Pilar Blasco tiene "grabado a fuego" la imagen de los diez concursantes que hace veinte años entraron por la puerta de Gran Hermano. "Ese momento en que Israel, por primera vez en España, abrió una puerta que todavía no se ha cerrado". Aquel 23 de abril de 2000 comenzaba "una aventura impredecible y muy compleja". Un programa en directo de tres meses de duración, sin interrupciones, que iba a mostrar el día a día de cinco hombres y cinco mujeres que se habían lanzado a una aventura sin precedentes y, en ese momento, muy polémica. "No sabíamos cómo convivirían, si al día siguiente se iban a querer marchar ", recuerda a ECOTEUVE.ES Blasco, hoy consejera delegada de Endemol Shine Iberia, el gigante audiovisual al que pertenece la productora Zeppelin.
La aventura del Gran Hermano había comenzado unos meses antes, cuando surgió la opción de adaptar en España el loco formato que había creado el holandés John de Mol, un auténtico gurú de la televisión. "José Velasco, por entonces director general de Zeppelin, nos enseñó el programa y dijo las palabras mágicas: ¿Os atrevéis a hacer esto? Y lo hicimos. En 3 meses".
Galería: Las fotos de la primera edición de 'Gran Hermano'
Telecinco no tardó en comprar el programa, aunque siempre se ha dicho que la propuesta también estuvo sobre la mesa de Antena 3. "Creo que se ofreció a ambas cadenas y Telecinco lo tuvo clarísimo. El tiempo ha demostrado que fue un rotundo éxito y la confianza de Paolo Vasile se mantiene", afirma Blasco, que en aquella época no participó en el proceso de venta del programa pero sí en su desarrollo, como productora ejecutiva de Zeppelin.
Dos de los directivos clave en el cierre de aquel contrato fueron Maurizio Carlotti y Mikel Lejarza, que en aquella época estaban en Telecinco (luego acabaron en Atresmedia). Con José Velasco, de Zeppelin, acordaron la puesta en marcha de GH tras visionar el programa original que emitía la cadena holandesa Veronica TV.

"Desesperados por encontrar la ubicación para la casa de GH"
La principal novedad y complicación técnica -además de emitir 24 horas- que presentaba Gran Hermano era la necesidad de montar una casa-plató para que convivieran los diez concursantes. Debía estar ubicada en la zona Norte de Madrid para estar lo suficientemente cerca de los estudios de Telecinco los días de 'gala'. En el año 2000, por cierto, nadie llamaba así al programa de prime time de los miércoles.

"Después de recorrer varias veces el área de 50 kilómetros alrededor de Madrid, y desesperados porque no encontrábamos la ubicación perfecta, el director de producción en ese momento, Ibón Celaya, dio con la clave y construimos la primera casa de GH dentro de una nave industrial", recuerda Blasco. Estaba en Soto del Real [así está ahora] y no en Guadalix, como ahora.
"El montaje técnico, cruz de cámaras, puestos de edición, control, redacciones... estaba dentro de la nave", relata. "Separada y lejos de la zona técnica, empezaba parte de la casa que, además, se abría al exterior con el jardín y la pequeña piscina", enumera Blasco. "Todo el desarrollo técnico y de gestión de la información generada durante esas 24 horas fue también creación propia de la productora Zeppelin con el ingeniero Juan Luis Romero a la cabeza".
El "examen" de Mercedes Milá para "aceptar" ser la presentadora
Poco tiempo antes del estreno de Gran Hermano se supo que Mercedes Milá era la elegida para presentar el programa. Un nombre inesperado que supuso (otro) golpe de efecto. "Era una candidata natural para mí", apunta Blasco, que se encargó de hacer la propuesta a la periodista para ofrecerle un proyecto que suponía un giro de 180 grados en su carrera.

"La llamada fue de las de nudo en el estómago por las expectativas. Para mí era la presentadora de GH. Pasión informativa y espíritu critico a partes iguales, que es lo que necesitaba el formato", recuerda la directiva. "Pero Mercedes llevaba un tiempo sin hacer televisión y no estaba claro que quisiera volver con un programa tan arriesgado. Me pidió una reunión donde quiso saber todo, pero todo, del programa, del equipo y de la compañía. Un examen total".
La reunión se celebró justo antes de que Milá emprendiese un viaje a África que tenía programado. "Fue un primer contacto acelerado y muy aprovechado ya que de lo que le contáramos dependía su decisión final. Y, afortunadamente, aceptó".

Antes de cerrarse el fichaje de Milá, otros nombres aparecieron en las reuniones con Telecinco. Paco Lobatón fue otro de los que sonó con fuerza en los despachos, según cuenta Elizabeth López, entonces directiva de la cadena privada, en el libro Gran Hermano y ahora... ¿qué? (Protocolo). "Lo tenía todo, pero dijo que no". Antxon Urrusolo, Carlos G. Hirchsfield, Ramón Pellicer, Inés Ballester, Juanjo de la Iglesia y Jesús Vázquez también estuvieron en la lista. Este último y Milá fueron los dos candidatos finales.
El casting de 'GH': "Ismael, Ania e Iván estuvieron dentro de las quinielas siempre"
El elemento clave de GH, obviamente, fueron los diez concursantes que encontraron tras semanas de casting. "Buscábamos gente positiva, valiente, con carácter y de distintas procedencias geográficas, sociales, familiares y de formación. Queríamos que tuvieran edades diferentes, pero no muy alejados generacionalmente. Gente con ilusión por vivir algo nuevo y con la generosidad suficiente para implicarse en ello. Buscábamos verdad", explica Pilar Blasco.

De aquellas pruebas salieron diez nombres que ya son historia de la televisión: María José, Jorge, Vanesa, Nacho, Ismael, Ivan, Marina, Israel, Ania y Silvia, quien ha contado a ECOTEUVE.ES como llegó a GH y cómo fue su experiencia, antes y después. Más tarde, Koldo, Mabel, Iñigo y Mónica se sumaron como reservas.
"Los 3 finalistas, Ismael, Ania e Iván, estuvieron dentro de las quinielas siempre. Pero no fueron los únicos", cuenta Blasco sobre los favoritos del del proceso de selección. "Discutimos mucho, porque cuando haces casting te enamoras de tus candidatos y estás convencida de que el publico también lo hará. Así que peleas a brazo partido por meter a tus concursantes. Me incluyo, porque en esta primera edición éramos un equipo reducido y yo hice casting en varias fases".

El estreno de Gran Hermano, un formato absolutamente innovador, estuvo rodeado de polémica y debate. Nunca antes se había 'espiado' a través de las cámaras a un grupo de anónimos durante las 24 horas del día. "A muchos les escandalizó esa naturalidad".
"Recuerdo la tremenda presión mediática y en algunos casos inhumana que tuvieron que sufrir algunos de los concursantes y también Mercedes y el equipo", apunta Pilar Blasco. Artículos de opinión en todos los diarios, acusaciones de montaje... y, tras el estreno, muchas portadas de revistas. María José Galera fue, en ese sentido, una de las más perjudicadas. Mónica también.
"GH creó un nuevo género, algo que en 20 años no ha vuelto a ocurrir"
La audiencia, sin embargo, respondió desde el primer día. 5.296.000 espectadores (36,5%) vieron el primer programa. La final alcanzó los 9.105.000 espectadores y un 70,8% se share. La media de aquella primera edición fue del 51,2%. "El público adoptó GH como suyo hasta hoy. Gran Hermano creó un nuevo género televisivo, algo que en 20 años no ha vuelto a ocurrir".
