Isabel Preysler "no daba un duro" por su hija Tamara Falcó en Masterchef Celebrity. Tampoco su hermana Ana, que se sorprendió al enterarse de que iba a meter entre fogones. "Mi cuñado Fernando [Verdasco] fue quien más me apoyó", explica.
Tamara Falcó competirá, a partir de esta noche en La 1 (22.05), contra otros famosos en la cuarta edición del talent culinario. Ana Obregón, Yolanda Ramos, Los Chunguitos o Vicky Martín Berrocal son algunos de sus rivales.
¿Por qué decidiste entrar a Masterchef?
Me parecía una experiencia muy chula y un reto. No sabía que iba a ser tan exigente. Pensaba que estaba un poco trucado (risas). Que en algún momento venía un cocinero y te ayudaba a hacer el plato. En el primer programa me quedé esperando: ¿Dónde está la gente que ayuda?, pensé (risas).
¿Qué ha sido lo más duro?
La cocina es muy dura, pero lo peor es estar compitiendo todo el tiempo con unos jueces que saben tanto. No es lo mismo que cuando cocinas para los amigos.
¿Le han metido mucha caña?
Me han dicho de todo. Menos que sabía cocinar...
¿Quién fue el rival más fuerte?
Ana Milán. Entró con un nivelazo y sabe mucho de cocina.
¿Usted se formó antes de entrar a Masterchef?
Estuve con Paco Roncero una semana. Pero Almudena [Cid] había estado dos meses...
¿Cuál era tu punto fuerte?
La calma. Es un programa en el que pierdes los nervios muy fácilmente.
¿Ha enseñado en casa, a su madre, lo que ha aprendido en el programa?
Ramona, que es la persona que trabaja en casa, tenía un poco más de interés, pero el resto, como mucho, me sirvieron de 'conejillos de indias'.
¿Pidió consejo a alguien?
El concurso dura como unos dos meses de grabaciones y pensé que me iba a quedar sin vacaciones. Entonces, mi madre me dijo: no te preocupes, si te van a echar antes (risas) No daba un duro. Mi hermana Ana no se lo creía cuando le dije que iba a ir a Masterchef. Mi cuñado Fernando [Verdasco] es el que más me ha apoyado.
Después del concurso, ¿ha preparado algún banquete a su madre, que no daba un duro por usted?
Pues hice una cena e invité a unos amigos. Llegó Mario [Vargas Llosa] y me pidió probar lo que había preparado y le gustó. Se lo contó a mi madre y cuando llegó ella me dijo que lo quería comer. Mi respuesta fue: la cocina está cerrad (Risas). Esa fue mi pequeña venganza.
¿Qué rival le ha sorprendido en lo personal?
Con quien más migas he hecho han sido Vicky [Martín Berrocal], que he aprendido mucho de ella, y Juan Avellaneda, que nos hemos hecho íntimos.
¿Y los Chunguitos?
Son gente súper educada, siempre tienen una palabra amable.
Usted es muy religiosa, ¿ha unido de alguna manera sus creencias con el programa?
Todas las lecciones que he aprendido en el Evangelio me han servido. Cuando me han hecho críticas los jueces, yo pensaba: "mansa y humilde", "mansa y humilde"...
Le han llamado para otros realities. ¿Por qué los ha rechazado y, en cambio, sí ha aceptado Masterchef?
Me llamaron para Supervivientes y no me veía. Como dice la productora [Shine Iberia], Masterchef no es un reality, es un talent.
¿Cree que va a cambiar la imagen que el público tiene de usted?
He intentado hacerlo lo mejor posible. Son tantas horas de grabación que imagino que sí, que se me conocerá un poco más.