hubiera peleado y me hubiera dado a valer más, me hubiera forrado más, pero ahí me ha frenado otro complejo", comenta. Y no es el complejo de pobre, sino "más bien el de rica". "En las teles la diferencia de salario entre presentadores y redacción es brutal y eso me cortaba, hasta ahí llega mi fobia a la desigualdad".