Como era de esperar, Maite Galdeano se ha convertido en una de las grandes protagonistas de La Casa Fuerte, el reality low cost que ha improvisado Mediaset para cubrir su programación hasta verano tras la gran final de Supervivientes 2020. La navarra ha sacado enseguida a relucir su perfil más deslenguado y impudoroso dejando en shock a los espectadores.
La 'elegida de Dios' sorprendió a sus compañeros en el programa disfrazándose junto a su hijo Cristian Suescun. Mientras se vestían, Maite no dudó en enrollar una sábana alrededor de su hijo semidesnudo e incluso meter su mano en los calzoncillos del joven para darle forma a su atuendo de 'Cupido'.
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"Yo es que no doy crédito, perdonadme. Me ponéis estas cosas y me bloqueo", decía Ana Rosa este martes tras ver las imágenes en el tramo final del programa. "Yo respeto que todo el mundo haga lo que le de la gana, me parece fenomenal. Pero es que hay cosas que entiendes y esto no lo entiendo", seguía diciendo al tiempo que Joaquín Prat celebraba la "mezcla entre una deidad griega y un niño en pañales" en la que se convirtió Cristian.
"¿Qué te esperas de esta gente?", le preguntó entonces Lequio a la presentadora antes de recordar un insólito hábito de la exautobusera. "Maite dijo el otro día que comparte el consolador, repito, el consolador, con su hija", contó el italiano. "No quiero decir que esto me parezca depravado pero, como mínimo, un poco curioso porque es algo muy personal. No lo compartes, y mucho menos con tu hija", destacaba el colaborador.
Ana Rosa, al oír a su compañero, se quedaba en shock: "Falta de higiene en primer lugar y, en segundo lugar, de no entender lo que es una relación de una madre y una hija. No son amiguitas, una madre y una hija son cosas distintas que dos amiguitas", opinaba Quintana. "Es una falta de todo. Falta de pudor antes que todo. Una hija tienen que mantener una relación como mínimo de pudor", le apoyaba Lequio.