Sebas, un policía local, felizmente casado con Lola y con dos hijos, ve cómo su vida se desmorona el día del vigésimo aniversario de su boda, cuando su mujer le confiesa que quiere separarse. Pero Sebas no es hombre que se rinda, así que, dispuesto a recuperar a su familia, se instala en la puerta de enfrente de su ex mujer compartiendo piso con Olivia y Ana, dos chicas treintañeras, solteras y mileuristas. En estas circunstancias, Sebas buscará el apoyo de Agus, un psicólogo que es su mejor amigo. Instalado en la puerta de enfrente de su antiguo hogar, Sebas seguirá teniendo como vecinos a Teo, su cuñado, y a Casilda, su suegra. Teo, el hermano de Lola, es un caradura simpático y aficionado a la marihuana que vive mantenido por su madre. En la cuarta puerta del descansillo viven Pascual, un fanfarrón políticamente incorrecto y dueño del bar donde se reúnen todos, y Charo, su mujer y amiga cotilla de Lola. Ambos son los padrinos de los dos hijos adolescentes de Sebas: Nata y Alex.