Samanta Villar estrenó este martes su nuevo programa en Cuatro: Samanta y la vida de, un formato en el que la periodista repasará la trayectoria personal y profesional de algunos famosos. Ruth Lorenzo fue la protagonista de la primera entrega y sorprendió a los espectadores con varias confesiones sobre su duro pasado.
"Fue una infancia muy removida, saber que mi padre no era mi padre biológico... eso te cambia, te das cuenta de que la vida no es lo que tú crees que es", empezó diciendo entre lágrimas después de ver un vídeo de lo más emocionante. "Me sentía culpable de la separación de mis padres, quería arreglarlo todo para volver a estar así", afirmó antes de desvelar que el divorcio de sus progenitores fue el detonante de sus trastornos alimenticios.
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"Estuve desde los 9 hasta los 15 sin que nadie se diese cuenta, yo tenía mis trucos, mis cosas, mis maneras", confesó la cantante, que añadió que la situación fue más grave de lo que hasta ahora ha contado.
"Llegué a autolesionarme. Esta es una parte de la que siempre me cuesta hablar porque me sigue dando vergüenza, aun estando ya superado. Cuando pensaba que había hecho algo mal, que había fracasado o que podía ser una decepción para mi madre, me clavaba agujas, tijeras...", declaró en un escalofriante testimonio.