El magnate John de Mol invitó a un grupo de gurús de la tele a Holanda para presentar su nueva idea: "Vamos a ir al desierto de California y vamos a encerrar a 20 tíos con gallinas y rodeados de cámaras". El productor español Toni Cruz era uno de los que escuchaba las primeras líneas del proyecto que acabó convirtiéndose en Gran Hermano, el formato que lo cambió todo hace 20 años. "Pensábamos que estaba loco", recuerda el empresario, "pero el tío es un visionario y funcionó".
GH fue un éxito en Holanda y luego arrasó en España. "Nos miramos y dijimos: '¡coño, esto es gordo!", recuerda Cruz, con quien ECOTEUVE.ES habló en el FesTVal de Vitoria. En aquella época era máximo responsable de Gestmusic junto con los hermanos Josep María y Joan Ramón Mainat.
"¿Y si en lugar de esos vagos que se están rascando todo el día, nosotros les metemos en una academia, les damos clases de música, inglés y gimnasia? ¿Y si después hacemos un show musical diferente cada semana? Y en directo", reflexionaron. Estaba naciendo Operación Triunfo.
¿Qué piensa cuando recuerda que ha creado uno de los formatos más exitosos de la TV?
Es un orgullo, porque nadie sabía lo que iba a pasar ni lo que íbamos a hacer. Ni nosotros mismos. Nos metimos en un fregado de tres pares de cojones. El formato había estado tres años en un cajón.
¿La opción siempre fue TVE o pudo acabar en otras cadenas?
Rondó en TVE y en Telecinco. Hasta que Álvaro de la Riva entró en TVE. Quería poner en marcha un formato musical. Le ofrecimos OT, que mezclaba música, concursantes jóvenes, era aspiracional.... Cuando aceptó, nos quedamos fríos.
¿Cuál fue el mayor acierto de OT1?
En Lluvia de estrellas (Antena 3) quisimos hacer una academia porque nos daba pena que pasara gente buena -Tamara, Civera...- y no les pudiéramos enseñar más.
John de Mol nos presentó en Holanda el proyecto de GH. "Vamos a ir al desierto de California y vamos a encerrar a 20 tíos con gallinas, rodeados de cámaras", nos dijo. "Está loco", pensamos. El tío era un visionario y lo hizo, no en California, sino en Holanda. Y dijimos, coño, esto es gordo. Empezó a triunfar y nos miramos: ¿Y si en lugar de esos vagos que se están rascando todo el día, nosotros les metemos en una academia, les damos clases de música, inglés y gimnasia…? ¿Y si después hacemos un show musical diferente cada semana? Y en directo.
¿En qué se equivocaron?
Se nos cayó encima al cabo de un mes. No se podía vivir: presiones por todos los lados, las calles estaban llenas con fans durmiendo en la calle donde estaba la academia, teníamos problemas con los vecinos... no estábamos preparados para tantos inconvenientes. Era salvar las situaciones con parches. Tuvimos la suerte de meter a grandes profesionales, porque me preocupaba quién iba a enseñar a los concursantes.
Habíamos trabajado con Nina pero había perdido su rastro. Le llamé y se puso a llorar. "Es lo que quiero hacer", dijo. Y trajo gente que desconocíamos: Llàcer, Manu Guix... la escuela funcionaba como un tiro. Fue uno de los aciertos. Y Gestmusic era una máquina de guerra.
Los primeros jueces fueron en Lluvia de estrellas y luego en OT. No degradaban a nadie. Eran profesionales. No hacía falta ningún espectáculo ni malmeter. Eso ha ido cambiando. Ahora hay jurado y cuestionadores en todas partes. Algunos lo usan para encumbrarse ellos en vez de estar 'al servicio de'.
¿Fue un error llevar el formato a Telecinco?
OT1 tuvo ofertas para irse a otras cadenas. Creo que OT no tendría que haberse ido nunca de TVE. Tenía que haberse quedado, descansar y volver. Era el sitio perfecto. En TVE, cada directivo que entra hace bueno al que se va. Desde siempre. Llegó un momento en que empezaron a no tratar bien al formato porque no les gustaría, supongo. Llegó un momento que decidimos irnos porque iban a matarlo. Se lo ofrecimos a Telecinco y volvió a resurgir.
Después, en Telecinco, se acabó por unas cosas. Entra una dinámica de cadena contra productora con intereses dentro de Endemol... el error de Endemol fue venderse a productoras y a televisiones.
Carlos Lozano, Jesús Vázquez, Pilar Rubio, Roberto Leal... ¿quién lo ha presentado mejor?
Carlos Lozano era un señor que estaba en TVE presentando El precio justo y nos lo ofrecieron. Nos pareció bien, era joven, dicharachero. Y lo hizo bien. Con falta de recursos en algún momento, pero bien. Sin embargo, se fue creyendo hermano mayor y cuando rompes el cristal y te acercas demasiado a la gente, ya no lo ves en panorámica. Pero lo hizo bien en los tres años que estuvo.
Telecinco tenía al que para mí es el mejor presentador de España, Jesús Vázquez. Se involucra hasta cierto punto, sabe de 'pe a pa' lo que tiene que hacer y lo lucha hasta el final. El presentador del directo tiene que saber lo que es un directo y lo tiene que solucionar muy bien.
Trasladaron a Jesús Vázquez a Cuatro, con mi cabreo. Protestamos porque no lo entendíamos. Y nos dijeron que Pilar Rubio iba a presentar OT. Habíamos trabajado en Más que baile y lo había hecho bien. Pero pedimos que no lo hicieran porque le hacia falta estar más curtida. Pero insistieron y ahí se terminó. Había otras presiones de otro tipo que no puedo contar, pero no era mala presentadora. Lo que hacía lo hacía bien, pero era un formato demasiado grande.
¿El paso de Risto acabó siendo perjudicial para OT? Llegó a enfrentarse a Jesús Vázquez. [Risto admitió que quiso "cargarse" OT]
Tuvo un conflicto con Jesús y decidimos terminar. No puede ser que un jurado digas esas cosas. Era homófobo, era sexista... no me gustaba nada. Yo creo que era para tener protagonismo.
¿Sigue mal con vosotros?
Dice que yo le despedí, pero no podía hacer eso, porque era rostro de la cadena. Fue la cadena la que lo sacó. Yo casi no hablaba con él. Mainat les explicaba las cosas, porque era el encargado del jurado, pero yo estaba con otras cosas de la gala. OT no lo puede llevar uno solo, requiere varios directores. Pero se ha demostrado que era innecesario, los jurados siguen funcionando bien y no hace falta insultar ni malmeter.
¿Cómo vivió el regreso de OT?
OT es un formato poderoso que si se trata bien, funciona bien. Hay que conseguir un casting sin prisas y, si es necesario, retrasar la emisión. La prueba fue la vuelta, en 2017, con Amaia, Aitana... volvió la magia. Unido al uso de las redes sociales. Ahora la gente canta mucho mejor, los concursantes saben lo que quieren y son más cultos.
OT volverá en 2020. ¿Cree que ha descansado el tiempo adecuado?
En la última edición, se vio que la primera se la iba comiendo. Creo que la tercera estará bien, porque han esperado más tiempo. Son seis meses más de aire.
¿Cómo cree que han gestionado el éxito los concursantes de OT?
La gente solo quiere hablar de juguetes rotos cuando habla de música y no de la gente que sale de la universidad y no encuentra trabajo. Hay juguetes rotos por todas partes.
Bisbal sigue cantando, Carrasco tiene gran éxito... De 190 participantes de todos los OT, el 93% vive de la música. No como Bisbal, pero están en un teatro, orquestas, eventos en discotecas... Unos viven de puta madre, otros bien y otros un poco peor, pero casi todos siguen viviendo de la música.
La pérdida de ingenuidad fue uno de los problemas de OT 2018. ¿Cómo se lucha contra eso?
Pasó lo mismo en OT2. Les avisábamos de que había que trabajar y, que si no, no continuarían en esto. En OT2 mucha gente se quedó en el camino porque se creía que ya había triunfado solo por estar ahí. Asumir eso con 18 años es muy difícil.