Palo y astilla, el nuevo programa de Mamen Mendizábal, estaba a punto de estrenarse cuando estalló la crisis del coronavirus, en marzo. Aplazado durante unos meses en los que ha primado la información, el espacio se estrena por fin el 9 de agosto en Atresplayer Premium.
Cada semana, un personaje popular rinde tributo a sus padres a través de los recuerdos que comparte con la presentadora. Los protagonistas serán Iñaki Gabilondo, Alberto Chicote, José Sacristán, Arantxa Sánchez Vicario, Javier Sardá y el Gran Wyoming.
"Es un recorrido por nuestro patrimonio emocional, por la herencia de verdad, la vital", dice Mamen Mendizábal a ECOTEUVE.ES. "Parece que a lo largo de la vida el objetivo es separarte todo lo posible de tus padres y, de mayor, te das cuenta de lo mucho que tienes de parecido con ellos", explica la periodista, que todavía tiene "grabado a fuego" algunos consejos que en su día le dio su madre. "Me decía que luchase por mi libertad. Y que la libertad era emocional pero también económica"
¿Usted también se ha dado cuenta de que se parece a sus padres?
Primero te sorprendes y luego te apetece parecerte. Las ausencias generan otras emociones en los que, por desgracia, hemos perdido a uno de nuestros padres. De repente te reconoces haciendo cosas o gestos que son iguales a los de ellos. Es impactante pero bonito.
¿Es una forma de 'reconciliarse' con la familia cuando uno llega a una determinada edad?
Cada fase de la vida es distinta. Creo que este programa nos puede servir para entender cosas de ellos que no comprendíamos. Y también para recordar de dónde veían ellos y cuál era su patrimonio emocional.
¿Usted se parece más a su madre o a su padre?
De carácter soy como mi madre. Y físicamente también. Soy la única mujer de la familia, ahora que ella ya no vive, y mis hermanos dicen que soy el hombre de la casa, porque mando mucho. No se han enterado que las mujeres mandamos (risas).
Entiendo que su madre mandaba mucho...
Mi madre mandaba cantidad. Mandaba todo lo que se puede mandar en el mundo. Era una mujer con las ideas clarísimas, recta, con una ética sólida, generosa...
¿Hay algo especial que recuerde de ella? ¿Alguna enseñanza que se le haya quedado grabado?
Mi madre nació en una época en la que las mujeres todavía tuvieron que pelear mucho por sus derechos. Mis padres se fueron en los setenta a vivir a EEUU y mi madre, como todas en esa época, siempre tenía que tener la autorización de mi padre para cosas como el pasaporte, la cuenta corriente... Ella siempre me dijo que luchara por mi libertad. Que la libertad era emocional pero también económica. Como dice Virginia Woolf, que me hiciera siempre una habitación propia. Y siempre he tenido grabado a fuego eso de mi madre.
¿Esos consejos también afectaban a su carrera profesional?
No, porque mis padres estaban en otra historia respecto al periodismo. Mi padre es ingeniero y mi madre era filóloga. Lo que sí había en mi casa era una gran cultura del esfuerzo y una enorme capacidad de trabajo. Siempre nos han dicho que en la vida no te regalan nada, que hay que estudiar, trabajar, esforzarse... que eso está poco de moda ahora. Y eso también está forjado a fuego en mi carácter y en el de mis hermanos.
Gabilondo es uno de los protagonistas del programa. ¿Él es su 'palo' profesional?
Sí. El mayor de ellos. Y sigue siéndolo cuando tengo dudas o incertidumbre. Incluso a veces le escribo. Iñaki es padre profesional de muchas personas. Yo trabajé con él ocho años al inicio de mi carrera y los palos que sujetan lo que yo soy vienen de él y de su equipo. Teníamos un proyecto común y peleábamos mucho.
Arantxa Sánchez Vicario protagoniza otro de las entregas de 'Palo y astilla'. Ella sí tiene un historión familiar...
Es brutal. De haber puesto a caldo, de haber hecho público un problema familiar en un libro y ruedas de prensa, ahora vivimos el momento en que empieza a reconciliarse y acercarse a su familia.
¿El tiempo pone todo en su sitio?
No sé si es el tiempo o la familia, que lo aguanta todo. Es una unidad a prueba de fuego que no eliges, caes en ella. Y pese a las dificultades o broncas, es tu familia. Está llamada a enfadarse y reconciliarse. No hay mayor sociedad emocional.