Beatriz Montañez sorprendió hace unos días cuando reapareció ante los medios para hablar de su nueva vida, alejada de la televisión. Desde hace cinco años, la periodista habita una cabaña en medio del bosque y se las arregla con 150 euros al mes que gasta en comida.
Montañez ha regresado a El Intermedio, el programa del que fuera presentadora durante varios años, para hablar de esta experiencia alejada de los focos.
"Quería probar, averiguar sobre mí misma. Tenía que ser consciente de mis carencias, parar para pensar qué era lo que realmente quería, y he encontrado más de lo que buscaba", dijo en una entrevista con Thais Villas.
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Montañez explicó algunos datos de su día a día en ese entorno natural. Vive "en pelota picada" la mayor parte del tiempo y al principio le costó adaptarse a la comida. De hecho, una vez probó "unos hierbajos" que le dejaron bastante mal. "Estuve cuatro días en la cama, vomitando y con fiebre".
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"Cuando vives solo, tienes que ser muy militar", aseguró. Aunque a veces dice que se "deja". "He llegado a estar 27 días sin ducharme, y es buenísimo para la piel y para el pelo", apuntó.
Beatriz Montañez: "Estuve muchos años guardando ese secreto"
Thais Villas preguntó a Beatriz Montañez si esta experiencia le había ayudado a superar situaciones del pasado, como la muerte de su padre. "Hay que contar las cosas, a tus amigos a tu familia, cómo te sientes. Hay que abrirse, porque la palabra es sanadora", dijo. "Mi necesidad era reconocer su muerte y que había estado durante muchos años guardando ese secreto, hasta los 13 o 14, que fui capaz de asimilar psicológicamente la muerte de mi padre. Las despedidas son muy importantes", insistió. "Si te cohíben o te impiden esa despedida, el decir adiós, hay un cordón umbilical que no se rompe".