Damián Mollá es el encargado de dar vida a Barrancas, una de las mascotas de El hormiguero junto a Trancas (Juan Ibáñez). Pese a que no la audiencia de Antena 3 no le ven en pantalla, el actor es imprescindible en el show de Pablo Motos con sus comentarios improvisados.
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Sin embargo, bien sabe que tienen que andar con los pies de plomo porque sus bromas no gustan a todo el mundo. "Estar en El hormiguero te implica pasar por el filtro de lo políticamente correcto que es un poco la nueva censura que vives en la tele", dice para El País.
"Todo el mundo ya sabe que no hay que hacer chistes machistas, racistas e incluso de comunidades autónomas. Ya solo queda Murcia", se lamenta recordando la vez que ofendieron a los cazadores: "Se nos plantó aquí una manifestación".
Sobre el final de El hormiguero en televisión, Damián cree que tendrá lugar cuando "Pablo decida irse". "El momento que vivimos es dulce y no queremos que se acabe. Si tengo que firmar 10 años o nada, yo firmo 10 años", asegura.
Damián, Marron y el bar que tienen en común: "Es un museíto de 'El hormiguero'
Lo que poca gente sabe es que Damián está vinculado por partida triple a Marron: tienen la productora Tres calaveras huecas, la banda de música El hombre linterna y el restaurante Vicky, el mismo en el que Rajoy se tomó una caña de cerveza con Pablo Motos.
Barrancas cuenta que compraron a la antigua dueña del bar donde solían comer porque ella no pudo renovar el contrato. Ahora ellos son los propietarios y Vicky, que así se llama la mujer, es la encargada del local. "Es como un museíto de cosas de El hormiguero".
Damián Mollá, que acaba de lanzar el libro Oh, my God! también recuerda en la citada entrevista a sus abuelos. "Mi abuelo León era humorista y músico, siempre me he sentido descendiente directo de él", dice mientras que su abuela Masía fue una abogada argentina que luchó por la ley del aborto y del divorcio en su país.