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Roberto Leal debuta en 'Pasapalabra': "Que se hable de mi acento andaluz me da orgullo, soy fiel a mis raíces"

  • ECOTEUVE entrevista al presentador, que se estrena hoy en el concurso de Antena 3
  • "No me preocupan las audiencias, me preocupa la acogida del público"
  • "Los datos de 'OT' no son los de 2017, pero estoy seguro de que volverá"

Cuando Roberto Leal comunicó en TVE que había aceptado la oferta de Antena 3 para presentar Pasapalabra, la respuesta entre los profesionales de la cadena pública fue unánime: "Es normal, yo haría lo mismo, adelante y muchísima suerte". Así lo recuerda el sevillano, que le da aún más valor a la oportunidad que le ha brindado el grupo de San Sebastián de los Reyes en un momento de tanta incertidumbre como el que estamos atravesando.

"Salgo bien de TVE, porque no entendería otra forma de hacerlo, y entro en Antena 3 con toda la ilusión, energías y ganas del mundo", asegura a ECOTEUVE.ES Roberto Leal, que debuta esta noche con un especial del concurso que la cadena emitirá en prime time antes de que el próximo lunes 18 se establezca en su horario habitual.  Además, el presentador tendrá la oportunidad de concluir la actual edición de Operación Triunfo, que retomará sus galas en La 1 el próximo miércoles 20 de mayo. 

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Entre tanto, Roberto Leal se vio hace unos días involucrado en una sonada polémica en redes sociales por la pregunta que le hizo Pablo Motos durante su entrevista en El Hormiguero. "¿Qué vas a hacer con el acento andaluz? ¿Lo vas a suavizar o lo vas a dejar?", soltó el valenciano en un comentario propio de otro tiempo. Leal, que considera que todo se magnificó, confiesa que está acostumbrado a que su habla se ponga en el centro del debate. 

"Cada vez que presento un programa, hay ciertos comentarios sobre mi acento. Pero cada vez que ocurre, a mí me alegra. Si alguien reconoce mi acento, es porque yo no lo he perdido. Por mucho que articule más al hablar, al final yo soy fiel a mis raíces de las cuales estoy superorgulloso", defiende el de Alcalá de Guadaíra, que resta importancia al comentario de Motos. "Estoy segurísimo de que en ningún momento hizo eso con mala intención".

¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando le llegó la oferta de Antena 3?

Para mí fue como el momento oficial de confirmarse algo de lo que venía habiendo un runrún. Mi nombre había salido en algún listado y había algún rumor que decía que Antena 3 estaba interesada en mi nombre, pero para mí no es oficial hasta que se me llama y se me pone la oferta delante. Ahí te lo crees de verdad y sientes mucha emoción. Imagínate... Lo cogí con muchas ganas, porque es una gran oportunidad que una cadena como Antena 3 te proponga un formato como este, además de El Desafío, y te plantee este proyecto a largo plazo. Me siento muy afortunado, porque no son buenos tiempos para la lírica, como diría la canción.  

¿Intentó TVE retenerlo o hacerle alguna contraoferta?

A ninguna empresa le gusta que tú te vayas. Para mí, también es un momento de decir adiós a unos compañeros con los que he trabajado durante seis años y un sitio en el que he tenido muchas oportunidades. Fácil no es, pero todo el mundo lo ha entendido. Esto nos coge a todos en una situación extraordinaria e incierta, y que te llegue una oportunidad así en un punto como este, todo el mundo lo entiende. Más allá de la pena de irme de un grupo en el que me he sentido muy querido y valorado, al final todo el mundo me decía: "Es normal, yo haría lo mismo, adelante y muchísima suerte". Por eso me siento afortunado. Salgo bien de TVE porque no entendería otra forma de hacerlo y entro en Antena 3 con toda la ilusión, energías y ganas del mundo.

El programa viene de hacer grandes audiencias en Telecinco. ¿Tiene presión por los datos que pueda hacer en Antena 3?

Yo, de momento, presión no tengo, porque no hemos arrancado. La presión se irá viendo a medida que vayan pasando los programas, pero no creo que se pueda hablar de 'éxito' o 'fracaso' de un día para otro. Para empezar, la palabra 'fracaso' la suelo quitar de mi vocabulario. Pasapalabra es un programa que la gente quiere y hay ganas de que vuelva. Al final, será cuestión de darle tiempo y dejarle que crezca también en la cadena que lo vio aterrizar en España como formato. La competencia también está haciendo sus movimientos para intentar frenar el estreno, pero eso son estrategias de cadena y es lícito y normal. Ahora mismo, no me preocupo por la audiencia, me preocupa ver la acogida que tiene el programa y si la gente tiene una buena respuesta. A partir de ahí, ya se verá.

Ha desvelado que ha hablado con Christian Gálvez. ¿Le ha dado algún consejo en especial?

Consejo como tal no. Christian me escribió y me puso un mensaje muy de compañero, supercariñoso, deseándome muchísima suerte. Me dijo que tenía un grandísimo equipo que me iba a ayudar mucho y que él estaba seguro de que lo iba a hacer muy bien, así que me divirtiese. Yo le di las gracias y le dije que al final él forma parte de la historia del programa y esperaba estar a la altura y ponerle el cariño y el respeto que se merece un formato así.

La verdad es que lo agradecí mucho, es un gesto de cordialidad y de cariño de un compañero hacia otro. La gente muchas veces se olvida que detrás de los que trabajamos en la tele hay personas y que somos gente normal y corriente. Yo no le deseo mal a nadie y Christian pues igual. Somos compañeros, pasamos de puntillas por la vida y creo que este tipo de gestos normalizan el oficio de la tele, que no es diferente a cualquiera, solo que a nosotros se nos ve un poquito más. 

La semana pasada, se lió por la pregunta que le hizo Pablo Motos en El Hormiguero. ¿Intuía que iba a haber polémica por el tema del acento andaluz? 

Yo estoy acostumbrado a que cada vez que presento un programa, hay ciertos comentarios sobre mi acento. Pero cada vez que ocurre, a mí me alegra. Si alguien reconoce mi acento es porque yo no lo he perdido, por mucho que articule más al hablar, al final yo soy fiel a mis raíces de las cuales estoy superorgulloso. Llevo 20 años trabajando en televisión y nunca he tenido ningún problema, no lo voy a tener ahora.

Es cierto que este es un programa que mide mucho la ejecución a la hora de articular las palabras, pero ya llevo muchos programas grabados, muchos roscos hechos, y no he tenido problema. Más allá del acento, el tema es ver si somos capaces de leer rápido. Puedes ser de Murcia, León, Lugo, Hospitalet de Llobregat o de Torrelodones que vas a tener que entrenarte igual en casa porque es una cosa de constancia. Al final, Christian estuvo doce años, Silvia Jato cinco o seis, y yo soy trabajador y practico en casa en el tiempo libre que tengo. Pero no me preocupa este tema en absoluto, lo del acento es un debate recurrente.

¿Le escribió luego Pablo Motos para aclarar el asunto al ver la repercusión que había tenido?

No, no. Yo creo que todo se magnifica mucho en Twitter y estoy segurísimo de que Pablo Motos en ningún momento hizo eso con mala intención. Es una pregunta que, por la secuencia de la entrevista, viene dada después de preguntarme si estoy entrenando para El Rosco. Estoy convencido de que no lo hizo con segundas, no tiene sentido, y menos siendo Pablo Motos, compañero del grupo y con el que voy a trabajar dentro de poco. Yo no le di ninguna importancia pero luego en Twitter se reabre el debate porque había ocurrido poco antes lo de la Ministra. Yo tengo en ese sentido una armadura y es que estoy orgulloso de mi acento igual que si fuera de la Costa da Morte [Galicia].

¿Cree que el formato de OT tiene fuerza para seguir en TVE?

Yo creo que sí tiene un largo recorrido. Luego estarán los descansos que tanto la cadena como la productora vean convenientes, pero es un formato con un público muy muy fiel. Es verdad que los datos, respecto a la primera edición de 2017 son diferentes, pero nadie sabe cómo puede funcionar en el futuro. Este es un programa que requiere de entrañas, la gente se enamora de los concursantes y es difícil enamorarse de los 16 de cada año. Más allá de eso, es un grandísimo formato que quien lo coja va a disfrutar a tope. Estoy seguro de que volverá, no me cabe ninguna duda.

¿A quién le gustaría ver como su sucesor en el programa?

Es una pregunta complicada. Yo no podría postularme ahora mismo por ningún compañero o compañera, porque es un programa que a muchos les gustaría presentar. Es un grandísimo formato y con una productora como Gestmusic es un master. ¿Podría pensar y dar con algún nombre? Sí, pero ese ejercicio todavía no lo he hecho porque hasta que no termine mi etapa no veré las cosas desde fuera. Mi ciclo acaba dentro de un mes, con la última gala. 

Le quitas el Premio Iris a Broncano, el Pasapalabra a Quequé... ¿Debe preocuparse Ignatius por la custodia de su hijo?

(Risas). ¡Amo a esa gente! Me parecen de lo más fresco que hay ahora mismo en los medios y son gente brillante y con un talentazo. Broncano ya me la devolvió ganando el último Iris, de Quequé tengo mucho que aprender, con ese vozarrón que tiene, entre muchas otras cosas, e Ignatius es un personaje referente muy por encima de lo que a priori pueda parecerle a mucha gente, es uno de los tíos más inteligentes de este país. Que no se preocupe nadie que yo ya me quedo como estoy, yo ya no me muevo más. (Risas).

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