Sandro es un chico andaluz, de derechas, más de Aznar que de Rajoy, aunque últimamente se siente más apolítico que nunca. Defensor de la monarquía como sistema de Gobierno en contraposición a la anarquía, y juancarlista a muerte, se considera sencillo y muy humilde, para nada prepotente y mucho menos chulo. Sin embargo, sabe que da una imagen exterior que no se corresponde con lo que es. Quizá el hecho de tener el cuerpo musculado, los brazos repletos de tatuajes, un look muy macarra, y además ser homosexual, despista un poco. Cansado de ir de flor en flor, busca un chico varonil, fuerte, con mandíbulas marcadas. Un hombre, en definitiva, igual que él.
© Copyright Editorial Ecoprensa, S.A. |