"Fatal, fatal, fatal". Así vivió Paz Herrera, una las concursantes más conocidas de la televisión, la noticia de la cancelación de Pasapalabra en Telecinco. "Cuando bajé las escaleras de El tirón lloré como una magdalena. Hasta ese día no fui consciente de que el concurso se había acabado".
Tras debutar en Saber y ganar, esta arquitecta cántabra pasó a la historia de Pasapalabra al ganar el bote de 1.310.000 euros después de 141 programas. Seis años después, Paz Herrera está de vuelta con El cazador.
En este nuevo concurso, que TVE estrenará el próximo lunes 10 con Ion Aramendi al frente, tendrá que impedir que aspirantes anónimos se lleven el premio. "En otros formatos, en función de lo que hayas respondido, te llevas el dinero o no. Aquí, todo depende de si superas al cazador", dice en palabras a ECOTEUVE.ES.
¿Cómo se mete Paz Herrera en el papel de cazadora?
A mí me ha costado un mundo. Los primeros días, el inglés de la cadena británica propietaria de los derechos del concurso nos decía que teníamos que ser superantipáticos: una mezcla entre la señorita Rotenmeyer y Don Cicuta. Y no podíamos sonreír.
Pero nos han visto y eso en España no gusta. Con el paso de los programas ya nos dijeron que nos dejásemos llevar más, si el chaval no ha fallado, lo ha hecho bien y yo no le he podido cazar, yo le aplaudo.
¿Estaba abierta a que la llamaran para un concurso?
No, desde Pasapalabra yo no he vuelto a llamar a ningún sitio para volver a participar, pero ¿qué pasa? Que te llaman a ti. He vuelto a los especiales de Pasapalabrapara los Botes Másters o de ayudante famosa, que me molaba mucho, me ponía supernerviosa.
¿Había nervios pese a que, en esta ocasión, no luchaba por ganar un premio?
Sí. El primer día que grabamos me puse nerviosa como nunca porque era como si tuviera que pagar de mi dinero hasta que un día el director nos dijo que tampoco pasaba nada si los concursantes lo hacían muy bien, que es lo lógico, porque si no, no va a haber nadie que quiera venir. El día que perdí me supo muy mal.
¿La fama que da Pasapalabra se mantiene? ¿La siguen parando por la calle?
En junio hará seis años y esta mañana todavía en el hotel donde me he alojado, la recepcionista me dice: '¡Ay, tú eres la de Pasapalabra!'. En un primer momento es lo que te flipa: pasas de ser gente normal a que te conozca todo el mundo y en todas partes. A veces te abochorna que una señora, desde el otro lado de la acera, te diga que eres la mejor cabeza de España.
¿Cuál es el sitio más raro donde la han reconocido?
Cuando viajé con mi hermana a Nueva York, en la cumbre del Empire State, una pareja empezó a discutir por mí. El marido dijo: 'Sí, aquí va a estar la de Pasapalabra".
Tuvo que llevar peluca durante un tiempo para no desvelar que había ganado. ¿Cómo lo recuerda?
Yo gané el bote justo el último de grabación porque había un mes de parón. Pues ese programa se emitía mes y medio después, me rapan el pelo y, al día siguiente, tuve que ponerme un pañuelo y agenciarme una peluca, que también tiene su historia...
Cuénteme...
Una de las veces que Félix Álvarez [Felisuco] fue de invitado y coincidimos en el avión desde Santander y me dijo que yo iba a ganar el bote: 'Ya lo veras, lo vas a ganar y te van a rapar'. Pues me dijo que su mujer tenía una peluquería y muchas pelucas porque trabajaba con el centro de oncología.
Él, generosamente, me dijo que me pasara por allí. Me vi en la necesidad de un día para otro y había una peluca que era mi pelo tal cual lo tenía. Pasé un mes y medio... porque además era de mayo para junio, que ya hacía calor, y me picaba por todas partes.
Christian Gálvez no sabía si raparla la cabeza o no...
Sí. Al ganador anterior del bote le habían 'pelao' y él me dijo 'bueno, tú como eres una chica no te pelaremos'. Dije: 'A ver, explícamelo otra vez. ¿Por ser una chica? ¿No queremos igualdad de derechos? Si a mí el pelo me crecen más que a los hombres, o incluso más'.

¿Cómo vivió la cancelación de Pasapalabra en Telecinco?
¡Uff! Yo lo he llevado fatal, fatal, fatal. Pasapalabra lo hacía un equipo humano tan bien cohesionado, gente joven, que trabaja con tantas ganas, que me sentó fatal. De hecho, cuando se presentó El tirón, menos mal que la primera toma no valió porque bajé aquellas escaleras llorando como una magdalena. Hasta ese día yo no fui consciente de que Pasapalabra se había acabado.
¿Ha podido hablar con Christian Gálvez? ¿Cómo está él?
Christian me imagino que lo tiene que llevar mal. Sí que lo lleva positivamente porque es su manera de pensar y dice: 'mira, en esto llegué a la excelencia y ahora viene otra etapa de mi vida en la que me tengo que esforzar por volver a llegar a la excelencia'. Además, él investiga, escribe...
Si la llamasen del Pasapalabra de Antena 3 para concursar, ¿le pondrían en un compromiso?
Pues sí, claro. Naturalmente. Esto es como el primer amor. Aunque estés muy bien, el primer amor tiene algo. Y será incompatible mientras estemos en emisión en La 1. Ahora estoy en Saber y ganar, que fue mi amor adolescente, pero como es la misma cadena, sí que es compatible.
Ha ganado varios premios con sus relatos cortos. Hábleme de su faceta como escritora.
Sí. Yo soy concursante y mi segundo adjetivo es pánfila. Tenía que haberme aprovechado mucho de la fama y vivir de mi libro. Yo tenía escritos relatos cortos. Mi abuela trabajaba en el campo y siempre nos habían contado muchas anécdotas de los tiempos de la guerra y mi padre se lo había contado a sus sobrinas.
Pues dije, el día que se muera mi padre, se van a perder, así que los voy a escribir yo. Se llaman Cuentos de María y Lucero y otros relatos. Cuando gané el bote, un periodista me preguntó por mis aficiones y dije que me gusta pintar y que tenía varios premios en relatos cortos escribía. A los pocos días se me presentó un editor.
¿Sigue trabajando como arquitecta?
No, de eso sí que me retiré por la crisis.