Atresmedia continúa celebrando el gran fenómeno en el que se ha convertido la serie Veneno y, este domingo 1 de noviembre, estrena Ellas, un documental de Atresplayer Premium en el que cinco mujeres transexuales, de generaciones diferentes, se reunirán para compartir sus vivencias personales. Juntas analizarán los puntos en común de sus experiencias y aquello en lo que, afortunadamente, difieren por los avances sociales que se han producido con el paso del tiempo.
Miriam Amaya, Carmen García de Merlo, Alex Saint, Lola Rodríguez y Valeria Vegas son las protagonistas de la entrega. Además, se rescatarán algunos fragmentos de audio de la entrevista que Valeria realizó en 2006 a Cristina Ortiz 'La Veneno' y que sirvió como germen de su biografía y, este año, de la serie sobre su vida creada por los Javis.
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"Yo quería hacer un poco de justicia con los Javis porque ellos nunca se van a poner flores. Y me parece importante darnos cuenta de que este proyecto, que ahora es tan maravilloso, hace un año y medio no toda la gente confiaba en él. Igual que la gente no confiaba de primeras en el libro, hace un año tampoco se confiaba en la serie y ahora todo el mundo habla de ella. Los Javis se han portado muy bien con todas las actrices y ha habido una sensibilidad especial con ellas", declara orgullosa Valeria Vegas en palabras a ECOTEUVE.ES.
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La periodista está convencida de que la serie de Atresmedia va a suponer un antes y un después en la sociedad española: "En este país se han hecho las cosas tan mal... Antes no costaba nada denigrar al colectivo trans, era lo habitual y lo propio. Tú esperabas en un guion que se rieran de esa persona. Aquí se ha abordado bien y se ha hecho justicia con Cristina y todo el colectivo".
¿Cómo se siente estos días tras la repercusión que ha tenido el final de Veneno? Se la veía especialmente emocionada el sábado. Ha sido un cúmulo de sensaciones, ¿no?
El sábado yo estaba pensando en que teníamos que decir todo lo que no se ha dicho e igual no había cabida. Yo quería recalcar lo positivo que ha sido el lanzamiento de la serie, lo que supone que se haya contado con tantas actrices, que se les haya dado una oportunidad. Ya no solo profesionalmente, sino emocionalmente cómo esto llega a una persona que no tenía ninguna esperanza quizá. Empecé bien y al final me emocioné, que no suelo hacerlo públicamente.
Este domingo se estrena Ellas, documental de Atresplayer Premium que amplía un poco más el gran evento que ha sido el final de Veneno. ¿Cómo será este especial?
Ellas son cinco retratos generacionales, cinco mujeres cuyo denominador común es la transexualidad y algunos aspectos que giran en torno a ella. El documental muestra a cinco mujeres que son muy distintas entre sí y que aboga por la pluralidad.
Cinco mujeres trans de cinco generaciones diferentes. ¿Se evidenciará a través de ellas la evolución de la sociedad alrededor de este tema?
Sí, muchísimo. Eso es lo bonito. No tiene nada que ver la historia de Miriam Amaya, que tiene casi 70 años, con la de Lola Rodríguez, que tiene 21. Han vivido un país totalmente distinto, socialmente y legislativamente. En cambio, han tenido una familia que las han apoyado siempre, curiosamente. Podríamos pensar que Miriam, siendo tan mayor, su familia en otra época no la hubiese aceptado y al final te llevas una sorpresa. Esas son las cosas bonitas del documental.
El apoyo del entorno es fundamental y en Veneno se pone claramente de manifiesto...
Totalmente, es fundamental. Cuando el pilar familiar se derrumba, se va abajo todo lo demás. Es así. Socialmente, todos necesitamos de la familia desde que nacemos. Al final, cuando te caes, que te caes muchas veces seas trans o no, necesitas levantarte y que te dé la mano ese entorno. Hablamos mucho de la familia en el documental. Hablaremos de si queremos tener hijos o no, o si nos vemos resignadas a no tenerlos, y también de la importancia de la aceptación de nuestros padres.
Ese avance social choca con la llegada a las instituciones de la extrema derecha, e incluso con los ataques que las personas trans están empezando a recibir desde algunos sectores de la propia izquierda. ¿Tiene miedo a que empecemos a dar pasos atrás?
Es verdad que vivimos tiempos convulsos, pero siempre han existido. Hace 10 años, ocurría algo peor que lo de ahora, que era la invisibilidad. Esto es muy importante. Hace 10 años, no teníamos estos partidos de extrema derecha, pero había algo peor que era la invisibilidad. Éramos invisibles y no ocupábamos ningún asunto dentro del congreso. No se abordaban nuestros problemas y si lo pensamos seriamente, eso es mucho peor. Ahora por lo menos se pone a debate y hay partidos que combaten y discrepan por nuestra causa.
Es verdad que ahora en la izquierda ha surgido un cisma, concretamente en el PSOE, pero ese cisma también es importante. Ahora vamos a ver cómo se posicionan de verdad. Yo siempre digo que ser de izquierda no te convierte en una persona abierta y tolerante, puedes ser de izquierda por muchos otros motivos políticos que no sea la empatía hacia la transexualidad. Todo esto que está ocurriendo yo creo que ha de ser constructivo y nos hará ser más fuertes, saldremos más fuertes de todo esto.

Veneno supone sin duda un antes y un después en ese ejercicio de visibilización. ¿Se ha atrevido ya a ver los dos capítulos finales de Veneno?
Todavía no los he visto, necesito que pasen tres semanas y que emocionalmente esté un poquito más preparada. Ahora estoy recibiendo todo es feedback, toda esa respuesta de la gente muy positiva, y como yo soy consciente de lo que ocurre en los dos últimos episodios y es muy cercano en el tiempo, necesito verlo con distancia. Toda la serie he necesitado verla con distancia. Al final cuenta cosas que son reales y que he vivido. Necesito distancia y tranquilidad. Lo que más me tranquiliza es que sé que está bien hecho y que es bonito. En este país se han hecho las cosas tan mal... Antes no costaba nada denigrar al colectivo trans, era lo habitual y lo propio. Tú esperabas en un guion que se rieran de esa persona. Aquí se ha abordado bien y se ha hecho justicia con Cristina y todo el colectivo. Yo sé que cuando lo vea me voy a emocionar, pero ahora mismo necesito relajar las emociones.
Participó como asesora de Los Javis en el proceso de casting. ¿Qué grado de implicación ha tenido en el resto de la ficción?
Sí, a mí me permitieron ver los castings de las chicas que luego metían como actrices de reparto. A las principales las eligieron ellos. Activamente, en el guion no he participado, he sido asesora de guion. Me preguntaban cómo tratar algunos asuntos. Por ejemplo: ¿Cómo se siente una persona trans cuando tiene su primera cita? Todo eso lo resolvíamos, tanto en la temática como en el texto. Luego me preguntaban lo que diría Cristina en algunas circunstancias o cómo reaccionaría a algunas situaciones. Por cercanía, poner en boca de ella las palabras más próximas a su persona.
¿Qué sensaciones ha tenido al revivir la historia de La Veneno? ¿Sacas alguna nueva conclusión sobre la vida de Cristina tras convertirse en espectadora de la misma?
Saco la conclusión de que a lo mejor el tiempo pone todo en su lugar y hace falta ver productos así para entender todo. El otro día leía un artículo en el que una periodista reconocía que era una de esas personas que no entendía en su momento a La Veneno. Ma parece loable que lo reconociese porque esa era la realidad. Ahora se le ha dado la vuelta y es muy positivo, ya que se ha empezado a entender a la persona por encima del personaje. Lo percibo de una forma muy positiva.
Usted está interpretada por Lola Rodríguez. ¿Todo lo que se cuenta sobre cómo conoció a La Veneno es verdad?
Hay una base que es real. Amparo [su amiga] existe, mi madre existe, pero por ejemplo, la profesora no, aunque hubo un profesor al que yo acudí un día y de ahí toman la referencia y lo crean. Todo lo que es real lo he vivido de una manera más cercana, como si fuese una fotografía antigua. Todo lo que es ficcionado lo asumía como una espectadora más e intentaba distanciarme porque sabía que no era verdad y me relajaba. A La Veneno la conocí así. Yo un día toqué al timbre de Paca, subí a la casa y desde entonces, empecé una amistad tanto con Cristina como con ella.
La televisión encumbró a La Veneno y también fue la gran tragedia de su vida. ¿Cómo crees que hubiera sido la vida de la Veneno si no hubiese cruzado el Mississipi?
Hubiera sido mucho más tranquila. La televisión quizá se le quedó grande. La dominaba muy bien, porque estaba hecha para la televisión y tenía mucho magnetismo y espontaneidad, pero es verdad que cuando la televisión se acaba, ella se siente un poco huérfana. La Veneno sin televisión hubiera llevado una vida mucho más tranquila y mucho menos inquietante, como tantas otras compañeras suyas de la calle que siguen hoy en día adelante.
¿Cree que los medios aprenderán de esta serie sobre el trato y la imagen que han proyectado sobre las personas trans?
Yo creo que sí. Ya toca. Toca que los medios le den la vuelta a la tortilla. Todo lo que decíamos que se ha hecho mal en la ficción, también se ha hecho mal en la prensa escrita. Yo creo que todo está cambiando y ya no sólo en las series, sino que también los medios de comunicación van a ir aprendiendo.

¿Ha habido algún tipo de reacción por parte de la familia tras la emisión de la serie?
Yo es que de la familia no entro en nada, igual que no me gusta que entren en la mía. Yo hablo por mí, pero de la familia no tengo constancia.
Pero uno de los hermanos de Cristina sí que tenía relación con el equipo de la serie, ¿no?
Sí, uno de los hermanos sí colaboró con Los Javis y participó asesorándolos en la serie. Más allá de eso, la reacción de la familia no la sé.
Ha comparado Veneno con una especie de 'arca de Noé' con la que Los Javis han ido haciendo una labor de inclusión tremenda. ¿Era un sentimiento compartido por todas las personas que iban teniendo la oportunidad de participar en la serie?
Sí, yo quería hacer un poco de justicia con los Javis porque ellos nunca se van a poner flores. Y me parecía importante darnos cuenta de que este proyecto, que ahora es tan maravilloso, hace un año y medio no toda la gente confiaba en él. Igual que la gente no confiaba de primeras en el libro, hace un año tampoco se confiaba en la serie y ahora todo el mundo habla de ella. Los Javis se han portado muy bien con todas las actrices y ha habido una sensibilidad especial con ellas. Yo con los Javis tengo ya una unión familiar.
¿Sigue a la venta el libro?
Es que el libro sigue siendo una autoedición. Por eso no existen grandes cadenas de distribución. Siempre hace falta tener a una distribuidora, porque eso te permite tener camiones que envíen ejemplares por todas las librerías. Está en cuatro librerías LGTB de la península, que son las que los tienen, y por eso no llega a tanta gente como quisiera.
Ojalá el éxito de la serie sirva para relanzar la biografía, ¿no?
Durante el confinamiento, recibí una oferta de la editorial más importante de España y al final la rechacé porque no me sentía cómoda llevándola a cabo. Me parecía que el libro estaba bien como estaba, porque era la forma que tenía el visto bueno de Cristina. No quería cambiarle cosas ni volver a hacer promoción del libro. Es un libro de hace cuatro años y estoy conforme tal y como está. Siento mucho que la gente que no lo pueda encontrar. Después de ese libro hice otro y ahora en diciembre saco otro. Entiendo que tenga relevancia, pero ya es una historia pasada.
¿Cómo se imagina la segunda temporada de Veneno? ¿Estará implicada también en su proceso creativo?
No lo sé, es que como ha sido tan de repente. Sí que hablamos de qué guay la noticia, pero no hay nada en firme todavía. Todo lo que sea sumar en positivo o lo que necesiten de asesoramiento, yo encantada. Ojalá que sí.
Hay quienes piden una serie para Paca, La Piraña. Sin duda, es la gran revelación de este proyecto.
Total, total. Paca es así tal cual. Actúa muy bien y con todo lo que conlleva. Se aprendía el guión y era muy metódica.
Para ella, tuvo que ser difícil volver a revivir en primera persona todo lo que le pasó junto a Cristina.
Sí, una de las veces fui al rodaje y con Paca lo comenté. Miramos a Isabel en la distancia y le dije a Paca: "No me digas que no es como volverla a ver". Isabel ha hecho un trabajo de premio. Como todas, pero La Veneno de Isabel es la más reciente y la que nosotras hemos conocido. Isabel nos hacía creer que estaba ella de nuevo. Le dije a Isabel: "Te pagaría para que estuvieras las 24 horas haciendo de Veneno, porque es como volver a tenerla conmigo".