La irrupción de la pandemia del coronavirus ha planteado un debate sobre las diferentes posturas que han tenido los medios de comunicación a la hora de hablar de la pandemia: hay quienes optaron por hacer una llamada a la calma y otros que fueron tachados de alarmistas. Desgraciadamente, a estos últimos el tiempo les ha dado la razón pero, en su día, se llevaron un alud de críticas.
Ocurrió con Íker Jiménez, uno de los primeros en avisar de la gravedad de lo que venía. El presentador habló con expertos y recomendó que se comprasen provisiones para pasar una cuarentena cuando en España nadie creía que eso iba a ocurrir.
Pero, para ser justos, también Pablo Motos fue lapidado por decir en El Hormiguero que el coronavirus no era una "gripe más" y que la "gente muere". Su análisis, obviamente, no fue tan profundo como el de Iker ya que son programas de contenidos distintos, pero la lluvia de críticas fue monumental cuando alertó a la audiencia el 2 de marzo, 11 días antes del decreto de alarma.
Su discurso en Antena 3 "acojonó" al invitado de ese día, José Ramón de la Morena, como éste ha admitido a ECOTEUVE.ES. "Tenía mejor información que yo", comenta el veterano comunicador radiofónico.
Es preciso contextualizar que cuando Iker Jiménez y Pablo Motos advirtieron de lo que podía venir, la línea informativa dominante en España era más amable y, por aquel entonces, triunfaba el alegato que Lorenzo Milá lanzó en TVE, el 25 de febrero. El periodista se llevó todos los aplausos por la crónica que hizo desde Italia.
"No podemos hablar, qué se yo, de virus terroríficos como puede ser el ébola. No. Estamos hablando de un tipo de gripe del que se curan la gran mayoría de las personas que se han infectado", declaró en su intervención en Los Desayunos de TVE. "Pero, chico, parece que se extiende más el alarmismo que los datos".
El aviso de Pablo Motos que provocó una lluvia de críticas
"Es una enfermedad nueva, con lo cual hay un montón de cosas que todavía no se saben. Le puede ir bien el calor y puede ser que en primavera se muera, pero también se podría complicar y no es ninguna broma, no es una gripe", señaló Motos mientras daba las "agobiantes cifras" oficiales de China. El valenciano instó a la audiencia a extremar las precauciones de higiene.
"No es una broma, es peor que una gripe y hay gente que se muere", sentenció el presentador en directo, haciendo que De la Morena volviera a incidir en que le estaba "acojonando de una manera...". "Bueno, es que hay que decir la verdad", apostilló Motos señalando que el "peor escenario" es que "se convierta en una pandemia".
El chorreo de críticas que se llevó en las redes sociales fue brutal ese día y una gran mayoría le tachó de "alarmista" y le desacreditó por no ser una fuente técnica.
Las palabras del valenciano datan del 2 de marzo. Una semana más tarde, el 9 de marzo, los platós empezaron a vaciarse de público por precaución; el 10 se cerraron los colegios en Madrid; el 11, la OMS declaró el brote de COVID-19 como pandemia y el 14 se decretó el estado de alarma en España confinando a todos los ciudadanos en sus casas. Mes y medio después, España registra 19.000 muertos.