Desde hace años, el nombre de Pedro Baños es un fijo de Cuarto Milenio cuando el programa habla de geopolítica o ciberseguridad. Ahora, este coronel del Ejército de Tierra y diplomado de Estado Mayor lleva estos temas al prime time de Cuatro en La mesa del coronel, un programa que cuenta bajo el sello de Alma, la productora de Iker Jiménez y Carmen Porter, y que se estrena este domingo (22.45).
Su primer especial hablará sobre el espionaje del móvil, la tecnología 5G y el control de datos. Cabe recordar que Pedro Baños estuvo a punto de ser nombrado como director de Seguridad Nacional por Pedro Sánchez. Pero no ocurrió. "Fui objeto de infundados e injustos ataques mediáticos", dice a ECOTEUVE.ES
Iker Jiménez es el productor del programa. ¿Cómo surgió la idea?
Durante dos años, tuve un programa titulado Visión Geopolítica, que se emitía por Internet, en formato vídeo y podcast, en el que abordaba principalmente temas internacionales, con la participación de grandes expertos en cada campo. Como vi que tenía bastante éxito, dado que la ciudadanía -muy especialmente los jóvenes- reclamaba un programa de esta naturaleza, pensé en la posibilidad de que fuera emitido por una gran cadena de televisión.
Un día, hace más de un año, se lo comenté a Iker, al que le pareció una gran idea. A partir de ese momento, Iker, con cuyo respaldo siempre he contado incluso en momentos delicados, se volcó de forma total en el proyecto. Con la genialidad que le caracteriza, Iker lo fue configurando para adaptarlo adecuadamente a un formato televisivo de gran audiencia, en el marco de su productora Alma.
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La geopolítica es uno de los temas que suben la audiencia de Cuarto Milenio. ¿Por qué?
Hasta hace poco tiempo, se decía que nunca se debía abrir un informativo o poner en la portada de un periódico una noticia internacional, porque hacía perder interés, pues los espectadores y los lectores no se sentían afectados. Sin embargo, esta situación ha cambiado completamente. Queramos o no, vivimos en un mundo globalizado en el que todo lo que sucede en cualquier parte, incluso en las zonas más alejadas, nos puede repercutir de un modo directo, universal e inmediato.
A ello se une una creciente inestabilidad, producto del enconado enfrentamiento entre grandes potencias, como vemos a diario en los medios. Al tiempo que un grupo de gobernantes de los principales países que no dejan de efectuar declaraciones y realizar acciones que elevan el grado de preocupación de los ciudadanos por la seguridad planetaria.
Así, la geopolítica, que nos permite entender las claves de poder que rigen en el mundo, ha recobrado una importancia mayúscula. Me atrevería a decir que es ya una palabra cada vez más empleada, que se ha puesto de moda. En definitiva, lo que sucede en el planeta nos preocupa y mucho. Y esta tendencia irá en aumento.
¿Cómo se defiende un militar al frente de una cámara?
No me ocasiona el menor problema. Al contrario, me siento muy cómodo. Hay que tener en cuenta que desde que muy jóvenes regresamos de las academias militares, estamos acostumbrados a hablar en público, por lo que nos es un ambiente casi natural.
Hablar de estos temas en televisión puede resultar comprometido. ¿Fue fácil convencer a Mediaset? ¿Le dieron carta blanca?
Aquí hay que destacar la labor de Iker, que planteó el proyecto a la dirección de Mediaset. La cadena ha confiado en el programa desde el principio y he tenido plena libertad para realizarlo.

Me imagino que hablar de estos temas desatan las críticas. ¿Cómo las lleva usted?
No me molestan en absoluto. Las críticas hay que saber canalizarlas para crecer y perfeccionarse. Incluso a veces las más negativas son las que más ayudan a mejorar. Además, tengo por norma nunca bloquear ni silenciar a nadie en las redes sociales.
Si de verdad se cree firmemente en la libertad de expresión, hay que estar preparado para aceptar lo que no nos gusta oír. Todo el mundo tiene derecho a expresarse y hay que respetarlo, lo mismo que a los demás nos agrada que nuestras opiniones tengan eco, y que sean igualmente respetadas.
¿La mesa del coronel puede levantar ampollas de alguien o algún sector?
No tengo ninguna duda. Una de las características que pretendemos tenga el programa es que los invitados, que serán de todas las tendencias y de las opiniones más diversas, se expresen con absoluta libertad.
Obviamente, al hacerlo de este modo, siempre habrá personas o grupos que se sientan afectados y concernidos. Pero si no lo hiciéramos así, y condicionáramos el análisis de los invitados, que siempre serán grandes expertos, estaríamos vulnerando el espíritu del programa, y no es lo que perseguimos.
Su nombre sonó para el Gobierno de Sánchez como director de Seguridad Nacional. ¿Por qué no cuajó su fichaje?
La política sigue caminos enrevesados, que nos son ajenos a los militares. En este caso, conocer las causas concretas de los infundados e injustos ataques mediáticos de los que fui objeto, es muy complejo.
Lo que sí puedo decir es que, como persona con un origen humilde, se me concedió un honor, por breve y no buscado que fuera, por el que siempre estaré agradecido a las personas que pensaron en mí para dirigir nada menos que la seguridad nacional, que, sin la menor duda, es una de las mayores responsabilidades en cualquier país.
¿Por qué se habla tan poco de política internacional?
Como apuntaba antes, cada vez se habla más. Y esta tendencia irá en aumento. El contexto internacional pocas veces a lo largo de la historia ha sido tan incierto y complejo como ahora.
No obstante, es cierto que a veces no se traslada con la debida fluidez las noticias internacionales al gran público, por mucho que le afecte directamente.
Precisamente por ello, el objetivo que nos hemos marcado en el programa es acercar la política internacional al conjunto de la ciudadanía, pues en todas las temáticas que tenemos pensado abordar, incluso en aquellas que pueden parecer más próximas y cotidianas, existe un aspecto internacional que le da especial relevancia.
¿Qué hay de cierto sobre las instituciones secretas que mueven los hilos del mundo?
Las ha habido siempre, las hay y las seguirá habiendo. Es una constante histórica. Los ricos y los poderosos siempre han intentado, y normalmente conseguido, ejercer su poder y su influencia en las sociedades, transformándolas, condicionándolas y manejándolas su antojo.
Lo que sucede es que precisamente una de las estratagemas que estos grupos emplean es catalogar de 'conspiranoico' a aquellos que, muchas veces de modo insensato, intentan desvelar sus tejemanejes.
Para desprestigiar a estas personas, emplean sin reparos a intelectuales, periodistas y políticos -entre otros sectores influyentes de la sociedad-, que actúan, a veces de modo inadvertido, en su favor. Por ello, siempre digo que no existen 'teorías de la conspiración', sino que lo que existen son 'realidades de la conspiración'.
También hay que decir que no solo existe un grupo único de poder en la sombra, sino muchos, que a su vez, luchan entre ellos por controlar las sociedades.