Tu cara me suena regresa a la televisión este viernes con el estreno de su octava edición en Antena 3. El talent musical de imitaciones vuelve a la parrilla tras un año de descanso con Belinda Washington, Los Gemeliers, Rocío Madrid, María Isabel, Nerea Rodríguez, el Monaguillo, Cristina Ramos, Jorge González y Mario Vaquerizo como concursantes.
El marido de Alaska probará suerte en un nuevo programa televisivo tras lograr una preciada tercera posición en la tercera edición de Masterchef Celebrity: "Yo lo veo como un reto. Estoy acostumbrado a cantar, porque soy cantante aunque la gente no se lo crea", reivindica al madrileño afirmando que la gran prueba de fuego será meterse en la piel de otros artistas, independientemente de que sean hombres o mujeres. "Soy muy travesti, no temo los cambios de sexo", asegura el showman a ECOTEUVE.ES.
Lea también: ¡Comer y cantar!: 11 famosos que han saltado de TCMS a Masterchef (y viceversa)
Por su parte, Cristina Ramos llega a TCMS tras arrasar por medio mundo gracias a las ediciones AllStar de Got Talent. En España ganó la primera edición en Telecinco y repitió victoria en la versión mexicana de La Voz. "Para mí, esto es un reto tremendo porque vengo a imitar. Aquí no soy Cristina Ramos. Soy Paloma San Basilio, Alaska o quien diga el pulsador. Es diferente", declara la canaria, que desvela lo que ocurrió realmente con la propuesta que envió para representar a nuestro país en Eurovisión.
¿Cómo afrontáis vuestra participación en Tu cara me suena 8?
Cristina Ramos: En mi caso, con muchísimo orgullo. Siempre ha sido un sueño para mí. Yo siempre he visto este programa como una posibilidad de jugar a ser otros personajes. Tuve la oportunidad de participar como invitada en la versión de TCMS en Costa Rica y me gustó tanto, que para mí estar aquí es un sueño.
Jorge González: Para mí también es un sueño. Yo me siento un privilegiado de estar compartiendo esto con ellos. Son muchos los que se presentan al casting y soy un afortunado. Me pellizco y no me lo creo.
Mario Vaquerizo: Pues yo lo veo como un reto. Estoy acostumbrado a cantar, porque soy cantante aunque la gente no se lo crea. (Ríe). Yo llevo 15 años con las Nancys Rubias y he dicho siempre que voy en playback, pero me refiero a que el playback es la música porque no sabemos tocar instrumentos. Nosotros consideramos que para tener un grupo y ser una estrella no tienes por qué saber tocar ningún instrumento. Si quiero aprender a tocar la guitarra, ya me apuntaré yo a un curso CCC de esos. Entonces, a lo largo de estos 15 años he cantado y el reto ahora es imitar. Cada uno de nosotros tenemos un estilo propio y este programa te obliga a irte a otro sitio. Para mí el reto es esa cosa actoral y eso a mí me gusta mucho. Yo de niño quería ser John Travolta, por lo que TCMS no es un programa ajeno a como yo concibo el hacer televisión. Es un programa para todos los públicos y yo soy para todos los públicos.
Mario, ¿canta siempre en directo?
Mario Vaquerizo: Sí, sí. Yo cuando actúo, siempre canto en directo. Y luego tengo otro grupo, que son los Ramonsters, que sí saben tocar. Pero lo que hacemos las Nancys no es muy diferente a lo que se hace en Eurovisión: bases grabadas y voz en directo. Eso es lo que vamos a hacer en Tu cara me suena, por lo que no es algo ajeno a mí. Se llama nancyrubismo y llevamos con ello muchísimo tiempo. Ahí yo creo que me puedo defender bien. Más pudor me da la interpretación de la imitación, es más complicado.
Cristina, ¿cómo lleva usted lo de imitar?
Cristina: Para mí, es hacer un homenaje al artista al que estás imitando. Da un poco de pudor y de nervios por el hecho de hacerlo bien. Es cierto que yo desde pequeña he jugado un poco a imitar a otros cantantes. Otra cosa es que yo lo haga de una manera que al público no le convenza, pero la intención y las ganas van a estar ahí. Es un reto tremendo.

¿A qué artista queréis imitar y cuál os da miedo?
Cristina: Yo tengo un problema y es que nunca he podido decantarme por ningún estilo. Muchas veces, en mis estudios ha sido un handicap, porque hago ópera, rock, funky, boleros, disco... pero al final se ha convertido en mi sello. No sabría decirte cuál.
Jorge: A mí me dan miedo los cambios de sexo.
Mario: Ay, no. Yo soy muy travesti, me encanta hacer de todas las mujeres.
Jorge: No, pero no por eso. Yo es que tengo una voz muy grave y camuflarla me puede costar un poco más.
Mario: Eso es verdad. Nosotros cantamos, pero tenemos que cambiar el tono para irte a la voz del cantante que imitas. Pero a mí eso me gusta. Y que nos disfracen mucho. Lo bueno que tiene este programa es que son canciones que se conoce todo el mundo y eso es muy agradecido para el espectador.
Jorge: Como dice el refrán: 'Canción conocida, canción aplaudida'.
¿Sois seguidores de Tu cara me suena?
Mario: Yo he sido espectador de este programa y lo que me gusta es que es un programa muy ecléctico y nada prejuicioso. Aquí se tocan todos los estilos musicales: desde el rock al flamenco. Hay programas que, con todo el respeto del mundo, solamente están con unos que a mí me toca el c***. Perdón, que me aburren mucho. Este es un programa plural en el que descubres canciones y redescubres algunas antiguas. Es un programa muy cultural. No hay que hablar sólo de libros, la música también es cultura.
¿Qué miembro del jurado os da más miedo?
Mario: Yo me doy miedo a mí mismo.
Jorge: A mí Carlos, porque como imitador, su criterio es sagrado. Es el experto en imitar. Y Ángel, que lo que le viene a la boca te lo va a soltar.
Cristina: Para mí Chenoa, como cantante, también.

Cristina, ha ganado casi todos los talents a los que va. ¿Hay presión por ello?
Cristina: (Ríe). A ver, los talents shows a los que me había presentado son totalmente diferentes a lo que voy a hacer ahora. Para mí, esto es un reto tremendo porque vengo a imitar. Aquí no soy Cristina Ramos. Soy Paloma San Basilio, Alaska o quien diga el pulsador. Es diferente. Realmente, me he presentado sólo a dos talents por casting. El resto han sido invitaciones de la loca de Simon Cowell, que se sacó de la manga varios AllStars de Got Talent y hemos repetido en Londres, en China y en Estados Unidos. Y yo encantada claro.
Cristina, este año sonó mucho su nombre para representar a España en Eurovisión. ¿Llegó a haber una oferta sobre la mesa?
Cristina: Sí, hicimos una propuesta. Yo estaba en una nube. Vimos que los fans del festival estaban nombrándome mucho y presentamos un tema a TVE. La cadena se puso en contacto con nosotros y estábamos entre los seis últimos candidatos. Finalmente, eligieron a Blas Cantó.
Mario: ¿Es por designación directa como antes? Eso también lo hacían en la OTI. Alaska y Dinarama se querían presentar pero los rechazaron con Ni tu ni nadie. Paloma Chamorro los propuso porque consideraba que el tema podía triunfar y el comité los rechazó. En todo caso, yo creo que se debe hacer así, por designación directa. Yo no soy nada democrático para eso, porque eso de que lo decida la audiencia, que es soberana... Me estoy metiendo en un lío que mejor me voy a callar.
Mario, ¿sigue queriendo ser bibliotecónomo?
Mario: Sí, yo soy un maricón muy raro. La putada es que no puedo desafiar a la ciencia ni a la realidad. Me gustaría que el día tuviera 50 horas, no tengo tiempo. Yo duermo una media de 7 horas y me gusta ir al gimnasio y hacer muchas cosas. Yo trabajo mucho, como todos, pero no tengo sensación de trabajar. Estoy como Belinda Washington, trabajando de domingo a domingo. Pero no lo siento como un esfuerzo. Yo quería ser bibliotecónomo o librero, pero cuando sea mayor y ya nadie me llame. Compro un local en mi calle y me dedico a vender y a hablar con la gente, que es lo que me gusta.
Mario, ¿cómo viste a tu amiga Tamara en Masterchef Celebrity?
Mario: Muy bien. Yo quería que ganara ella. Mis favoritas eran ella y Vicky Martín Berrocal. No porque sean mis amigas. Pero es que estos programas, también TCMS, parecen muy frívolos, pero reflejan muy bien cómo somos cada una de las personas. Son programas muy chivatos. Y me gustó mucho cómo se ha visto a Tamara. Tenía una imagen de pija y claro que es pija. No hay ningún problema por ser pija. Yo no condeno el pijerío, es más, lo aplaudo. Tamara es una chica educada, buena compañera y que se esfuerza. Para mí esos son los valores que tiene que tener una persona para ganar. Ya sea cocinando o cantando. Lo que no soporto es la soberbia. La gente altiva y soberbia a mí me da alergia.